NVIDIA niega instalar rastreadores en sus chips de IA mientras crece la tensión entre EE.UU. y China

La compañía estadounidense NVIDIA se ha visto obligada a dar explicaciones públicas tras la polémica surgida en torno a la presencia de dispositivos de rastreo en envíos de servidores y chips de inteligencia artificial. La multinacional asegura que “no instalamos dispositivos de rastreo secretos en nuestros productos”, desmarcándose así de una práctica que, según diversas filtraciones, estaría siendo impulsada directamente por el Gobierno de Estados Unidos.

El episodio ocurre en un contexto de máxima fricción tecnológica y comercial entre Washington y Pekín, con los chips de IA en el centro de la batalla por el control de la próxima generación de innovación digital.


Rastreadores incorporados tras la producción

La polémica comenzó con informaciones que apuntaban a que determinados envíos de hardware, principalmente servidores equipados con GPUs de NVIDIA y AMD, habían sido interceptados para añadir dispositivos de rastreo. Estos equipos, en algunos casos del tamaño de un teléfono móvil, fueron localizados tanto en embalajes como en el interior de servidores de compañías como Dell o Super Micro.

El objetivo de estas medidas, coordinadas por el Departamento de Comercio junto a agencias como el FBI y el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), es claro: vigilar el destino final del hardware de alto rendimiento para evitar que termine en manos no autorizadas, principalmente en China, a través del mercado gris.

Las operaciones se centran en envíos considerados de “alto riesgo”, es decir, grandes pedidos destinados a países vecinos como Singapur, desde donde parte del material acabaría desviándose hacia China.


NVIDIA se lava las manos

La respuesta de NVIDIA no se hizo esperar. En un breve comunicado, la empresa insistió en que los rastreadores no proceden de sus procesos de fabricación ni de su cadena de suministro directa, sino que habrían sido incorporados posteriormente por autoridades gubernamentales.

La compañía se desmarca así de cualquier responsabilidad y recalca que prácticas de este tipo podrían poner en entredicho la confianza internacional en la tecnología estadounidense. “Instalar funciones ocultas comprometería nuestra credibilidad global y afectaría a nuestro negocio”, había señalado ya semanas atrás en relación a las especulaciones sobre supuestos “kill switches” o mecanismos de desactivación remota.


China, entre la desconfianza y el mercado gris

Para Pekín, el asunto no es menor. El Gobierno chino ha expresado su preocupación por la posibilidad de que el hardware estadounidense incorpore funciones ocultas de vigilancia o desactivación remota, lo que supondría un riesgo estratégico en sectores clave como defensa, telecomunicaciones o investigación en IA.

Al mismo tiempo, el lanzamiento por parte de NVIDIA de sus GPUs H20 —un modelo diseñado específicamente para cumplir con las restricciones de Washington— no ha convencido a las empresas chinas. Con un rendimiento limitado respecto a las versiones originales, estas GPUs son vistas como un “producto de segunda categoría” que limita la competitividad tecnológica del país.

Ante este escenario, muchos actores en China siguen recurriendo al mercado gris para acceder a hardware más potente y libre de posibles limitaciones o puertas traseras, aunque ello implique mayores riesgos y costes.


El epicentro de la rivalidad tecnológica

El debate sobre la trazabilidad de los chips de IA se ha convertido en un reflejo de la rivalidad geoestratégica entre Estados Unidos y China. Por un lado, Washington busca controlar el flujo de hardware crítico para frenar el avance chino en supercomputación e inteligencia artificial. Por otro, Pekín acusa a EE.UU. de usar la seguridad como excusa para imponer un freno económico y mantener su hegemonía en el sector.

La desconfianza mutua alimenta una espiral de medidas y contramedidas. Mientras NVIDIA insiste en limpiar su nombre, el asunto revela hasta qué punto los chips de IA son ya un activo geopolítico de primer nivel, comparable al petróleo o a los minerales estratégicos en décadas anteriores.


Preguntas frecuentes (FAQ)

1. ¿Quién está instalando los rastreadores en los servidores con GPUs de IA?
Según diversas informaciones, los dispositivos de rastreo son añadidos por agencias gubernamentales de Estados Unidos, no por fabricantes como NVIDIA o AMD.

2. Qué busca EE.UU. con esta medida
El objetivo es controlar el destino final del hardware de alto rendimiento y evitar que llegue a China mediante desvíos en mercados intermedios.

3. Por qué preocupa a China esta situación
Pekín teme que el hardware estadounidense pueda incorporar mecanismos ocultos de vigilancia o incluso de desactivación remota, lo que comprometería su seguridad nacional.

4. Cómo afecta esto al mercado de chips de IA
Incrementa la tensión geopolítica y refuerza el uso del mercado gris en China, al tiempo que erosiona la confianza global en el suministro tecnológico procedente de EE.UU.

vía: windows central

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