Quien esté pensando en ampliar la RAM del ordenador o montar un PC nuevo en 2026 quizá debería ir cambiando el chip: la memoria ya no se mueve solo por la demanda “normal” del mercado de consumo. Según una diapositiva interna atribuida a SK Hynix y compartida por el analista BullsLab Jay (recogida después por varios medios del sector), la industria afronta un escenario de crecimiento de oferta limitado y inventarios muy ajustados que podría extender la presión en DRAM hasta 2028.
Dicho de otra forma: no es el típico vaivén de precios de “este año sube, el que viene baja”. El diagnóstico apunta a un ciclo largo, alimentado por la IA en centros de datos, el auge de la memoria de alto margen (HBM) para GPUs y el tiempo real que cuesta ampliar capacidad productiva en fábricas de semiconductores.
Lo importante: por qué la DRAM “normal” se queda en segundo plano
El documento menciona un matiz clave: cuando habla de suministro “tradicional” de DRAM, excluye HBM y SOCAMM. Eso es relevante porque, si el grueso de la inversión y la planificación industrial se está orientando hacia los productos más rentables y demandados por la IA (especialmente HBM), el mercado de DRAM “commodity” (la que termina en portátiles, sobremesas y estaciones de trabajo) puede quedarse con una expansión más lenta.
La tesis se apoya en tres ideas bastante fáciles de entender con sentido común:
- Las fábricas nuevas tardan años, y las transiciones tecnológicas (nodos más avanzados, nuevos procesos) ralentizan el crecimiento “rápido” de capacidad.
- La IA tira del carro: no solo por GPUs, también por servidores, redes, almacenamiento y, en general, por más memoria por sistema.
- Los inventarios se están llevando al mínimo, lo que reduce el colchón que amortigua subidas de precio cuando se dispara la demanda.
Qué puede pasar en PCs: quizá no se vendan muchos más… pero cada uno llevará más RAM
Otro punto interesante del análisis es la lectura para el mercado de PC: en 2026, los envíos podrían mantenerse en niveles similares a 2025, pero la memoria por equipo tendería a subir.
¿La razón? La expansión de los llamados AI PCs (equipos con NPU y enfoque en tareas de IA local) empuja a configuraciones más generosas: más RAM para modelos locales, más multitarea “pesada”, más herramientas creativas con IA… Aunque el usuario medio no entrene un modelo, cada vez más software intenta apoyarse en inferencia local o en flujos híbridos.
Esto no significa que “te vayan a obligar” a comprar 64 GB mañana. Pero sí que, si la tendencia del mercado pasa de 16 GB como base a 24/32 GB como normalidad en equipos de gama media, el consumo agregado de DRAM sube incluso sin aumentar el número de PCs vendidos.
La anécdota que encaja demasiado bien: módulos con fechas “absurdas” (¿placeholders o síntoma?)
En paralelo a este discurso de tensión de oferta, algunos usuarios se han encontrado con casos curiosos en retail: por ejemplo, se ha señalado una ficha de memoria DDR5 de Lexar que aparecía como preventa con fecha de envío en 2027. Lo más probable es que sea un placeholder (un valor por defecto cuando el sistema no tiene fecha real), pero el detalle se ha convertido en munición perfecta para una idea que ya circulaba: cuando la cadena va justa, aparecen “señales raras” en catálogos, previsiones y disponibilidad.
Conviene tomárselo con prudencia: una fecha extraña en una tienda no demuestra nada por sí sola. Pero, como termómetro de ruido del mercado, ayuda a entender por qué el debate se está calentando.
¿Y el almacenamiento? Más QLC y presión al alza si la oferta no acompaña
El mismo análisis también apunta a que en almacenamiento de consumo no se espera un crecimiento espectacular, pero sí una expansión de productos basados en QLC (celdas de 4 bits), que permiten aumentar capacidad por coste, a cambio de compromisos en rendimiento sostenido o resistencia (dependiendo del modelo y del uso).
Además, se sugiere que, si los inventarios siguen cayendo y la oferta no acompaña, puede mantenerse la presión alcista en precios, especialmente si parte de la inversión industrial se concentra en segmentos más rentables (servidor, IA, HBM), dejando al consumo con menos prioridad relativa.
Qué hacer si eres usuario “normal” y quieres actualizar sin pagar de más
Sin dramatismos, hay decisiones prácticas que suelen salir bien en escenarios de tensión de oferta:
- Actualizar solo si hay un cuello de botella real: si tu equipo va bien, no persigas la RAM “por si acaso”.
- Aprovechar ventanas de precio: cuando veas una promoción buena en un kit razonable (p. ej., pasar de 16 a 32 GB), puede tener más sentido comprar ahí que esperar “a que baje” si la narrativa del mercado es de ajuste prolongado.
- Priorizar compatibilidad y estabilidad: en DDR5, muchas veces es mejor un kit probado a perseguir cifras máximas de MHz si no lo necesitas.
- Planificar compras profesionales con margen: si dependes de hardware para trabajar, comprar “justo cuando hace falta” suele salir más caro cuando el mercado se tensiona.
Preguntas frecuentes
¿Esto significa que la RAM va a subir sí o sí hasta 2028?
No necesariamente “sin parar”, pero el escenario descrito apunta a un mercado con menos holgura: más fácil que haya periodos de presión de precios y menos garantías de bajadas rápidas.
¿Tiene sentido comprar DDR5 ahora “por miedo”?
Solo si ya ibas a ampliar en los próximos meses por necesidad real. Comprar por pánico suele acabar en malas decisiones (o en kits sobredimensionados que no aprovechas).
¿Los AI PCs obligarán a tener 32 GB como mínimo?
No. Pero sí pueden empujar el mercado hacia configuraciones medias más altas. Eso influye en la demanda global aunque el usuario no lo note de golpe.
¿QLC es “malo” y debería evitarlo?
No es blanco o negro. QLC puede ser muy útil para almacenamiento masivo y uso general, pero conviene mirar bien el modelo (caché, TBW, rendimiento sostenido) si vas a escribir grandes volúmenes de datos.
fuente: videocardz.com y X Bullslab
