La percepción generalizada es que «el mundo cambió de la noche a la mañana». Sin embargo, en realidad, cada revolución industrial ha sido un proceso que ha tardado años en desarrollarse. Similarmente, aunque solo el 20% de las empresas han migrado la mayoría de su infraestructura y aplicaciones a un modelo as-a-Service, según un estudio de Forrester Consulting en nombre de Dell Technologies, es probable que el resto eventualmente siga este camino. El modelo as-a-Service ofrece a las empresas la oportunidad de eliminar o distribuir el riesgo en varios aspectos esenciales:
- Libertad de problemas de suministro: Las empresas suelen quedar atrapadas entre el «miedo a perderse algo» (FOMO) y la «parálisis por análisis». El modelo as-a-Service reduce estos riesgos al permitir a las empresas acceder a tecnologías avanzadas sin incurrir en gastos de capital iniciales.
- Liberación de problemas financieros: El gasto en IT ha aumentado drásticamente en los últimos años. Un modelo de pago por uso permite a las empresas pagar solo por lo que utilizan, ofreciendo un mayor control financiero. La posibilidad de cambiar de un gasto de capital (CapExCAPEX, abreviatura de Capital Expenditure (gastos de capital...) a un gasto operativo (OpEx) también es más ventajosa desde el punto de vista fiscal.
- Optimización del talento: Las mentes brillantes en el departamento de IT a menudo se desperdician en tareas rutinarias. El 49% de los tomadores de decisiones creen que un modelo as-a-Service aliviaría la carga en sus departamentos de IT, permitiéndoles centrarse en tareas más valiosas.
El modelo as-a-Service no solo mitiga estos riesgos, sino que también prepara a las empresas para ser competitivas en un mundo que avanza rápidamente. En última instancia, las empresas tienen que equilibrar y gestionar los riesgos, y el modelo as-a-Service ofrece una solución viable para hacer precisamente eso.