El Tribunal de Comercio Internacional anula los polémicos aranceles del 10% impuestos por la administración Trump, desatando tensiones políticas y reacciones en los mercados.

El Tribunal de Comercio Internacional de Estados Unidos ha suspendido temporalmente la aplicación de los aranceles generales del 10% impuestos por Donald Trump el pasado mes de abril, al considerar que fueron introducidos de forma inconstitucional. La sentencia, en respuesta a una demanda interpuesta por doce estados y varias organizaciones, representa un importante revés legal para el expresidente y ha provocado una reacción inmediata en los mercados internacionales.

Aranceles por emergencia nacional, sin base legal

Los aranceles suspendidos fueron aprobados mediante una Orden Ejecutiva que citaba la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional de 1977 (IEEPA). La administración Trump argumentó que las prácticas comerciales de socios extranjeros representaban una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos, justificando así la imposición de nuevos aranceles a cualquier producto o servicio extranjero vendido en el país.

Sin embargo, el tribunal dictaminó que la IEEPA no otorga al presidente la autoridad para imponer aranceles de manera unilateral, afirmando que esa competencia corresponde al Congreso según establece la Constitución. La sentencia subraya que la aplicación de medidas fiscales y comerciales de esta magnitud requiere aprobación legislativa, invalidando así el mecanismo utilizado por el expresidente.

Reacción política y consecuencias económicas

La Casa Blanca, que ya ha anunciado su intención de recurrir el fallo, ha reaccionado con dureza. Stephen Miller, uno de los principales asesores de Trump, calificó la decisión como un “golpe de Estado judicial”, criticando que “jueces no electos interfieran en decisiones clave para la seguridad nacional”.

El fallo ha generado una sensación de incertidumbre en el sector tecnológico, que en su mayoría depende de componentes y sistemas producidos en el extranjero. La medida judicial también pone en entredicho otros aranceles específicos, como el del 25% sobre chips extranjeros, lo que podría modificar de forma significativa las proyecciones de precios en el sector tecnológico global.

Elon Musk se desmarca del “gobierno en la sombra” de Trump

De forma paralela, se ha conocido que Elon Musk abandonará su cargo como ‘Empleado Especial del Gobierno’, una figura informal dentro del equipo asesor no oficial de Trump. El multimillonario ha justificado su salida por “desacuerdos fundamentales” con el plan fiscal del expresidente, al considerar que “aumenta el déficit y socava los esfuerzos por mejorar la eficiencia gubernamental”.

El anuncio de Musk supone un nuevo golpe a la credibilidad del llamado “gobierno en la sombra” liderado por Trump, en un contexto ya de por sí marcado por la controversia legal y la inestabilidad institucional.

Incertidumbre en el comercio global

Aunque la sentencia representa una victoria para los defensores del libre comercio y los mecanismos constitucionales, la situación aún está lejos de resolverse. El equipo legal de Trump ya prepara su apelación, mientras que las empresas afectadas por los aranceles permanecen en vilo, pendientes de futuras decisiones judiciales y posibles represalias políticas.

La suspensión, aunque provisional, envía una señal clara: la autoridad ejecutiva en Estados Unidos tiene límites, especialmente en asuntos de comercio internacional, y el Congreso mantiene un papel clave en la formulación de políticas económicas de gran alcance.