El gigante asiático acelera su estrategia “AI Plus” con incentivos directos que cubren hasta el 80 % de los costes de computación para pequeñas y medianas empresas, al tiempo que busca aprovechar centros de datos infrautilizados y reforzar su desarrollo económico de alta calidad.
China ha decidido dar un nuevo impulso a la inteligencia artificial (IA) entre las pequeñas y medianas empresas (pymes), tradicionalmente rezagadas en el acceso a recursos de computación de alto rendimiento. Para ello, varios gobiernos locales están desplegando un sistema de “vales de computación” que permiten a las compañías canjear créditos y acceder a capacidad de cómputo a precios muy por debajo del mercado.
Ciudades como Pekín, Shanghái, Henan, Shandong, Chengdu, Shenzhen y Ningbo ya han puesto en marcha estos programas. Solo Shanghái ha destinado unos 600 millones de yuanes (84 millones de dólares) en vales que cubren hasta el 80 % de las tarifas de alquiler de IA, además de otros 100 millones de yuanes (14 millones de dólares) en apoyo a datos y entrenamiento de grandes modelos de lenguaje (LLM).
El objetivo es doble: aliviar los costes de I+D de las pymes y dar salida a centros de datos infrautilizados, muchos de los cuales operan al 20–30 % de su capacidad como consecuencia de la política de “Datos del Este, Computación del Oeste”, que trasladó instalaciones a regiones del interior donde la energía es más barata.
Subsidios a gran escala: de pilotos locales a una red nacional
El plan de vales se enmarca dentro de las “Opiniones sobre la implementación para promover el desarrollo de alta calidad de la industria de etiquetado de datos”, presentadas en diciembre de 2024. Desde entonces, distintas provincias han ido expandiendo programas piloto:
- Chengdu amplió su iniciativa con 100 millones de yuanes destinados a instituciones de investigación.
- Shandong comprometió 30 millones de yuanes iniciales con planes de sumar 1.000 millones (140 millones de dólares) adicionales.
- Pekín ya abrió convocatorias de solicitud, reflejando el interés de acelerar la tramitación administrativa.
La idea es articular un mercado unificado de alto poder de cómputo que permita a empresas y centros académicos redirigir cargas de trabajo a nivel nacional, maximizando el uso de infraestructuras y justificando las enormes inversiones en capital.
El marco “AI Plus”: IA como motor de consumo y competitividad
Más allá de los subsidios, el Consejo de Estado presentó recientemente las directrices para implementar en profundidad la iniciativa “AI Plus”, con la que busca integrar la inteligencia artificial en sectores estratégicos como la manufactura, el comercio electrónico, la sanidad, los servicios culturales o el cuidado de mayores.
“Estamos entrando en una etapa en la que la IA no solo optimiza la productividad, sino que también impulsa el consumo y mejora la calidad de vida de los ciudadanos”, afirmó Zhang Kailin, subdirector de innovación y desarrollo de alta tecnología en la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma (NDRC).
Los subsidios con vales de computación forman parte de esta estrategia, que también incluye:
- Inversión pública en grandes proyectos de IA mediante bonos especiales y presupuestos centrales.
- Creación de plataformas tecnológicas comunes en sectores industriales clave.
- Impulso de la IA de consumo (dispositivos inteligentes, wearables, hogares conectados) para masificar el acceso a tecnologías útiles.
Pymes: de la exclusión tecnológica al acceso subvencionado
Hasta ahora, la mayoría de las pymes chinas veían prohibitivo entrenar modelos o siquiera probar prototipos avanzados de IA. Los precios del mercado, agravados por la escasez de GPU de última generación y las restricciones internacionales, las dejaban fuera del juego.
Con los nuevos vales, una pyme puede cubrir hasta ocho de cada diez yuanes invertidos en computación de alquiler. Esto se traduce en:
- Ciclos de entrenamiento más baratos, acelerando prototipos y reduciendo barreras de entrada.
- Mayor acceso a recursos de inferencia para integrar IA en aplicaciones de comercio, logística o servicios digitales.
- Monetización de capacidad ociosa en centros de datos estatales, generando un círculo virtuoso de inversión y utilización.
El reto sigue siendo la burocracia. Algunos analistas advierten de que la efectividad dependerá de la agilidad administrativa y de la coordinación regional para evitar solapamientos, retrasos o desigualdades en el acceso.
Un impulso con implicaciones globales
La política también responde a un contexto internacional marcado por la guerra tecnológica en semiconductores y las restricciones de Estados Unidos a la exportación de chips avanzados. Mientras empresas como SK hynix, Samsung y TSMC enfrentan presiones regulatorias, China busca alternativas que fortalezcan su autonomía tecnológica y aceleren la adopción interna de IA.
Según Zhou Mi, investigador de la Academia China de Comercio Internacional y Cooperación Económica, el déficit actual de capacidad de computación respecto a la demanda es notable. Los vales permiten puentear esa brecha mientras la industria local avanza en la producción de hardware propio.
En paralelo, circulan rumores sobre la instalación de 39 nuevos centros de datos con 115.000 GPU Nvidia Hopper no autorizadas, aunque estos informes siguen sin confirmación. De ser ciertos, mostrarían tanto la urgencia de cubrir la demanda como la complejidad legal de los flujos tecnológicos actuales.
AI como catalizador del consumo y nuevos modelos de negocio
El plan “AI Plus” no solo mira a la industria, sino también al consumidor final. Funcionarios como Huo Fupeng, de la NDRC, aseguran que la IA ayudará a optimizar la estructura de consumo, creando nuevos escenarios en:
- Cultura y entretenimiento.
- Comercio electrónico personalizado.
- Cuidados para mayores y niños.
- Consumo experiencial y servicios inteligentes.
La popularización de dispositivos conectados y el auge de la aviación de baja altitud, la fabricación aditiva o las interfaces cerebro-ordenador son ejemplos de áreas donde la integración de IA puede generar tanto innovación tecnológica como nuevos patrones de consumo.
Perspectivas
China está configurando un ecosistema donde el subsidio público, la infraestructura nacional y la adopción empresarial convergen. El éxito dependerá de si las pymes pueden traducir este acceso a computación en productos competitivos, y de si los centros de datos estatales logran incrementar su tasa de utilización.
El país busca, en definitiva, que la IA sea motor económico transversal, capaz de elevar la competitividad industrial, abrir nuevos mercados de consumo y posicionar a China como referente global en gobernanza y adopción de IA.
Preguntas frecuentes (FAQ)
1. ¿Qué son los “vales de computación” que ofrece China?
Son créditos subsidiados por gobiernos locales que permiten a pymes y centros de investigación alquilar capacidad de cómputo en centros de datos a precios reducidos, cubriendo hasta el 80 % de los costes.
2. ¿Qué ciudades ya aplican este programa?
Entre las pioneras están Pekín, Shanghái, Henan, Shandong, Chengdu, Shenzhen y Ningbo. Shanghái lidera en volumen con 600 millones de yuanes en vales y 100 millones adicionales para datos y entrenamiento.
3. ¿Qué objetivos persigue el plan “AI Plus”?
Busca integrar la IA en múltiples sectores —desde la manufactura hasta el consumo—, optimizar recursos mediante plataformas comunes y reforzar tanto la competitividad industrial como la calidad de vida de la población.
4. ¿Cómo se beneficiarán las pymes de esta política?
Podrán reducir drásticamente sus costes de I+D, acceder a ciclos de entrenamiento más asequibles, probar prototipos antes inaccesibles y, en consecuencia, entrar en el ecosistema de IA sin las barreras financieras tradicionales.