La narrativa de que “el HDD ha muerto” vuelve a toparse con datos. En una comparecencia con prensa en Tokio, Irving Tan, consejero delegado de Western Digital (WD), defendió que el disco duro no solo no desaparece con la inteligencia artificial, sino que crece como pieza estructural del almacenamiento masivo en centros de datos. El directivo puso cifras, tecnologías y calendario sobre la mesa: 32 TB hoy, 36 TB a mediados de 2026 con ePMR, y un salto a 44 TB con HAMR en la segunda mitad de 2027.
Más allá de la hoja de ruta, Tan articuló el porqué: en los hiperescalares —los gigantes de la nube y la IA— aproximadamente un 10 % de los datos reside en NAND/SSD, un 80 % en HDD y un 10 % en cinta. No es nostalgia tecnológica, sostuvo, sino economía del dato: coste por terabyte, fiabilidad, durabilidad y vatios por capacidad siguen favoreciendo al disco duro como repositorio de frío y templado, mientras la cinta mantiene su nicho para custodia legal de muy largo plazo.
La economía del dato: caliente, templado y frío
El ejemplo que utilizó el ejecutivo es cotidiano: un vídeo de un gato jugando a la pelota en una plataforma social. Mientras el contenido es viral, el acceso concentrado y las exigencias de latencia lo justifican en SSD. Pasada la semana de pico, mantenerlo en SSD deja de ser óptimo: el coste por GB y la energía por capacidad penalizan. Migrarlo a HDD se impone por total cost of ownership (TCO). Y cuando la ley obliga a guardar años información con acceso casi nulo —p. ej., registros en servicios financieros—, la cinta sigue siendo la opción más adecuada.
La IA no rompe ese equilibrio, lo intensifica. Según Tan, con la IA generando más datos a partir de los datos existentes, hay estimaciones que triplican el volumen global de información hacia 2030. Ese contexto empuja a los hiperescalares a optimizar costos y energía por nivel de almacenamiento, no a sustituir indiscriminadamente tecnologías.
WD: de consumidor a hiperescala
Western Digital —fundada en 1970— fue durante décadas sinónimo de discos para PC y dispositivos (como el primer iPod). Pero el centro de gravedad cambió: tras reforzar su negocio de centros de datos, Tan asegura que en el último trimestre los hiperescalares ya representaron alrededor del 90 % de los ingresos de la compañía. En esa liga, el cliente no compra cientos de unidades: necesita decenas de miles por oleada, con exigencias de fiabilidad que marcan cualquiera de las decisiones tecnológicas.
36 TB con ePMR en 2026 y 44 TB con HAMR en 2027: por qué no antes
La hoja de ruta es conocida a grandes rasgos, pero WD dio fechas concretas:
- Hoy: discos de 32 TB.
- Mitad de 2026: discos de 36 TB basados en ePMR (energy-assisted Perpendicular Magnetic Recording).
- Segundo semestre de 2027: discos de 44 TB con HAMR (Heat-Assisted Magnetic Recording).
La pregunta obvia —si HAMR ya está listo en laboratorio— es por qué esperar. La respuesta de Tan no es técnica, es industrial: no basta con poder enviar hoy unas pocas unidades de 44 TB a clientes piloto; hay que garantizar una rampa de centenares de miles y luego millones de unidades por trimestre, con una fiabilidad equivalente a la que el mercado ya concede a ePMR. Y eso exige que I+D y fabricación se sincronicen desde el principio.
Cambiar la forma de desarrollar: del piloto secuencial al paralelo en línea
Para asegurarlo, WD está modificando su proceso. Tradicionalmente, la empresa desarrollaba en secuencia: línea piloto, pruebas, y si todo iba bien, traslado a la línea de volumen. Con HAMR, la validación ocurre directamente en líneas de producción, en paralelo: fabricar en volumen mientras se confirman los parámetros de calidad y fiabilidad, acelerando el tiempo hasta disponer de capacidad de escala.
“Hasta ahora desarrollábamos de forma secuencial; ahora vamos en paralelo. ¿Podemos enviar hoy un 44 TB con HAMR? No es imposible. ¿Podemos fabricar un millón? No. Entraremos en HAMR cuando logremos un producto con fiabilidad al nivel de ePMR y capacidad de volumen”, puntualizó Tan.
Más allá de la densidad: energía, rendimiento y UltraSMR
El plan de WD no se limita a capacidad. El ejecutivo avanzó que la compañía trabaja en bajar consumo y mejorar throughput:
- Energía: dos frentes. Motores más eficientes (con socios japoneses) y procesadores/firmware más ligeros y eficaces dentro de la unidad. “Pronto podremos mostrar innovación en consumo”, deslizó.
- Rendimiento: investigaciones en curso con objetivo de anuncio durante el primer trimestre de 2026.
Como palanca inmediata, WD destacó UltraSMR: un esquema de grabación que, frente a CMR, añade ~20 % de capacidad; y frente a SMR convencional, ~10 %. Es especialmente útil en cargas con lecturas mayoritarias, típicas de grandes repositorios de contenido y analítica.
Japón, socio prioritario: inversión, talento y espintrónica
El Japan Country Officer de WD, Kimifumi Takano, subrayó que Japón es “un destino de inversión clave” para la compañía. En el ejercicio 2025, el gasto con proveedores y socios en el país superó los 1.500 millones de dólares (unos 2.210 millones de yenes al tipo indicado en la presentación). Además, la empresa prevé invertir 1.000 millones de dólares (1.470 millones de yenes) en I+D en los próximos cinco años.
