IonQ, empresa líder en computación y redes cuánticas, ha anunciado la adquisición de la británica Oxford Ionics en una operación valorada en 1.075 millones de dólares. Esta alianza busca acelerar el desarrollo de ordenadores cuánticos de próxima generación y posicionar al Reino Unido como uno de los polos globales de innovación en esta tecnología estratégica.
Una fusión para conquistar la computación cuántica
La operación, que se materializará principalmente en acciones de IonQ y una pequeña parte en efectivo, reúne dos tecnologías complementarias: los sistemas de iones atrapados de IonQ y la revolucionaria tecnología de control de iones en chips semiconductores estándar desarrollada por Oxford Ionics, que ostenta varios récords mundiales en fidelidad cuántica. Juntas, ambas compañías aspiran a construir los ordenadores cuánticos más potentes y precisos del mundo, con el objetivo de superar los 256 qubits físicos en 2026 y llegar a más de 10.000 qubits en 2027. El ambicioso plan prevé alcanzar los 2 millones de qubits físicos antes de 2030, con fidelidades lógicas superiores al 99,9999999999 %.
Impacto internacional: liderazgo y colaboración transatlántica
Esta operación sella también una cooperación estratégica entre EE.UU. y Reino Unido en materia de tecnología cuántica, reforzando la soberanía tecnológica de ambas potencias en un ámbito considerado clave para sectores como la salud, la ciencia de materiales, la industria aeroespacial, la defensa o la ciberseguridad. Según el Boston Consulting Group, el mercado mundial de la computación cuántica podría generar hasta 850.000 millones de dólares de valor económico en 2040, un horizonte que estas empresas pretenden liderar.
El equipo directivo de Oxford Ionics, con sus fundadores Chris Ballance y Tom Harty al frente, continuará en la nueva entidad, que prevé además aumentar su plantilla en Oxford para reforzar la posición británica en este sector. Entre sus clientes actuales destacan entidades como el National Quantum Computing Centre (NQCC) del Reino Unido y la agencia de ciberseguridad alemana Cyberagentur.
Tecnología de vanguardia para retos reales
La combinación de las plataformas y redes de IonQ con la precisión de Oxford Ionics permitirá el desarrollo de sistemas cuánticos tolerantes a fallos y escalables a nivel industrial, una condición clave para su aplicación práctica en simulación de moléculas, modelización financiera avanzada, optimización logística, diseño de nuevos materiales y defensa.
La hoja de ruta incluye el desarrollo de aplicaciones revolucionarias para clientes empresariales e institucionales de ambos lados del Atlántico, así como la colaboración con el Centro Nacional de Computación Cuántica del Reino Unido y el programa gubernamental Quantum Missions, dirigido por el Ministerio de Ciencia británico e Innovate UK.
Declaraciones de los protagonistas
Niccolo de Masi, CEO de IonQ, ha afirmado que la adquisición “hace avanzar nuestra misión de crear ordenadores cuánticos tolerantes a fallos con millones de qubits antes de 2030. Las sinergias tecnológicas establecerán un nuevo estándar y aportarán un valor superior a nuestros clientes, con aplicaciones empresariales líderes en el mercado”.
Chris Ballance, CEO de Oxford Ionics, ha destacado: “No solo hemos construido la plataforma cuántica más precisa del mercado, sino que también hemos desarrollado una tecnología que puede producirse en fábricas de semiconductores estándar. Estamos deseando integrar esta innovación en la hoja de ruta de IonQ y acelerar la llegada de la computación cuántica avanzada a Europa y el mundo”.
Un nuevo gigante cuántico global
La entidad resultante prevé mantener y expandir todos sus acuerdos con clientes y gobiernos, y será clave en el desarrollo de aplicaciones prácticas en manufactura, farmacéutica y defensa. La operación está sujeta a las aprobaciones regulatorias habituales y se espera que quede cerrada en 2025.
Con esta adquisición, IonQ consolida su liderazgo global y apuesta por un crecimiento sostenido, sumando capacidades y talento internacional para avanzar hacia una nueva era en computación cuántica y redes, donde la colaboración internacional y la excelencia tecnológica serán el motor del cambio.