La inteligencia artificial ha reactivado una carrera tecnológica de alto voltaje, y NVIDIA vuelve a colocarse en el centro de la contienda. Tras el reciente levantamiento de las restricciones de exportación impuestas por Estados Unidos, la compañía dirigida por Jensen Huang ha solicitado a TSMC la fabricación de 300.000 unidades adicionales de su GPU H20 para IA, sumándose así a las entre 600.000 y 700.000 ya planificadas para este año. El mercado chino, lejos de desvanecerse por las sanciones, está marcando un nuevo récord de demanda.
Una reapertura inesperada que reactiva el mercado
Durante más de un año, China sufrió restricciones severas para adquirir chips de alto rendimiento para entrenamiento e inferencia de modelos de inteligencia artificial, una estrategia impulsada por el gobierno de EE. UU. para frenar el avance tecnológico del gigante asiático. A pesar de ello, el país asiático logró abastecerse mediante rutas alternativas, como compras en terceros países y el uso de versiones recortadas de las GPUs de NVIDIA (como las A800 y H800), que cumplían con las limitaciones técnicas impuestas desde Washington.
Sin embargo, estas variantes también fueron prohibidas a finales de 2023. Fue entonces cuando el mercado chino quedó prácticamente bloqueado… hasta ahora. La reciente decisión del presidente Trump de reabrir la exportación de chips de NVIDIA y AMD a China —en un intento de suavizar las tensiones comerciales y asegurar una reunión cara a cara con Xi Jinping— ha desbloqueado una demanda que parecía dormida.
China vuelve a ser protagonista para NVIDIA
La reacción ha sido inmediata. Según fuentes cercanas a la cadena de suministro, NVIDIA ha activado pedidos masivos a TSMC para incrementar el volumen de producción del chip H20, diseñado especialmente para el mercado chino bajo las nuevas restricciones de rendimiento. Si se concretan los envíos, el total rondaría el millón de unidades H20 en 2024, lo que devuelve a China al mapa de ingresos clave para NVIDIA.
Este cambio de escenario no solo alivia la presión financiera sobre la tecnológica estadounidense, sino que además le permite volver a considerar al mercado chino en sus proyecciones trimestrales, algo que la empresa había evitado en informes recientes debido a la incertidumbre regulatoria.
Licencias pendientes y presiones políticas
Pese al optimismo industrial, el marco legal sigue sin estar totalmente resuelto. NVIDIA aún no cuenta con la licencia oficial de exportación por parte del Departamento de Comercio de EE. UU., por lo que ha solicitado a sus socios y clientes chinos que preparen toda la documentación necesaria para facilitar el proceso. La compañía busca evitar sanciones futuras en un contexto donde la geopolítica continúa dominando la agenda del comercio tecnológico.
No obstante, la presión interna dentro del gobierno de EE. UU. persiste. Más de 20 antiguos responsables de la administración estadounidense han advertido en una carta que permitir el acceso de China a chips como el H20 es “un error estratégico que pone en peligro la ventaja militar y económica de EE. UU. en inteligencia artificial”.
TSMC, otra vez protagonista en la guerra de los chips
El encargo de NVIDIA vuelve a posicionar a TSMC como el eje insustituible de la fabricación global de semiconductores avanzados. Aunque Samsung ha firmado recientemente un acuerdo con Tesla para los chips AI6, el liderazgo taiwanés en el proceso de fabricación de 5 y 3 nanómetros sigue siendo inapelable, especialmente para productos de alto rendimiento como los destinados a IA generativa y modelos de lenguaje de gran tamaño.
¿Y ahora qué?
Mientras las negociaciones entre EE. UU. y China se trasladan a foros como Estocolmo, el mercado actúa por su cuenta. China no solo sigue demandando chips; ahora los quiere a gran escala. Las inversiones en centros de datos, plataformas de IA soberana y robótica se multiplican. La reapertura parcial del comercio tecnológico podría generar un nuevo ciclo de expansión industrial en Asia, con NVIDIA como uno de los grandes beneficiados… al menos mientras dure la tregua.
Con esta nueva oleada de pedidos, queda claro que la inteligencia artificial no ha tocado techo, y los actores principales no están dispuestos a quedarse fuera del juego. Aunque con permisos en revisión y tensiones diplomáticas aún latentes, el pulso por el liderazgo en IA continúa. Y por ahora, NVIDIA ha ganado un nuevo asalto.