La disponibilidad de tarjetas gráficas para gaming podría volver a tensarse en 2026. Según rumores que circulan en la cadena asiática de suministro y que han sido recogidos por medios especializados, Nvidia estaría planteándose reducir de forma notable la producción de chips destinados a la familia GeForce durante el primer semestre del próximo año. La cifra que se maneja —todavía sin confirmación oficial— es contundente: entre un 30 % y un 40 % menos de GPU fabricadas en la primera mitad de 2026 frente al mismo periodo de 2025.
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El origen del ruido está en fuentes de China vinculadas al sector, a las que se atribuyen filtraciones sobre planificación de capacidad. A partir de ahí, el rumor ha saltado al radar europeo gracias a coberturas como la de heise, que lo conecta con un contexto que ya venía calentando el mercado: la presión sobre el suministro de memoria (especialmente GDDR7) y la creciente prioridad de Nvidia por el negocio de aceleradores para centros de datos.
Dos modelos en el foco: RTX 5070 Ti y RTX 5060 Ti de 16 GB
La supuesta reducción no sería uniforme en todo el catálogo. Las informaciones apuntan a que los recortes afectarían de forma destacada a la GeForce RTX 5070 Ti y a la versión de 16 GB de la GeForce RTX 5060 Ti. Ese detalle, en sí mismo, ya dibuja una estrategia.
En el caso de la RTX 5070 Ti, la lógica industrial es clara: se trataría de un modelo que compartiría GPU con la RTX 5080, pero con parte del chip desactivado. Para los socios ensambladores (AIC) y para la propia Nvidia, esto abre una disyuntiva: si la 5080 deja más margen y compite por el mismo “silicio”, priorizar el modelo superior es una forma directa de maximizar ingresos por cada oblea disponible.
La RTX 5060 Ti de 16 GB, en cambio, se describe como una variante de nicho, más difícil de defender cuando el mercado entra en modo escasez. Si la memoria se encarece o falta, los productos que no rotan con fuerza suelen ser los primeros en sufrir ajustes, porque inmovilizan inventario sin garantizar volumen.
El cuello de botella: la memoria (GDDR7) y el “paquete” GPU + DRAM
La explicación que más se repite para justificar un recorte de producción es la misma que viene marcando el pulso de varias gamas de hardware: escasez y encarecimiento de memoria, con menciones explícitas a GDDR7 y también a tensiones más amplias en el mercado de chips de memoria.
En paralelo, el rumor se mezcla con otro debate relevante para la industria: el modelo tradicional de suministro en el que, en algunos casos, GPU y memoria se comercializan de forma vinculada para asegurar disponibilidad y simplificar la logística. Si esa dinámica cambia —si los chips dejan de ir “empaquetados” como antes para los fabricantes de tarjetas—, el tablero se complica: los ensambladores pueden encontrarse con GPU sin memoria suficiente (o con memoria a precios que rompen el PVP), y la consecuencia inmediata suele ser la misma: menos unidades terminadas y más presión al alza en el precio final.
La escasez no sería inmediata: fabricar chips lleva semanas (y la cadena logística, meses)
Incluso si Nvidia ajustara capacidad en enero, la escasez no “aparecería” en tienda al día siguiente. La fabricación de semiconductores implica miles de pasos y tiempos de ciclo que, sumados al empaquetado, la distribución y el ensamblaje por parte de terceros, empujan cualquier efecto al mercado a un horizonte de semanas o incluso meses.
Por eso, el impacto real —si se confirma el recorte— podría notarse de forma gradual: primero en disponibilidad irregular de modelos concretos, después en precios menos estables, y finalmente en un mercado donde las gamas medias vuelven a sufrir el viejo problema de siempre: pagar casi lo mismo por mucho menos stock.
El elefante en la habitación: Nvidia gana muchísimo más con IA que con gaming
Hay un factor que explica por qué este rumor se toma en serio: la aritmética del negocio ha cambiado. Nvidia sigue vendiendo GeForce, pero su centro de gravedad está en los centros de datos. En sus resultados del tercer trimestre del año fiscal 2026, la compañía reportó 57,0 mil millones de dólares de ingresos totales, con 51,2 mil millones procedentes del segmento de Data Center. El área de Gaming, por comparación, registró 4,3 mil millones, con una subida interanual, pero muy lejos del volumen del negocio IA.
En términos industriales, esto significa que el incentivo de Nvidia no es “llenar estanterías” de tarjetas para PC, sino asignar recursos (capacidad, empaquetado, memoria, validaciones) a los productos con mayor retorno. Y hoy ese retorno está en la infraestructura para entrenamiento e inferencia, no en el retail gamer.
¿Qué puede pasar en 2026 si el recorte se confirma?
El escenario que describen los analistas del sector no necesita dramatismo: basta con recordar cómo se comporta el mercado cuando dos ingredientes fallan a la vez, capacidad y memoria.
- Más volatilidad de precios, especialmente en los modelos “dulces” de gama media-alta que suelen agotarse antes.
- Mayor distancia entre PVP y precio real, con ofertas puntuales que desaparecen y reposiciones irregulares.
- Efecto dominó en el resto del mercado, porque cuando GeForce escasea, parte de la demanda migra a Radeon… y eso también puede tensionar inventarios y tarifas.
De momento, todo se sostiene sobre filtraciones y lecturas de la cadena de suministro, sin confirmación oficial de Nvidia. Pero el contexto —memoria cara y foco absoluto en IA— hace que la hipótesis no suene descabellada para muchos actores del sector.
Preguntas frecuentes
¿Qué significa que Nvidia recorte un 30 %–40 % la producción de GPUs GeForce en 2026?
Implica que habría menos chips disponibles para fabricar tarjetas gráficas de consumo, lo que normalmente se traduce en menos stock y más presión sobre el precio final en tiendas.
¿Por qué se menciona tanto la GDDR7 en la posible escasez de RTX 50?
Porque la memoria es un componente crítico de la tarjeta. Si hay falta de GDDR7 o sube de precio, se reduce la capacidad de ensamblar unidades o se encarece el producto, incluso aunque haya GPU disponibles.
¿Por qué la RTX 5070 Ti estaría especialmente expuesta a recortes?
Porque compartiría GPU con una RTX 5080 más cara. Si hay limitaciones de suministro, priorizar el modelo con más margen por unidad es una decisión típica en la industria.
¿Cuándo podría notarse una escasez real en el mercado si el plan se aplica?
No suele ser inmediato: la producción de semiconductores y la logística llevan semanas. El efecto podría aparecer de forma gradual a lo largo de 2026, primero en modelos concretos.