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El primer transistor optoelectrónico a velocidad de petahercios podría revolucionar la informática moderna

Un avance pionero desde EE.UU. promete una nueva generación de procesadores hasta un millón de veces más rápidos que los actuales.

Un grupo de investigadores de la Universidad de Arizona ha logrado lo que hasta hace poco parecía pura ciencia ficción: el desarrollo del primer transistor optoelectrónico funcional con velocidad en el rango de los petahercios (PHz). Este hito ha sido publicado en la prestigiosa revista científica Nature Communications, y podría redefinir los límites actuales del procesamiento informático.

¿Qué significa alcanzar velocidad de petahercios?

Para entender la magnitud de este descubrimiento, es necesario ponerlo en contexto. Los procesadores más potentes de hoy en día operan a velocidades del orden de gigahercios (GHz), es decir, miles de millones de ciclos por segundo. Un petahercio equivale a un millón de gigahercios, una velocidad que hasta ahora se consideraba inalcanzable para componentes electrónicos tradicionales.

Tecnología basada en pulsos ultrarrápidos y grafeno

El avance se ha logrado mediante el uso de pulsos de luz ultrarrápidos, de menos de un trillonésimo de segundo de duración, para manipular los electrones dentro de una estructura de grafeno, uno de los materiales más prometedores en electrónica avanzada por su alta movilidad electrónica y estructura bidimensional.

Lo más sorprendente del experimento fue observar un fenómeno conocido como efecto túnel cuántico, en el que los electrones, en lugar de superar una barrera energética, la atraviesan como si esta no existiera, gracias a la naturaleza probabilística de la mecánica cuántica.

¿Por qué es tan revolucionario?

Este tipo de transistor basado en fotones —en lugar de corriente eléctrica tradicional— abre la puerta a una nueva era de computación óptica. Su funcionamiento, millones de veces más rápido que los semiconductores actuales, permitiría diseñar procesadores con capacidades de cómputo que superan en un factor de hasta 1.000.000x a los chips más avanzados del presente, como los de la familia Apple M3 o los Intel Core Ultra.

El impacto potencial de esta tecnología abarca múltiples áreas:

  • Inteligencia artificial de ultra alto rendimiento
  • Simulaciones científicas en tiempo real
  • Cálculo cuántico híbrido
  • Procesamiento de datos a escala exa o zettabyte

Implicaciones futuras

Según el equipo de la Universidad de Arizona, este descubrimiento podría allanar el camino hacia la próxima generación de hardware, perfectamente alineada con las demandas del software impulsado por inteligencia artificial generativa y computación cognitiva.

Además, sugiere que podríamos estar a las puertas de una nueva revolución industrial, basada no solo en el silicio, sino en materiales bidimensionales como el grafeno y en arquitecturas híbridas optoelectrónicas, donde la luz y la materia interactúan en escalas femtosegundo.

Un salto cuántico hacia la informática del futuro

Aunque aún estamos en fases iniciales de experimentación, este desarrollo ya está siendo comparado con hitos históricos como la invención del transistor en 1947 o la aparición del microprocesador en los años 70. Es probable que en los próximos años, veamos cómo esta tecnología escala desde laboratorios hasta entornos comerciales de alto rendimiento, redefiniendo lo que hoy entendemos por velocidad de procesamiento.

Fuente: MyDrivers

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