El primer ministro de Taiwán, Cho Jung-tai, ha sido tajante: TSMC nunca será una empresa estadounidense. Con estas palabras, el líder del Ejecutivo taiwanés desmintió los rumores que circulaban sobre un supuesto acuerdo entre el Gobierno de Donald Trump y el gigante de semiconductores, que habría incluido una participación accionarial estadounidense para convertir a la firma en una “fundición norteamericana”.
Las declaraciones, recogidas por medios taiwaneses, llegan tras semanas de especulación y cierto malestar social en la isla, donde se interpretó como una amenaza a la soberanía tecnológica que Washington quisiera posicionar a TSMC como un “proyecto fundición estadounidense”.
Rumores y aclaraciones
La polémica se encendió cuando surgieron informaciones sobre un posible pacto entre Trump y TSMC para que EE. UU. adquiriera una participación en la compañía. TSMC salió rápidamente al paso: aseguró no haber recibido ninguna propuesta en ese sentido. Ahora, el propio primer ministro ha cerrado la puerta a esa posibilidad, al afirmar que “no hay acuerdo y nunca lo habrá”.
Cho Jung-tai fue más allá: subrayó que TSMC puede invertir en Estados Unidos, pero que eso no implica en ningún caso que la compañía deje de ser una firma taiwanesa.
Inversiones sí, identidad no
Actualmente, TSMC mantiene compromisos de inversión en territorio estadounidense por un valor de 165.000 millones de dólares, aunque en anuncios anteriores la cifra llegó a situarse en 300.000 millones. Estas inversiones incluyen fábricas avanzadas en Arizona destinadas a producir nodos de última generación.
Sin embargo, el primer ministro dejó claro que esas operaciones tienen un carácter estrictamente económico y no alteran ni la naturaleza ni el control estratégico de la compañía. También precisó que el Gobierno taiwanés no interviene en las decisiones empresariales de TSMC ni de otras firmas locales en cuanto a dónde producir o invertir.
La apuesta estratégica de EE. UU.
Estados Unidos lleva años intentando reducir su dependencia de Asia en materia de semiconductores. Con el CHIPS Act y las inversiones asociadas, Washington ha tratado de atraer a fabricantes como TSMC y Samsung a suelo americano.
Pero como apuntó el premier taiwanés, la estrategia no garantiza el acceso a la tecnología nuclear de TSMC, considerada una joya estratégica. Aunque la compañía haya prometido fabricar nodos avanzados en Arizona, el control de las capacidades más críticas seguirá estando en Taiwán.
Este escenario explica por qué la administración Trump ha intensificado su respaldo a Intel, considerada la apuesta local para liderar la industria de chips en suelo estadounidense y asegurar soberanía tecnológica en el largo plazo.
Un actor global, pero taiwanés
El mensaje de Cho Jung-tai busca disipar las dudas en un momento delicado: la tensión geopolítica entre China y Estados Unidos coloca a Taiwán en el centro del tablero. TSMC, mayor fabricante mundial de semiconductores por contrato, es vista como un activo estratégico no solo para la economía taiwanesa, sino para toda la cadena global de suministros tecnológicos.
En este contexto, el primer ministro remarcó que, aunque las inversiones en EE. UU. son necesarias para mantener acceso a mercados clave y evitar barreras arancelarias, TSMC seguirá siendo, ante todo, una compañía taiwanesa.
Conclusión
Las palabras del primer ministro de Taiwán ponen fin a la especulación sobre una supuesta “americanización” de TSMC. Si bien las inversiones en Estados Unidos seguirán aumentando y contribuirán a la estrategia de diversificación de la compañía, la propiedad, el control y la identidad tecnológica permanecerán en Taiwán.
Para Washington, el mensaje es claro: la autosuficiencia en semiconductores no se logrará simplemente con inversiones extranjeras, sino con el fortalecimiento de sus propios actores, especialmente Intel.
Preguntas frecuentes (FAQ)
1. ¿Qué dijo exactamente el primer ministro de Taiwán sobre TSMC?
Cho Jung-tai afirmó que TSMC nunca será una empresa estadounidense y que las inversiones en EE. UU. no alteran la identidad ni el control de la firma.
2. ¿Cuánto ha comprometido TSMC en inversiones en Estados Unidos?
Actualmente, se estima un compromiso de 165.000 millones de dólares, aunque en anuncios previos se habló de hasta 300.000 millones.
3. ¿Por qué EE. UU. quiere atraer a TSMC?
Porque busca reducir su dependencia de Asia en semiconductores y asegurar capacidad de producción avanzada en su territorio, especialmente para sectores estratégicos como defensa, automoción y telecomunicaciones.
4. ¿Qué papel juega Intel en esta estrategia?
Intel es considerada la apuesta local de Estados Unidos para recuperar liderazgo en la fabricación de chips y garantizar soberanía tecnológica frente a Asia.