Recibe toda la actualidad del sector tech y cloud en tu email de la mano de RevistaCloud.com.

Suscripción boletín

Ahora más que nunca, los centros de datos deben ser prioridad en la estrategia de seguridad nacional

La digitalización masiva de la economía y de la administración pública está situando a los centros de datos (data centers) en el centro de la infraestructura crítica de cualquier país. Ya no son solo la columna vertebral de las grandes tecnológicas o de las plataformas de streaming: son el verdadero corazón de las operaciones financieras, sanitarias, energéticas, industriales y gubernamentales. Por eso, ahora más que nunca, la protección y resiliencia de los centros de datos debe ser una prioridad absoluta en la estrategia de seguridad nacional.

El cambio de paradigma: del riesgo TI al riesgo país

Hasta hace poco, la seguridad de los centros de datos se veía fundamentalmente como un reto técnico y de negocio: proteger los sistemas frente a ciberataques, garantizar la disponibilidad o mantener la continuidad operativa frente a desastres físicos. Sin embargo, el panorama actual es radicalmente distinto. Las amenazas a los centros de datos tienen el potencial de paralizar servicios esenciales y poner en jaque la soberanía nacional.

El reciente incremento de ataques sofisticados, tanto de ransomware como de ciberespionaje respaldado por estados, pone de manifiesto que la infraestructura cloud y los centros de datos son objetivos prioritarios para actores maliciosos. Basta recordar el impacto de los ataques a hospitales, servicios municipales o grandes proveedores cloud para entender la dimensión del riesgo.

Según ENISA, la Agencia de la Unión Europea para la Ciberseguridad, los ataques a infraestructuras críticas aumentaron más de un 20% solo en 2024, afectando a sectores como salud, energía y transporte, pero también a centros de datos estratégicos. En paralelo, la directiva europea NIS2 amplía el foco de protección a proveedores cloud, data centers y operadores de servicios digitales.

Centros de datos: la nueva infraestructura crítica

La dependencia de los centros de datos es tan profunda que un solo incidente puede provocar la caída de servicios financieros, la indisponibilidad de historias clínicas o el bloqueo de operaciones logísticas a escala nacional. Además, los data centers concentran cada vez más información sensible y recursos computacionales para inteligencia artificial, defensa, investigación o control industrial.

Por eso, los gobiernos están comenzando a equiparar los centros de datos a infraestructuras críticas como las eléctricas o las de agua. Francia, Alemania, España y otros países han actualizado sus marcos regulatorios para exigir mayores estándares de seguridad física, lógica y de continuidad de negocio en los centros de datos.

Soberanía digital y geoestrategia

La geoestrategia tecnológica se ha convertido en un elemento clave: la ubicación de los centros de datos y el control sobre los datos y sistemas que albergan es ya una cuestión de soberanía. El auge de la inteligencia artificial y la necesidad de garantizar que los datos sensibles permanezcan bajo jurisdicción nacional o europea están detrás de proyectos como el GAIA-X o la proliferación de cloud soberano en Europa.

Además, la guerra en Ucrania, las sanciones tecnológicas y los riesgos de interrupción en la cadena de suministro han puesto sobre la mesa la importancia de contar con centros de datos robustos, distribuidos y protegidos, así como de reducir la dependencia de actores extranjeros.

Claves para una estrategia de protección nacional

¿Qué implica poner los centros de datos en el centro de la seguridad nacional?

  1. Clasificación y supervisión: Definir qué data centers son estratégicos, auditar su resiliencia y garantizar que cumplen con los máximos estándares (ISO 27001, TIER III-IV, ENS, NIS2).
  2. Colaboración público-privada: Crear canales ágiles de cooperación entre operadores, proveedores cloud, cuerpos de seguridad y autoridades regulatorias.
  3. Inversión en ciberseguridad avanzada: Adoptar soluciones de protección activa, detección temprana de amenazas, segmentación de redes y planes de respuesta a incidentes.
  4. Despliegue de infraestructuras distribuidas: Fomentar la redundancia geográfica y la interconexión de data centers para garantizar continuidad operativa.
  5. Formación y concienciación: Desarrollar capacidades nacionales en ciberseguridad, tanto en el sector público como privado.

Conclusión: una responsabilidad compartida

Convertir la protección de los centros de datos en un pilar de la seguridad nacional es ya una necesidad estratégica, no solo una recomendación. La resiliencia digital de un país depende de la fortaleza, independencia y capacidad de recuperación de su infraestructura de datos. Gobiernos, empresas tecnológicas y operadores de centros de datos deben trabajar juntos para blindar el corazón digital de nuestra sociedad.

El futuro será cada vez más digital, y la seguridad de los centros de datos determinará, en última instancia, la seguridad de todos.

encuentra artículos

newsletter

Recibe toda la actualidad del sector tech y cloud en tu email de la mano de RevistaCloud.com.

Suscripción boletín

LO ÚLTIMO

×