La compañía espera recuperar cuota de mercado frente a Huawei con una versión limitada de su nueva arquitectura, sin HBM ni CoWoS, pero apoyada en su ecosistema CUDA
NVIDIA prepara el lanzamiento de su nuevo chip de inteligencia artificial destinado al mercado chino, una versión recortada de su arquitectura Blackwell, que podría generar hasta 10.000 millones de dólares en ingresos durante este año, según datos adelantados por Reuters. El objetivo principal de esta versión adaptada no es liderar en potencia, sino recuperar terreno frente a competidores como Huawei, en un contexto marcado por las restricciones impuestas por Estados Unidos y el endurecimiento del panorama geopolítico.
El nuevo chip, cuyo precio estimado oscila entre 6.500 y 8.000 dólares, cuesta aproximadamente la mitad que el acelerador de IA H20 que la propia NVIDIA ofrece en otros mercados. Esta reducción de precio no es casual: el diseño del chip ha prescindido de tecnologías clave como la memoria HBM (High Bandwidth Memory) y el empaquetado avanzado CoWoS de TSMC, como forma de cumplir con las regulaciones de ancho de banda impuestas por el Gobierno estadounidense. A cambio, utiliza memoria GDDR7, lo que se traduce en un rendimiento considerablemente inferior respecto a las versiones estándar de Blackwell.
La producción del chip está prevista para comenzar el próximo mes, y su disponibilidad en el mercado chino se espera para julio de 2025.
Un mercado de 50.000 millones que se escapa
China representa una oportunidad de negocio estimada en 50.000 millones de dólares para NVIDIA, según reconoció su director ejecutivo, Jensen Huang. Sin embargo, la imposición de restricciones a la exportación de chips de alto rendimiento ha reducido notablemente su presencia en el país asiático. El mercado chino solía suponer una parte sustancial de los ingresos globales de NVIDIA, especialmente gracias a las ventas masivas de GPUs como las H100 y A100, diseñadas para tareas de entrenamiento e inferencia de modelos de lenguaje de gran tamaño (LLM).
Tras los primeros vetos de la administración de Joe Biden, la cuota de mercado de NVIDIA en China se ha reducido a la mitad, situándose actualmente en torno al 50 %, una caída que preocupa a los ejecutivos de la empresa californiana.
Huawei toma la delantera en hardware
Aunque el nuevo chip de NVIDIA promete ser competitivo en precio, no será el más potente del mercado chino. Ese título parece recaer actualmente en el Ascend 910C de Huawei, un chip que, según los expertos, supera en rendimiento al Blackwell recortado. La ventaja de NVIDIA, sin embargo, no reside únicamente en el hardware: la compañía pretende capitalizar su consolidado ecosistema de software, con CUDA como elemento diferencial clave para el desarrollo y ejecución de modelos de inteligencia artificial.
El ecosistema CUDA, ampliamente adoptado por investigadores y empresas tecnológicas a nivel mundial, ofrece herramientas, bibliotecas y compatibilidad con múltiples frameworks de IA, lo que facilita el desarrollo de soluciones avanzadas, incluso con hardware menos potente.
Un millón de unidades antes de fin de año
Pese a sus limitaciones técnicas, el nuevo chip de Blackwell podría convertirse en un éxito comercial. Las previsiones apuntan a que NVIDIA venderá más de un millón de unidades antes de que finalice 2025. Su bajo coste lo convierte en una opción atractiva para empresas chinas que buscan desplegar aplicaciones de IA generativa sin incurrir en los elevados costes de los chips de gama alta.
Con esta maniobra, NVIDIA busca mantener su presencia en el mercado chino, evitar una pérdida total de relevancia frente a rivales locales como Huawei y, sobre todo, adaptarse a las condiciones impuestas por las tensiones entre Washington y Pekín.
En resumen, el nuevo chip Blackwell para China no es un competidor directo en la cima del rendimiento, pero marca un giro estratégico significativo para NVIDIA, que demuestra una vez más su capacidad de adaptación a un entorno político y tecnológico en rápida evolución.