ARM, conocido por sus procesadores de bajo consumo que hoy en día se encuentran en millones de dispositivos, ha recorrido un largo camino desde su fundación en 1990. Su historia se remonta a la década de 1970, cuando el germen de lo que sería ARM comenzó a gestarse en Acorn Computers, una empresa británica que buscaba impulsar la informática en el Reino Unido. Desde entonces, la empresa ha evolucionado hasta convertirse en el líder mundial de la arquitectura de chips, con una influencia notable en el sector móvil, IoT y el procesamiento en la nube.

Los inicios en Acorn Computers

La historia de ARM se remonta a 1978, con la fundación de Acorn Computers por Chris Curry y Hermann Hauser en Cambridge, Reino Unido. Acorn obtuvo el contrato para desarrollar el BBC Micro, un ordenador que se convertiría en una herramienta educativa clave en el Reino Unido. Como parte de este proyecto, Steve Furber y Sophie Wilson diseñaron el primer procesador ARM, el ARM1, que permitía un procesamiento eficiente con un bajo consumo energético, características que se convertirían en la base de los procesadores ARM modernos.

Fundación de ARM como empresa independiente

La empresa que hoy conocemos como ARM nació en 1990 bajo el nombre de Advanced RISC Machines Ltd (ARM), como una colaboración entre Acorn Computers, Apple y VLSI Technology. Esta alianza estratégica le permitió a ARM desarrollar un modelo de negocio basado en licencias de propiedad intelectual (IP), lo que significaba que los fabricantes podían integrar la arquitectura de Arm en sus propios diseños de chips mediante licencias. Esta innovación empresarial fue clave para su futuro éxito y expansión.

Primeros éxitos y el salto al mercado móvil

En 1993, ARM alcanzó un hito importante al firmar un acuerdo con Texas Instruments y Nokia, lo que llevó al uso de los procesadores ARM en el modelo Nokia 6110, un teléfono móvil de gran éxito en el mercado. Este acuerdo marcó el comienzo de la expansión de Arm en el sector de los dispositivos móviles. Hoy en día, más del 99% de los smartphones en el mundo funcionan con procesadores basados en la tecnología de ARM.

Cotización en bolsa y crecimiento en los 90

La expansión de ARM en el mercado móvil impulsó su crecimiento exponencial en la década de 1990. Este éxito llevó a la compañía a cotizar en la Bolsa de Londres y en el NASDAQ en 1998. Durante este período, ARM se estableció como el diseño de procesadores dominante para dispositivos móviles, y el liderazgo de Sir Robin Saxby y Warren East fue fundamental para convertir a Arm en el estándar de facto en la arquitectura de chips.

Diversificación de productos y la llegada de Cortex

A principios de los años 2000, Arm diversificó su portafolio de productos con el lanzamiento de las familias de procesadores Cortex-A, Cortex-R y Cortex-M. Cada línea estaba orientada a diferentes mercados: Cortex-A para aplicaciones de alto rendimiento como smartphones y tablets, Cortex-R para aplicaciones en tiempo real, y Cortex-M para dispositivos de bajo consumo en el creciente sector del Internet de las Cosas (IoT). Esta estrategia diversificada posicionó a Arm en una variedad de sectores más allá de los dispositivos móviles, incluyendo el automotriz y el industrial.

Innovación en el sector de smartphones

Con la llegada de los smartphones en 2007, la demanda de chips de alto rendimiento que también optimizaran la duración de la batería se disparó. ARM respondió con su arquitectura de procesadores multi-núcleo, incluyendo el innovador diseño big.LITTLE en 2011, que combinaba núcleos de alto rendimiento con núcleos de bajo consumo para optimizar el uso de energía. Esta estrategia permitió a los fabricantes de smartphones mejorar el rendimiento sin sacrificar la autonomía de los dispositivos.

Expansión al IoT y conectividad

El auge del IoT en la década de 2010 presentó nuevas oportunidades para ARM, cuyas arquitecturas de bajo consumo eran ideales para dispositivos conectados que necesitaban funcionar con baterías de larga duración o energía limitada. Desde sensores en entornos industriales hasta dispositivos de consumo, la tecnología de Arm se convirtió en el núcleo de millones de dispositivos IoT. En 2022, alrededor del 65% de los dispositivos embebidos en IoT utilizaban procesadores basados en Arm.

Adquisición por SoftBank y diversificación en nuevos mercados

En 2016, SoftBank adquirió ARM, convirtiéndola en una empresa privada y permitiendo una inyección significativa de capital para ampliar su presencia en nuevos mercados. Bajo la dirección de Rene Haas, la empresa se enfocó en mercados emergentes como la automoción y la computación en la nube. La línea de productos Neoverse, lanzada en 2018, permitió que ARM ingresara en el sector de la computación de alto rendimiento (HPC) y la nube, posicionándose como un competidor en arquitecturas para centros de datos.

Armv9: la nueva era de la arquitectura Arm

En 2021, ARM presentó su nueva arquitectura Armv9, que representa un avance significativo en cuanto a seguridad y rendimiento en comparación con generaciones anteriores. Armv9 fue diseñada para satisfacer las crecientes necesidades de cómputo en la inteligencia artificial, aprendizaje automático y seguridad avanzada, lo que garantiza que ARM pueda seguir siendo un actor clave en la próxima generación de tecnologías.

Un líder en tecnología con una presencia global

Con más de 265.000 millones de chips basados en ARM distribuidos en todo el mundo, la compañía se ha consolidado como la plataforma de cómputo más utilizada. ARM cuenta con una red de más de 1.000 socios tecnológicos, que incluye empresas líderes en el desarrollo de semiconductores y dispositivos electrónicos. Además, la empresa tiene presencia en más de 21 países, con su sede global en Cambridge, Reino Unido.

El futuro de Arm y la computación global

Con una visión clara y ambiciosa, ARM continúa siendo un pilar de la tecnología moderna, comprometido con el desarrollo de procesadores eficientes en energía y escalables. Desde sus primeros días en un granero en Cambridge hasta su influencia global actual, ARM sigue innovando en un amplio espectro de sectores, asegurando que su tecnología esté en el centro de la próxima generación de dispositivos conectados y sistemas de cómputo.

La historia de ARM refleja una combinación única de innovación técnica, adaptabilidad y estrategia empresarial, estableciendo un legado que continuará impulsando el futuro de la tecnología en un mundo cada vez más conectado.