Taipéi. NVIDIA ha confirmado esta semana en la feria COMPUTEX 2025 el creciente respaldo de su CPU Grace C1, especialmente en sectores como el edge computing, las telecomunicaciones y las soluciones de almacenamiento. Con ello, refuerza su apuesta por una arquitectura de alto rendimiento y eficiencia energética adaptada a los retos actuales de la inteligencia artificial.
La línea Grace CPU, que incluye configuraciones como el potente Grace Hopper Superchip y la plataforma insignia Grace Blackwell, está demostrando mejoras sustanciales en eficiencia y potencia de cálculo. Estos avances resultan especialmente relevantes en tareas exigentes como el entrenamiento de grandes modelos de lenguaje y la ejecución de simulaciones físicas avanzadas.
Un diseño centrado en la eficiencia energética
El modelo Grace CPU C1, de un solo procesador, está captando especial interés por su eficiencia energética, que duplica la de CPUs tradicionales en entornos distribuidos y con limitaciones de potencia. Esta característica lo convierte en una solución idónea para despliegues en ubicaciones remotas, nodos edge, centros de datos de telecomunicaciones y sistemas de almacenamiento de alto rendimiento.
Entre los fabricantes que están integrando esta tecnología en sus plataformas se encuentran gigantes como Foxconn, Jabil, Lanner, MiTAC Computing, Supermicro y Quanta Cloud Technology, lo que demuestra una rápida adopción del chip en el ecosistema de hardware profesional.
IA para telecomunicaciones, energía y más allá
En el ámbito de las telecomunicaciones, NVIDIA destaca el uso del Grace CPU C1 en su Compact Aerial RAN Computer, un sistema que también incorpora una GPU NVIDIA L4 y una SmartNIC ConnectX-7. Esta combinación está diseñada para permitir IA distribuida en redes de acceso por radio (AI-RAN), cumpliendo con requisitos críticos de potencia, rendimiento y tamaño para su instalación en estaciones base.
El CPU Grace también ha sido adoptado por empresas líderes del sector energético y tecnológico. ExxonMobil lo está utilizando en su plataforma Grace Hopper para la imagen sísmica, acelerando el procesamiento de grandes volúmenes de datos geológicos. Por su parte, Meta emplea el mismo chip para mejorar la eficiencia del filtrado y la entrega de anuncios publicitarios, gracias a su interconexión de alta velocidad NVLink-C2C entre CPU y GPU.
Además, centros de computación de alto rendimiento como el Texas Advanced Computing Center y el Centro Nacional de Computación de Alto Rendimiento de Taiwán (NCHC) ya están utilizando el Grace CPU para investigación en IA y simulación científica.
Perspectivas y próximos pasos
La arquitectura Grace representa un paso firme hacia sistemas de IA más sostenibles, eficientes y escalables. Con configuraciones que se adaptan tanto al rendimiento extremo como a entornos energéticamente limitados, NVIDIA busca consolidar su presencia desde el centro de datos hasta el borde de la red.
El despliegue de soluciones basadas en Grace C1 seguirá expandiéndose en 2025, en paralelo con nuevas aplicaciones de IA y avances que se presentarán en NVIDIA GTC Taipei, del 21 al 22 de mayo, en el marco de COMPUTEX.
Fuente: Nvidia