OpenAI, la empresa detrás de ChatGPT y del modelo GPT-5, está a punto de dar un paso estratégico en el competitivo mercado de la inteligencia artificial: producir sus propios chips de IA a gran escala a partir de 2026. Según ha revelado el Financial Times, la compañía ha diseñado un procesador especializado en colaboración con Broadcom, fabricante estadounidense de semiconductores, con un contrato valorado en unos 10.000 millones de dólares.
El movimiento busca responder a dos retos inmediatos: el incremento exponencial de la demanda de potencia de cálculo y la fuerte dependencia que mantiene de NVIDIA, líder indiscutible del mercado con sus GPUs H100 y la nueva arquitectura Blackwell.
De la escasez de GPUs a la autosuficiencia
La idea no es nueva. Ya en 2023, Reuters adelantó que OpenAI exploraba la posibilidad de desarrollar hardware propio, después de que su CEO, Sam Altman, señalara que las limitaciones de suministro de GPUs estaban afectando a la velocidad y fiabilidad de los servicios de la empresa. En aquel momento, OpenAI comenzó conversaciones con Broadcom y con Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC), aunque no está confirmado si la colaboración con la fundición taiwanesa sigue en pie.
Here is how we are prioritizing compute over the next couple of months in light of the increased demand from GPT-5:
— Sam Altman (@sama) August 12, 2025
1. We will first make sure that current paying ChatGPT users get more total usage than they did before GPT-5.
2. We will then prioritize API demand up to the…
La apuesta ha cobrado fuerza en los últimos meses. Tras el lanzamiento de GPT-5, Altman reconoció públicamente que la compañía debía duplicar su capacidad de computación en apenas cinco meses para poder atender la demanda de ChatGPT y de sus APIs empresariales.
Los nuevos “XPUs”
El chip en desarrollo, bautizado de manera provisional como “XPU”, pertenece a la categoría de aceleradores de propósito específico para IA. Estos procesadores están diseñados para entrenar y ejecutar modelos de lenguaje de gran tamaño de forma más eficiente que una GPU convencional. Según el Financial Times, OpenAI no planea comercializarlos, sino destinarlos exclusivamente a su propia infraestructura en la nube.
La decisión podría suponer un ahorro de costes a medio plazo. Aunque el desembolso inicial es elevado, controlar la producción y el diseño del hardware permitirá a la empresa optimizar su rendimiento, mitigar futuras crisis de suministro y reforzar su independencia tecnológica frente a NVIDIA.
Un mercado dominado por NVIDIA
La apuesta de OpenAI llega en un contexto en el que NVIDIA sigue dominando la industria. En el segundo trimestre fiscal de 2025, la compañía reportó un incremento del 56 % en sus ingresos interanuales, sin necesidad siquiera de vender chips H20 en China debido a las restricciones de exportación.
Aun así, analistas del sector apuntan a que los chips personalizados –como los XPUs de OpenAI, los TPUs de Google o los Trainium de Amazon– representarán cada vez más cuota en el mercado, especialmente entre los gigantes tecnológicos que requieren controlar su cadena de suministro.
Estrategia a largo plazo
Más allá de los problemas coyunturales, la jugada de OpenAI refleja un cambio profundo en la industria: las grandes compañías de software e inteligencia artificial se convierten en fabricantes de hardware. Al diseñar sus propios chips, no solo aseguran capacidad de cómputo, sino que también pueden adaptar la arquitectura a las necesidades concretas de sus modelos de IA, desde la eficiencia energética hasta la escalabilidad.
La incógnita ahora está en la capacidad de OpenAI para ejecutar un proyecto de tal envergadura en un sector tan complejo como el de los semiconductores, dominado por actores con décadas de experiencia.
Preguntas frecuentes (FAQ)
¿Qué es un XPU?
Es el nombre provisional de los chips de IA desarrollados por OpenAI junto a Broadcom. Son aceleradores de propósito específico para entrenar y ejecutar modelos de lenguaje, similares en filosofía a los TPUs de Google.
¿Competirán directamente con NVIDIA?
No en el corto plazo. Los XPUs estarán destinados exclusivamente a la infraestructura de OpenAI, mientras que NVIDIA seguirá liderando el mercado global de GPUs para IA.
¿Qué papel juega Broadcom?
Broadcom es el socio tecnológico de OpenAI en este proyecto. Según el Financial Times, el fabricante ha recibido pedidos valorados en 10.000 millones de dólares, aunque no se han revelado detalles técnicos sobre la arquitectura del chip.
¿Por qué OpenAI quiere fabricar sus propios chips?
Para reducir su dependencia de NVIDIA, garantizar la disponibilidad de hardware ante la creciente demanda y, a largo plazo, ahorrar costes al tener un control total sobre el diseño y la producción de sus procesadores.
vía: engadget