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Trump advierte sobre el «tsunami energético» de la IA mientras Jensen Huang defiende la urgencia de duplicar la capacidad eléctrica en EE. UU.

La carrera por la inteligencia artificial generativa enfrenta un desafío colosal: la electricidad. Durante la cumbre “Winning the AI Race” en Washington D. C., el presidente Donald Trump reconoció el choque entre ambición tecnológica y realidad energética.

El presidente Donald Trump sorprendió en su intervención principal durante la cumbre «Winning the AI Race», no solo por sus promesas de liderazgo mundial en inteligencia artificial, sino por su asombro ante las proyecciones de consumo eléctrico necesarias para sostener la infraestructura IA de próxima generación.

“Vais a necesitar más electricidad de la que cualquier ser humano ha necesitado jamás”, exclamó Trump, dirigiéndose al CEO de NVIDIA, Jensen Huang. “Cuando me explicaron lo que se requiere realmente, pensé: tiene que ser una broma. ¿No podríais hacerlo con un poco menos?”

Aunque el comentario fue recibido con humor, el trasfondo es serio. La expansión masiva de centros de datos dedicados a IA, impulsados por GPUs como las NVIDIA H100 (700 W) y las nuevas Blackwell (hasta 1.200 W por unidad), podría duplicar la demanda energética de EE. UU. en la próxima década si se cumplen los planes más agresivos de escalado.

Huang responde: sin energía, no hay IA

Jensen Huang no tardó en responder. Durante su participación, fue tajante:

“No se puede construir una nueva industria sin energía. No puedes repatriar manufactura sin energía. Y no puedes sostener la inteligencia artificial sin energía. Si EE. UU. quiere producir, necesita energía”.

comparativa consumo energetico

Este posicionamiento refuerza la idea de que la IA no es solo una cuestión de algoritmos o talento, sino de infraestructura crítica. Para empresas como Meta, Microsoft, Amazon, OpenAI o xAI, que están desplegando campus de IA de cientos de megavatios, la disponibilidad energética se ha convertido en el cuello de botella clave.

¿El nuevo oro es la electricidad?

Según la Administración de Información Energética de EE. UU. (EIA), en 2023 el país produjo 4.178 teravatios-hora (TWh), de los cuales un 60 % provinieron de combustibles fósiles. Trump mencionó como objetivo duplicar esa cifra para permitir que cada empresa tecnológica construya su propia planta energética, algo que ya está ocurriendo en algunos casos a través de acuerdos PPA y soluciones de generación on-site.

“Cada compañía tendrá derecho a construir su propia planta. Serán, en la práctica, su propia compañía eléctrica”, aseguró Trump.

No es solo retórica. Firmas como Amazon Web Services ya invierten miles de millones en renovables, mientras que Google y Microsoft se comprometen con objetivos 24/7 de energía limpia.

¿El regreso de la energía nuclear?

Una de las soluciones sobre la mesa es la energía nuclear. Trump afirmó haber firmado una orden ejecutiva para acelerar la construcción de reactores nucleares “seguros y fiables”. Coincide con anuncios recientes como el de Nueva York, que iniciará la construcción de su primera central nuclear en 15 años.

Pero la nuclear no es una solución inmediata: un reactor puede tardar más de cinco años en entrar en funcionamiento, demasiado tiempo si se quiere cubrir la oleada de demanda prevista entre 2025 y 2028.

Una realidad difícil de apagar

A pesar de la expansión renovable —en 2024, la solar superó por primera vez al carbón en EE. UU.—, los cierres de centrales térmicas y los cuellos de botella en transmisión y almacenamiento siguen limitando la velocidad de crecimiento energético.

Para CTOs y responsables de estrategia digital, este mensaje es claro: el coste energético debe considerarse en la planificación de cargas IA a gran escala. Ya no basta con optimizar el software: las decisiones sobre ubicación física de centros de datos, acuerdos energéticos y eficiencia de hardware serán determinantes para competir.


Conclusión: La inteligencia artificial será tan poderosa como la red eléctrica que la alimente. Y por primera vez en décadas, las decisiones sobre energía están marcando el pulso tecnológico de Estados Unidos.

¿Podrán las promesas políticas traducirse en gigavatios reales antes de que se saturen los nuevos campus de IA? La cuenta atrás ya ha comenzado.

vía: pcgamer

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