El juicio antimonopolio que enfrenta a Google con el Departamento de Justicia de Estados Unidos amenaza con alterar profundamente el mapa del poder en internet. Una de las medidas que los reguladores barajan es forzar a Google a vender Chrome, su navegador web, actualmente utilizado por cerca del 70 % de los usuarios a nivel global.
En ese contexto, OpenAI ha sido la primera en mostrar públicamente interés por adquirir Chrome. Pero no está sola. En un mercado dominado por el auge de modelos fundacionales y asistentes de IA generativa, otras empresas punteras del sector también podrían tener motivaciones claras —y capacidad técnica— para intentar hacerse con el navegador si se confirmara su venta.
OpenAI, la primera en levantar la mano
Durante una comparecencia ante el tribunal federal de Washington, Nick Turley, jefe de producto de ChatGPT, confirmó que OpenAI estaría interesada en adquirir Chrome si Google se ve obligada a deshacerse del navegador. Según Turley, los acuerdos exclusivos que Google mantiene con fabricantes de dispositivos Android dificultan que tecnologías como ChatGPT puedan distribuirse o integrarse con libertad.
Para OpenAI, Chrome sería una puerta de entrada directa a internet para millones de usuarios, permitiéndole distribuir su tecnología sin depender de intermediarios ni estar supeditada a ecosistemas ajenos.
Pero OpenAI no es la única candidata con interés estratégico
Aunque la startup con sede en San Francisco lidera el mercado de modelos de lenguaje por adopción y visibilidad, otras compañías centradas en inteligencia artificial podrían valorar la adquisición de Chrome como una forma de reforzar su posición competitiva en el nuevo paradigma de navegación asistida por IA:
1. Anthropic
La compañía fundada por ex-empleados de OpenAI ha emergido como una de las grandes protagonistas del sector, especialmente tras el éxito de Claude. Su enfoque en seguridad y alineamiento la hace atractiva para integraciones profundas en navegadores. Poseer Chrome permitiría a Anthropic avanzar hacia una experiencia de búsqueda y navegación centrada en IA conversacional sin depender de acuerdos con terceros.
2. Cohere
Especializada en ofrecer modelos LLM para empresas, Cohere podría aprovechar Chrome como plataforma para construir navegadores orientados a flujos de trabajo profesionales o soluciones de búsqueda interna para el sector corporativo. Su interés estaría en ofrecer entornos controlados, con integración directa con modelos privados y seguros.
3. Mistral AI
La startup europea que promueve modelos ligeros y eficientes, como Mistral 7B y Mixtral, podría utilizar un navegador como Chrome para promover una alternativa abierta a la navegación asistida por IA, especialmente en mercados donde la soberanía digital es una preocupación creciente. Con el apoyo de fondos europeos, podría plantearse una puja como gesto estratégico.
4. xAI (Elon Musk)
La empresa de inteligencia artificial de Elon Musk, que ya ha lanzado modelos propios y controla plataformas como X (antiguo Twitter), podría usar Chrome para cerrar su ecosistema digital: un navegador propio, con buscador, red social, modelo de IA y hardware integrado. Sería una jugada coherente con su estrategia de control vertical de toda la experiencia digital.
5. Stability AI
Más conocida por su trabajo en modelos generativos de imagen (como Stable Diffusion), Stability AI ha comenzado a explorar modelos de lenguaje. Adquirir un navegador podría darle una plataforma para combinar generación de texto, imagen y código directamente en la experiencia de navegación.
Más allá del navegador: el control de la interfaz principal de la IA
El posible cambio de manos de Chrome no debe analizarse solo como una cuestión de cuota de mercado de navegadores, sino como un reposicionamiento de quién controla la interfaz principal para interactuar con la inteligencia artificial.
A medida que los motores de búsqueda tradicionales son reemplazados —o complementados— por asistentes conversacionales, el navegador pasa a ser un espacio clave donde se integran agentes inteligentes, búsquedas semánticas, generación de contenido y herramientas de productividad.
El futuro de la web podría no pasar por Google
Si la venta de Chrome se confirma, el ecosistema digital podría experimentar un giro decisivo. Por primera vez en dos décadas, la navegación web dejaría de estar controlada por una sola empresa. Y su nuevo dueño —OpenAI o cualquier otra firma emergente de IA— podría reconfigurar la experiencia de internet en torno a la inteligencia artificial, desplazando definitivamente al paradigma del buscador clásico.
Conclusión
Chrome es mucho más que un navegador: es una plataforma estratégica. Su venta abriría una pugna por definir cómo navegamos, qué vemos, con qué herramientas interactuamos y, sobre todo, qué modelo de inteligencia artificial nos acompaña en cada clic. Si OpenAI no es quien lidera esa transición, hay varios actores en IA listos para tomar el relevo.
Fuente: Noticias inteligencia artificial