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Microsoft aparta a sus ingenieros en China del soporte al ejército de EE. UU. por preocupaciones de seguridad

La compañía tecnológica restringe el acceso de personal chino a sistemas militares tras años de ciberataques y tensiones entre Washington y Pekín

La desconfianza tecnológica entre Estados Unidos y China vuelve a escalar tras la decisión de Microsoft de excluir a sus ingenieros con base en China de tareas de soporte técnico para el ejército estadounidense. La medida, que se interpreta como una maniobra preventiva ante posibles riesgos de ciberespionaje, responde a crecientes tensiones geopolíticas y a los antecedentes de ciberataques atribuidos a actores chinos.

Estos ingenieros estaban encargados de asistencia técnica para sistemas en la nube utilizados por el Departamento de Defensa, bajo la supervisión de personal subcontratado estadounidense. Sin embargo, la falta de conocimientos técnicos suficientes por parte de los supervisores encendió las alarmas dentro de la compañía, ante la posibilidad de que información sensible pudiera estar siendo comprometida sin ser detectada.

Una decisión estratégica ante riesgos reales

El contexto no es menor. Microsoft ha sido blanco de ataques cibernéticos atribuidos al grupo chino HAFNIUM, que en 2022 comprometió sistemas mediante el malware Tarrask con el objetivo de acceder a datos sobre inteligencia artificial y tecnología avanzada. A estos episodios se suma una larga lista de casos donde ingenieros o empleados con vínculos con China han sido investigados por presuntos robos de propiedad intelectual.

“Es una cuestión de prudencia más que de acusación directa”, señalan fuentes cercanas al entorno de Defensa. Pero la realidad es que Estados Unidos ha intensificado sus controles sobre el talento técnico extranjero, especialmente en sectores estratégicos como defensa, chips e inteligencia artificial.

Preocupación en el Pentágono: se abre una investigación

Tras conocerse la decisión de Microsoft, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, ha ordenado una investigación interna de dos semanas para determinar si algún ingeniero ubicado en China, trabajando en proyectos militares, ha accedido a información clasificada o ha incurrido en malas prácticas.

El caso recuerda a lo ocurrido con Huawei, empresa que fue vetada por Estados Unidos y añadida a la lista negra del Departamento de Comercio por supuestas prácticas de espionaje. La compañía sufrió un fuerte revés en Occidente tras las sanciones, convirtiéndose en símbolo de la rivalidad tecnológica entre ambas potencias.

La sombra del espionaje y el impacto en la colaboración global

Estados Unidos lleva tiempo recortando la dependencia de China en materias sensibles. La prohibición de exportar chips avanzados para IA y la presión sobre empresas como NVIDIA o ASML forman parte de esa estrategia. En este nuevo escenario, el acceso de ingenieros extranjeros a proyectos de defensa representa un riesgo reputacional, legal y de seguridad que muchas tecnológicas ya no están dispuestas a asumir.

Para Microsoft, esta medida supone un cambio en sus operaciones globales, pero también lanza un mensaje claro a sus socios gubernamentales: la prioridad es la seguridad nacional.

Por ahora, no se han revelado pruebas concluyentes de filtraciones por parte de ingenieros en China. Sin embargo, la percepción de riesgo basta para alterar estructuras de colaboración internacional en plena carrera global por el liderazgo en inteligencia artificial y ciberdefensa.

En un momento donde la tecnología es sinónimo de poder estratégico, la procedencia del talento importa más que nunca.

vía: Reuters

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