El mercado de las telecomunicaciones en España ha vivido en los últimos meses un episodio de alta tensión con el futuro de Finetwork, el operador móvil virtual (OMV) con sede en Alicante. Tras meses de disputas legales y financieras, el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Alicante ha homologado el plan de reestructuración propuesto por Vodafone España, lo que implica que la compañía británica, controlada por el fondo Zegona, asumirá la propiedad mayoritaria de la sociedad matriz de Finetwork, Wewi Mobile.
La operación supone un cambio de rumbo radical para el OMV, que desde principios de año se encontraba inmerso en un conflicto con su proveedor de red, precisamente Vodafone, por impagos derivados del uso de su infraestructura de fibra y móvil.
De la disputa contractual al control accionarial
El origen del conflicto se remonta a principios de 2024, cuando Finetwork acusó a Vodafone de prestar un servicio deficiente en virtud del contrato mayorista que ambas compañías habían renovado unos meses antes. El acuerdo contemplaba compensaciones económicas en caso de incidencias graves, lo que llevó a Finetwork a reclamar hasta 150 millones de euros en daños y perjuicios.
En respuesta, Finetwork dejó de pagar las facturas correspondientes al alquiler de la red, lo que generó una deuda millonaria que creció de forma sostenida hasta situar a la empresa en preconcurso de acreedores en mayo de 2025.
Vodafone, como principal acreedor, solicitó la designación de un experto en reestructuración, que finalmente recayó en FTI Consulting. El plan presentado contemplaba la capitalización parcial de la deuda y la toma de control de la compañía alicantina.
Las claves del plan aprobado por el juez
El auto judicial establece que Vodafone pasará a controlar el 95 % del accionariado de Wewi Mobile, lo que le otorga el poder de designar a los tres miembros del nuevo consejo de administración. Además, se compromete a inyectar hasta 20 millones de euros en financiación protegida, lo que garantiza liquidez inmediata y prioridad de cobro frente a otros acreedores.
De forma paralela, el plan incluye la compensación de deuda por valor de 50 millones de euros a través de una ampliación de capital, diluyendo la participación de los socios fundadores hasta apenas un 10 %.
La decisión judicial también bloquea cualquier intento de venta o movimiento corporativo por parte de los actuales propietarios, lo que anula definitivamente la operación que Finetwork había anunciado en junio con el fondo Asterion para vender la compañía a Olin como vía de escape a la crisis.
Un futuro aún condicionado a la CNMC y al Gobierno
Aunque el fallo judicial allana el camino, la toma de control por parte de Vodafone todavía está sujeta a la aprobación de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y del área de Inversiones Extranjeras del Gobierno español.
El motivo: Vodafone España está controlada por Zegona, un grupo financiero británico, mientras que Finetwork opera en un sector considerado estratégico. Estas autorizaciones podrían resolverse en un plazo aproximado de un mes.
Si no se obtiene la luz verde antes del 31 de diciembre de 2025, el plan perdería validez, aunque las fuentes del sector consideran improbable que las autoridades bloqueen una operación que garantiza la continuidad del servicio a cientos de miles de clientes.
El impacto para clientes y el mercado
Vodafone ha querido mandar un mensaje claro: la prioridad será la “estabilidad operativa de Finetwork” y la prestación regular del servicio a los clientes, un colectivo que había mostrado inquietud en los últimos meses ante la posibilidad de que la crisis financiera del OMV desembocara en interrupciones o pérdida de cobertura.
El movimiento también tendrá impacto en el mapa competitivo. Finetwork había logrado hacerse un hueco en el mercado gracias a una política agresiva de precios y a campañas publicitarias de gran alcance, fichando a embajadores como Fernando Alonso. Con el control de Vodafone, la marca podría transformarse en una filial de bajo coste para competir directamente con otros operadores del segmento low-cost como Digi, MásMóvil o Lowi.
Una operación con efectos en el ecosistema telco español
La absorción de facto de Finetwork por parte de Vodafone refleja un fenómeno recurrente en el sector de las telecomunicaciones: la dificultad de los operadores virtuales para sobrevivir a gran escala sin el respaldo de un grupo con músculo financiero y control de infraestructuras.
En este caso, la dependencia tecnológica de Finetwork respecto a Vodafone se convirtió en un arma de doble filo. Por un lado, le permitió crecer con rapidez ofreciendo fibra y móvil a precios competitivos; por otro, lo dejó vulnerable ante cualquier desencuentro con su proveedor de red.
Ahora, con Vodafone al mando, el futuro de la marca parece asegurado, pero probablemente a costa de perder la independencia que había caracterizado a la empresa desde su fundación en Alicante.
Preguntas frecuentes (FAQ)
1. ¿Qué pasará con los clientes actuales de Finetwork?
Según Vodafone, el servicio se mantendrá con normalidad y se garantiza la continuidad de las líneas y condiciones contratadas, sin interrupciones.
2. ¿Cuándo será efectiva la toma de control de Vodafone?
Se espera que en aproximadamente un mes, tras obtener la autorización de la CNMC y del Gobierno, Vodafone pueda asumir de manera efectiva el control de Finetwork.
3. ¿Qué ocurrirá con la marca Finetwork?
Aunque Vodafone no ha dado detalles concretos, los expertos apuntan a que podría mantenerse como marca independiente en el segmento low-cost, similar al papel de Lowi dentro del grupo.
4. ¿Cómo afecta esto al mercado de telecomunicaciones en España?
Refuerza la posición de Vodafone en el sector y reduce la independencia de los OMV. Al mismo tiempo, intensifica la competencia en el segmento de bajo coste, donde Digi y MásMóvil siguen ganando cuota de mercado.
vía: expansion