El último informe trimestral de NVIDIA ante la SEC estadounidense ha encendido las alarmas entre analistas e inversores: dos clientes representaron el 39 % de la facturación en el segundo trimestre fiscal de 2025. La cifra supone un incremento notable respecto al mismo periodo de 2024, cuando el peso conjunto era del 25 %.
El documento identifica a estas compañías únicamente como “Cliente A” (23 % de las ventas) y “Cliente B” (16 %). Su identidad no ha sido revelada, lo que ha generado especulaciones en el mercado: ¿se trata de gigantes de la nube como Microsoft, Amazon, Google u Oracle, o de fabricantes ODM/OEM como Foxconn, Quanta o integradores de sistemas como Dell?
Dependencia creciente de pocos clientes
La propia NVIDIA reconoce en su presentación de resultados que ha atravesado etapas en las que una porción significativa de sus ingresos proviene de un grupo limitado de compradores, y advierte de que la tendencia podría continuar.
En paralelo, la directora financiera Colette Kress confirmó que los hiperescalares cloud ya concentran cerca del 50 % de los ingresos del área de centros de datos, que es hoy por hoy el corazón del negocio y supone el 88 % de la facturación total.
El analista Frank Lee, de HSBC, fue tajante en una nota dirigida a inversores: “Vemos limitado el potencial de catalizadores en la acción de NVIDIA a corto plazo, salvo que tengamos más claridad sobre las expectativas de capex de los proveedores de nube de cara a 2026”.
Directos vs indirectos: un laberinto de definiciones
El misterio en torno a A y B se complica por la propia clasificación que NVIDIA utiliza:
- Clientes directos: compran los chips para integrarlos en sistemas, placas o servidores que luego revenden a terceros. Aquí encajan ODM/OEM como Foxconn o Quanta, así como integradores como Dell.
- Clientes indirectos: son los usuarios finales —hiperescalares, empresas digitales, gobiernos— que adquieren esos sistemas a través de los clientes directos.
La compañía incluso admite que algunos clientes directos usan los chips para su propio consumo interno, difuminando aún más la frontera.
El informe añade que dos clientes indirectos superaron también el 10 % de los ingresos globales, pero canalizaron sus compras precisamente a través de A y B. Además, NVIDIA menciona la participación significativa de una empresa de I+D en inteligencia artificial, que habría contribuido con pedidos relevantes tanto de forma directa como indirecta.
El contexto: explosión de gasto en IA
Este nivel de concentración llega en plena fiebre inversora en infraestructura de IA. El CEO Jensen Huang declaró que el mercado de infraestructura específica para inteligencia artificial podría alcanzar entre 3 y 4 billones de dólares a finales de la década, y que NVIDIA aspira a capturar hasta el 70 % del coste de un centro de datos enfocado en IA (unos 50.000 millones de dólares por instalación), no solo por sus GPU, sino también por su catálogo de chips de red, CPU y software.
Huang subrayó además que la inversión de capital de los cuatro principales hiperescalares se ha duplicado en solo dos años, impulsada por la carrera global por entrenar y desplegar modelos de IA generativa a gran escala.
Nuevos clientes: neoclouds, empresas y gobiernos
Aunque los grandes proveedores cloud concentran la mitad del negocio, NVIDIA insiste en que la demanda se diversifica:
- Empresas tradicionales que montan clústeres propios para aplicaciones de IA corporativa.
- “Neoclouds”, proveedores emergentes con servicios especializados en IA que buscan diferenciarse de AWS, Azure o Google Cloud.
- Gobiernos extranjeros, que según la compañía aportarán 20.000 millones de dólares en 2025 en contratos relacionados con proyectos de IA soberana.
Este abanico de compradores podría aliviar el riesgo de dependencia excesiva, pero de momento no compensa el peso creciente de los misteriosos A y B.
Riesgo de concentración y sostenibilidad del crecimiento
El problema de fondo es claro: si los grandes clientes reducen su ritmo de inversión, NVIDIA podría enfrentarse a un impacto inmediato en ingresos y previsiones. El escenario se vuelve aún más incierto al no conocerse con exactitud quiénes son A y B ni cuánto control real tienen sobre el grueso de la facturación.
Al mismo tiempo, la fortaleza actual de la compañía es indiscutible. Su liderazgo en GPUs para IA y su ecosistema de software la convierten en un proveedor prácticamente obligado para quienes quieren competir en el sector.
En otras palabras: NVIDIA está en la cima, pero su dependencia de unos pocos compradores estratégicos abre un flanco de vulnerabilidad que los analistas seguirán de cerca trimestre a trimestre.
Preguntas frecuentes (FAQs)
1. ¿Qué porcentaje de los ingresos de NVIDIA depende de sus dos mayores clientes?
El 39 % en el segundo trimestre fiscal de 2025, frente al 25 % en 2024.
2. ¿Se sabe quiénes son el Cliente A y el Cliente B?
No oficialmente. Pueden ser integradores OEM/ODM como Foxconn o Quanta, o grandes proveedores cloud que compran directamente.
3. ¿Qué riesgo supone esta concentración?
La excesiva dependencia: una reducción de pedidos por parte de estos clientes tendría un efecto directo en los resultados.
4. ¿Qué papel juegan los gobiernos en el crecimiento de NVIDIA?
La compañía espera unos 20.000 millones de dólares en 2025 provenientes de contratos para proyectos de IA soberana, un segmento en expansión.
5. ¿Qué otros clientes están ganando peso?
Empresas privadas con clústeres propios, neoclouds especializados y centros de investigación en IA, además de los hiperescalares tradicionales.