La compañía tecnológica busca simplificar su estructura interna y apostar por áreas estratégicas como la nube y la Inteligencia Artificial
Microsoft ha anunciado este miércoles un nuevo recorte de plantilla que afectará a unos 9.000 empleados, lo que representa menos del 4 % de su fuerza laboral global, compuesta por 228.000 personas a cierre de junio de 2024. Esta decisión marca el inicio de su ejercicio fiscal 2026 y forma parte de un proceso de reorganización que busca adaptar la estructura organizativa a un mercado en constante evolución.
“Seguimos implementando cambios organizativos necesarios para posicionar de la mejor manera a la empresa y sus equipos en un mercado dinámico”, explicó un portavoz de Microsoft en un comunicado enviado por correo electrónico.
Este nuevo ajuste se suma a otras oleadas de despidos ejecutadas por la multinacional con sede en Redmond (Washington) durante el año. En enero, la compañía despidió a menos del 1 % del personal por motivos de rendimiento. En mayo, eliminó más de 6.000 puestos y, en junio, al menos 300 adicionales. En 2023, Microsoft ya había acometido una importante reestructuración que afectó a 10.000 trabajadores.
Reestructuración y enfoque estratégico
Una fuente cercana a la compañía señaló a CNBC que Microsoft busca reducir las capas jerárquicas intermedias que separan a los colaboradores directos de los ejecutivos de más alto nivel. Esta simplificación tiene como objetivo aumentar la agilidad y mejorar la eficacia operativa.
Phil Spencer, CEO de la división de videojuegos de Microsoft, explicó en un comunicado interno que, para asegurar el éxito sostenido del área de Gaming, se eliminarán o reducirán funciones no estratégicas y se eliminarán niveles de gestión innecesarios: “Vamos a centrarnos en áreas clave de crecimiento estratégico y seguiremos el ejemplo de Microsoft en la eliminación de capas de dirección para aumentar nuestra agilidad y eficacia”.
Contexto financiero sólido
El anuncio se produce en un momento en el que Microsoft mantiene una salud financiera notable. En el primer trimestre de 2024 (marzo), la empresa reportó unos ingresos de 70.000 millones de dólares y un beneficio neto cercano a los 26.000 millones. Las cifras superaron las previsiones de Wall Street y consolidaron a la compañía como una de las más rentables del índice S&P 500.
Para el trimestre que finaliza en junio, la empresa espera un crecimiento interanual del 14 % en ingresos, impulsado por la expansión de sus servicios en la nube (Azure) y las suscripciones de software corporativo (como Microsoft 365). A nivel bursátil, las acciones de Microsoft cerraron en su máximo histórico de 497,45 dólares el 26 de junio, aunque registraron una ligera caída del 0,2 % este miércoles.
Un patrón que se repite en el sector tecnológico
Microsoft no es la única empresa tecnológica que ha reducido personal en 2025. Otras compañías del sector como Autodesk, Chegg o CrowdStrike también han llevado a cabo ajustes significativos de plantilla. De hecho, el mismo miércoles, la firma de procesamiento de nóminas ADP informó que el sector privado en EE. UU. perdió 33.000 empleos en junio, frente al crecimiento de 100.000 que preveían los analistas de Dow Jones.
La oleada de despidos en empresas tecnológicas responde a un nuevo paradigma en el que la eficiencia y el enfoque en segmentos de alto crecimiento, como la Inteligencia Artificial, el cloud y la automatización, se imponen como prioridades estratégicas frente al crecimiento desmedido que caracterizó a años anteriores.
Microsoft mira al futuro con ambición
Pese a los ajustes, las previsiones para Microsoft siguen siendo ambiciosas. Dan Ives, analista de Wedbush Securities, afirmó recientemente que la compañía podría alcanzar una valoración bursátil de 5 billones de dólares en los próximos 18 meses, apoyada en su liderazgo en el sector cloud, la expansión de Copilot en productos corporativos y su fuerte posicionamiento en la carrera por la Inteligencia Artificial.
La reestructuración actual, aunque dolorosa para los empleados afectados, busca precisamente reforzar ese liderazgo y preparar a Microsoft para una nueva fase de crecimiento en un entorno cada vez más competitivo.
vía: cnbc