Donald Trump amenaza con nuevos aranceles y restricciones a Europa en respuesta a los impuestos digitales

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha vuelto a encender la mecha en la guerra comercial con Europa. En la tarde de ayer, a través de un mensaje publicado en su red social Truth Social, el mandatario estadounidense amenazó con imponer nuevos aranceles a las exportaciones europeas y restricciones a la exportación de tecnología y chips estadounidenses si la Unión Europea no da marcha atrás con el Impuesto sobre Determinados Servicios Digitales (DST) y la Ley de Servicios Digitales (DSA).

Trump fue directo en su advertencia: “Estados Unidos no es el cajero automático ni el felpudo del mundo. Quien discrimine a nuestras empresas tecnológicas tendrá consecuencias”.

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Europa, en el punto de mira

Las acusaciones de Trump señalan que estas normativas europeas están “diseñadas para dañar o discriminar la tecnología estadounidense” y, al mismo tiempo, beneficiar de forma indirecta a sus rivales asiáticos, en especial a China.

La amenaza no es menor. De materializarse, supondría un sustancial aumento en los aranceles a productos europeos que entren en el mercado estadounidense, lo que afectaría de lleno a sectores como la automoción, la agricultura, la moda y el lujo, que dependen en gran medida de la exportación al otro lado del Atlántico.


El trasfondo: impuestos digitales y regulación de plataformas

El choque tiene dos protagonistas:

  • La DSA (Ley de Servicios Digitales): entró en vigor en febrero de 2024 y obliga a las grandes plataformas como Google, Meta, Amazon, Apple o Netflix a ser más transparentes en el uso de algoritmos, moderación de contenidos y publicidad digital. Su incumplimiento puede suponer sanciones de hasta un 6 % de la facturación global.
  • El DST (Impuesto sobre Determinados Servicios Digitales): grava con un 3 % los ingresos obtenidos por publicidad digital, venta de datos o intermediación online de compañías tecnológicas con facturación global superior a 750 millones de euros y más de 25 millones en el país que lo aplica.

En España, por ejemplo, ese impuesto ya se repercute en el consumidor: servicios como Netflix, Amazon o Apple han subido precios en parte para compensar el coste del DST.


Un déjà vu de la guerra comercial

El tono de Trump recuerda a la guerra arancelaria que ya inició durante su primer mandato con China y que dejó un reguero de tensiones en la economía global. En esta ocasión, el foco está en Europa, pero también en cualquier otro país que haya adoptado impuestos digitales similares.

En febrero de 2025, la Casa Blanca ya había abierto una investigación sobre estos tributos, calificándolos de “medidas discriminatorias contra empresas estadounidenses”. Ahora, el paso siguiente parece ser la amenaza formal de represalias comerciales.


Reacciones y posibles consecuencias

Por el momento, Apple no ha respondido a las declaraciones ni a las consultas de agencias internacionales como Reuters. Desde OpenAI, una portavoz calificó estas tensiones como parte de un “patrón de presión política y económica” que refleja la importancia de la batalla por el control de la economía digital.

En Bruselas, la amenaza se percibe como un intento de condicionar la soberanía regulatoria de la Unión Europea. Expertos en derecho digital recuerdan que tanto la DSA como el DST responden a un objetivo común: frenar el poder excesivo de las grandes tecnológicas y garantizar más transparencia para el ciudadano europeo.

A corto plazo, los economistas advierten de que un endurecimiento arancelario tendría impacto directo en el comercio bilateral. Europa exporta cada año a Estados Unidos más de 400.000 millones de euros en bienes y servicios, con especial peso de automóviles alemanes, productos de lujo franceses y maquinaria industrial.


Un debate que va más allá del comercio

La disputa no solo es económica. También abre un debate geopolítico:

  • ¿Hasta qué punto puede Estados Unidos condicionar las normas europeas de protección digital?
  • ¿Está Europa dispuesta a arriesgarse a una nueva guerra comercial para defender sus regulaciones?
  • ¿Qué papel jugarán otros actores como China, que observan desde la distancia con interés estas tensiones?

Preguntas frecuentes (FAQ)

1. ¿Qué es el Impuesto sobre Determinados Servicios Digitales (DST)?
Es un impuesto del 3 % sobre los ingresos digitales obtenidos en publicidad, venta de datos y servicios de intermediación online por parte de grandes tecnológicas. Se aplica a compañías con facturación global superior a 750 millones de euros y al menos 25 millones en el país que lo impone.

2. ¿Cómo afecta la Ley de Servicios Digitales (DSA) a las Big Tech?
La DSA obliga a empresas como Google, Apple, Meta o Amazon a ser más transparentes sobre sus algoritmos, prácticas publicitarias y moderación de contenidos. En caso de incumplimiento, se enfrentan a multas de hasta un 6 % de su facturación global.

3. ¿Qué impacto tendrían los aranceles de Trump sobre Europa?
Un aumento de aranceles encarecería la entrada de productos europeos en el mercado estadounidense, afectando a sectores clave como la automoción, la alimentación, el lujo y la industria tecnológica. También podría desencadenar medidas de represalia desde Bruselas.

4. ¿Qué diferencia hay con la guerra comercial de EE. UU. y China?
Mientras que la guerra con China se centró en manufacturas, tecnología y propiedad intelectual, el enfrentamiento con Europa gira en torno a la regulación digital y fiscal de las grandes plataformas online.

vía: elchapuzasinformatico y truth

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