El centro de Fujisawa —con herencia de HGST e IBM— concentra parte de ese talento, y WD planea colaboraciones con universidades y con el NIMS (Organismo Nacional de Investigación en Materiales) para avanzar en espintrónica aplicada a cabezales de lectura más sensibles, clave para subir densidades sin sacrificar fiabilidad. La compañía reivindicó su historial de innovación —sellado en helio convertido ya en estándar del sector— como prueba de su voluntad de liderar también esta etapa.
Por qué el HDD sigue mandando en hiperescala
La argumentación de WD se puede resumir en cuatro puntos que, combinados, explican el 80 % de cuota del HDD en hiperescala:
- Capacidad masiva y coste: €/TB y $/TB siguen favoreciendo al disco cuando el volumen crece exponencialmente.
- Fiabilidad y durabilidad: ciclos de lectura/escritura y MTBF adecuados para servicios persistentes a gran escala.
- Energía por capacidad: en vatios/TB, el HDD —en reposo y acceso templado— mantiene ventajas frente a SSD, que se reservan para “caliente”.
- Arquitecturas por niveles: los grandes operadores ya orquestan migraciones automáticas de caliente → templado → frío según acceso y valor del dato, sin fricciones para el usuario.
La era de la IA añade un matiz: no todo el dato vale lo mismo ni todo el tiempo. El entrenamiento, ajuste y serving de modelos requieren latencias y ancho de banda distintos. En esa cadena, el HDD conserva —y amplía— su papel de almacén masivo para conjuntos ciclados y artefactos menos activos, igual que la cinta sostiene el archivo que marcan las regulaciones.
Retos e incógnitas: rampa HAMR y tiempos del cliente
La hoja de ruta de WD presiona a sus rivales y entusiasma al mercado, pero llega con condiciones:
- Rampa de volumen: HAMR debe llegar con capacidad de producir millones de unidades por trimestre.
- Fiabilidad: los hiperescalares no aceptarán una degradación respecto a ePMR; el dato es negocio.
- Calendario del cliente: para muchos operadores, la adopción de nuevas tecnologías no depende solo de la oferta, sino de su propia cadencia de despliegues y capex.
La compañía, consciente, ha replanteado su proceso de desarrollo —validación en línea y paralela— precisamente para sincronizar producto y volumen.
Contexto del mercado: ni SSD “sí” ni HDD “no” —capas y economía
La polarización “SSD sí / HDD no” no se sostiene cuando se miran las cifras de hiperescala. SSD y HDD no son sustitutos perfectos; son complementarios en un árbol de decisión donde mandan latencia, ancho de banda, coste y energía. Añádase cinta para la custodia legal y emerge la fotografía que WD describió: 10 % NAND, 80 % HDD, 10 % tape. Si la IA triplica el volumen de datos en 2030, como vaticinan distintas proyecciones, el pastel crece para todos los niveles. El reto es fabricar y operar a la velocidad que exige la demanda.
Qué significa para el cliente de centro de datos
- Planificación de capacidad: evaluar escaleras de 36 TB (ePMR) en 2026 y 44 TB (HAMR) en 2027, con pruebas de fiabilidad y consumo en flotas piloto.
- Energía: preparar métricas de vatios/TB y TB/rack para cuantificar mejoras; WD anticipa novedades de eficiencia.
- Rendimiento: seguir los anuncios de throughput para 1T26; dimensionar cacheos y tiers de SSD conforme a nuevos anchos en HDD.
- Arquitectura por niveles: automatizar ciclos caliente-templado-frío según acceso y valor del dato; revisar políticas de migración.
Preguntas frecuentes
¿Por qué Western Digital afirma que el HDD seguirá siendo clave en centros de datos de IA?
Porque en hiperescala el equilibrio costo-energía-capacidad favorece al HDD para datos templados y fríos. WD estima un reparto aproximado de 10 % NAND/SSD, 80 % HDD y 10 % cinta. La IA multiplica el volumen de datos y obliga a optimizar por nivel, no a eliminar el disco.
¿Qué diferencia hay entre ePMR y HAMR en la hoja de ruta de WD (36 TB vs 44 TB)?
ePMR (energy-assisted PMR) es la evolución de la grabación perpendicular con asistencia energética y sustenta los 36 TB previstos para mediados de 2026. HAMR (heat-assisted MR) usa calor para elevar la densidad y permitirá 44 TB en la segunda mitad de 2027. WD retrasa HAMR hasta poder producir millones de unidades por trimestre con fiabilidad comparable a ePMR.
¿Qué es UltraSMR y cuándo tiene sentido frente a CMR o SMR tradicional?
UltraSMR es un esquema de grabación que aumenta la capacidad ~20 % respecto a CMR y ~10 % respecto a SMR convencional. Es útil en cargas con lectura mayoritaria donde el beneficio de más TB por unidad supera el coste de escrituras menos frecuentes.
¿Qué inversiones planea WD en Japón y por qué son relevantes para la innovación en HDD?
WD superó 1.500 millones de dólares de gasto con proveedores en Japón en el año fiscal 2025 y prevé 1.000 millones en I+D en cinco años. El centro de Fujisawa —con legado de HGST/IBM— y colaboraciones con universidades y el NIMS impulsan tecnologías como la espintrónica en cabezales, clave para subir densidades manteniendo fiabilidad.
vía: PC Watch