Con una arquitectura altamente personalizada y fabricado en el nodo N3E de TSMC, el nuevo chip XRING O1 de Xiaomi alcanza un equilibrio sobresaliente entre rendimiento, eficiencia energética y densidad, marcando un hito para la industria china de semiconductores.
Xiaomi ha entrado oficialmente en la élite del diseño de procesadores con su nuevo SoC XRING O1, utilizado por primera vez en el Xiaomi 15S Pro y la Xiaomi Pad 7 Ultra. Lejos de ser un simple diseño de referencia de ARM, el XRING O1 incorpora una estructura de CPU y NPU personalizada, configuraciones de caché poco convencionales y un enfoque equilibrado que ha logrado una eficiencia sin precedentes por milímetro cuadrado de silicio, superando a gigantes como Apple, Qualcomm y MediaTek.
Rendimiento con inteligencia arquitectónica
Fabricado en el nodo N3E de TSMC, igual que sus competidores más cercanos, el XRING O1 presenta dos núcleos Cortex-X925, un detalle nada habitual (lo común es uno solo), junto a seis núcleos Cortex-A725, divididos en dos clústeres: cuatro de alto rendimiento y dos de eficiencia energética. También incluye dos Cortex-A520, aunque la eficiencia de los A725 hace que estos resulten casi innecesarios.
Esta arquitectura híbrida permite un escalado dinámico de potencia, adaptando el consumo al uso en tiempo real. El resultado: una CPU más rápida y más eficiente energéticamente que la del Dimensity 9400, y no muy lejos del Snapdragon 8 Elite de Qualcomm.
Un diseño compacto y denso
Con solo 109 mm², el XRING O1 es más pequeño que la mayoría de sus rivales: Dimensity 9400 (126 mm²), Snapdragon 8 Elite (124 mm²) y casi igual que el Apple A18 Pro (110 mm²). Sin embargo, Xiaomi ha conseguido incluir una GPU de 16 núcleos, una NPU de seis núcleos, ISP propio de cuarta generación y una jerarquía de cachés orientada al rendimiento sin usar System Level Cache (SLC), como sí hacen Apple y MediaTek.
Según pruebas iniciales, el XRING O1 logra 88,7 puntos de eficiencia en rendimiento por mm², superando al A18 Pro (85,2), al Snapdragon 8 Elite (82,6) y dejando atrás al Dimensity 9400 (73,9), lo que demuestra que la arquitectura china ha alcanzado la madurez para competir globalmente en la gama alta.
Puntos a mejorar: GPU y módem externo
No todo es perfecto: la GPU ARM Immortalis-G925 de 16 núcleos, aunque potente, consume más energía que la de MediaTek, especialmente al no contar con SLC que ayude al rendimiento gráfico sostenido. Además, el XRING O1 no integra un módem 5G, sino que recurre a un MediaTek T800 externo, lo que penaliza la autonomía en espera del Xiaomi 15S Pro.
Apple ya solucionó esto con su módem 5G integrado en el iPhone 16e, y Xiaomi parece dispuesta a seguir el mismo camino: recientemente presentó el Xring T1, su primer módem 4G propio, para su reloj Xiaomi Watch S4. El salto al 5G será complejo, pero es un paso hacia la integración vertical.
Un mensaje claro a la industria
El XRING O1 representa el SoC más equilibrado del mercado en términos de rendimiento, tamaño y eficiencia, un logro que marca un antes y un después para Xiaomi y, por extensión, para la industria china de semiconductores. Con este lanzamiento, la compañía no solo se posiciona como fabricante de hardware, sino como diseñador de arquitectura capaz de medirse con Apple, Qualcomm o MediaTek en su propio terreno.
Si Xiaomi logra integrar módem y mejorar la eficiencia gráfica en futuras generaciones, podríamos estar presenciando el nacimiento de un nuevo gigante del silicio global.

vía: GSMarena