Meta, la empresa matriz de Facebook, Instagram y WhatsApp, se prepara para construir un cable submarino de fibra óptica que rodeará el mundo, según fuentes cercanas al proyecto. Esta ambiciosa infraestructura, con una longitud estimada de 40.000 kilómetros y un coste que podría superar los 10.000 millones de dólares, marcaría un hito en los esfuerzos de la compañía para garantizar un flujo de datos fiable y de alta capacidad para sus plataformas.
Un proyecto único en su tipo
A diferencia de proyectos anteriores, este sería el primer cable submarino totalmente propiedad de Meta. La empresa, que ya tiene participación en 16 redes submarinas existentes, como el cable 2Africa, planea tomar el control total de esta nueva infraestructura. Este enfoque contrasta con las prácticas habituales, donde los cables suelen ser financiados y gestionados por consorcios de operadores de telecomunicaciones.
El cable, según las proyecciones iniciales, tendrá una ruta en forma de “W”, conectando la costa este de Estados Unidos con India a través de Sudáfrica, y luego regresando a la costa oeste de Estados Unidos pasando por Australia. La ruta ha sido diseñada estratégicamente para evitar áreas geopolíticamente tensas, como el Mar Rojo, el Estrecho de Malaca y el Mar de China Meridional, que han sido puntos críticos para la infraestructura de telecomunicaciones en el pasado.
Los motivos detrás de la inversión
Meta, que genera más ingresos fuera de América del Norte que en su mercado local, busca con este proyecto priorizar la capacidad de su red para garantizar una calidad de servicio óptima en sus plataformas. Las aplicaciones de la compañía, que representan el 10 % del tráfico de internet fijo y el 22 % del móvil a nivel global, exigen una infraestructura robusta para manejar el creciente volumen de datos.
Según analistas del sector, este tipo de inversiones también responde a la necesidad de independencia de los gigantes tecnológicos. «Las empresas tecnológicas han reconocido que ya no pueden depender exclusivamente de los operadores tradicionales. Si quieren garantizar la experiencia del usuario final, tienen que construir su propia infraestructura», comentó Ranulf Scarbrough, analista de la industria de cables submarinos.
Además de la eficiencia operativa, la inversión en cables submarinos puede tener un impacto económico significativo en las regiones conectadas. Meta ha señalado anteriormente que proyectos como Marea en Europa han contribuido con cientos de miles de millones de dólares a las economías locales.
El rol de la inteligencia artificial
Aunque las fuentes cercanas al proyecto afirman que es demasiado pronto para confirmar si la inteligencia artificial (IA) será un factor clave en este cable, los analistas ven una conexión potencial. India, uno de los mercados más grandes para Meta, es un punto de interés estratégico en esta operación. El país cuenta con más de 375 millones de usuarios de Facebook, 363 millones en Instagram y 536 millones en WhatsApp, y ha mostrado un alto nivel de adopción de las herramientas de IA de la compañía.
Además, India se está posicionando como un centro emergente para el entrenamiento de modelos de IA, gracias a sus bajos costos de infraestructura en comparación con Estados Unidos. Según expertos como Sunil Tagare, el cable podría servir para facilitar el desarrollo de centros de datos en India, dedicados al entrenamiento de modelos de IA avanzados, aprovechando la creciente demanda de computación en el país.
Desafíos logísticos y técnicos
La construcción de un cable submarino de esta magnitud enfrentará varios desafíos, entre ellos la limitada disponibilidad de recursos especializados, como los barcos de cableado submarino. «Los barcos están reservados con años de antelación, lo que complica la planificación de un proyecto de esta envergadura», señaló Scarbrough. Una posible solución sería construir el cable en segmentos, extendiendo el plazo del proyecto a varios años.
Meta y la evolución del mercado de cables submarinos
Este proyecto refleja un cambio significativo en la dinámica del mercado de cables submarinos. Durante décadas, estas redes fueron dominadas por operadores de telecomunicaciones, pero ahora los gigantes tecnológicos están asumiendo roles más destacados como propietarios e inversores principales. Google, por ejemplo, tiene participación en 33 rutas submarinas, algunas de ellas bajo su control exclusivo. Amazon y Microsoft también son actores importantes en el sector, aunque hasta ahora no poseen cables en su totalidad.
La decisión de Meta de construir y poseer un cable global no solo garantiza su control sobre una infraestructura crítica, sino que también refuerza su posición en un mercado cada vez más competitivo. A medida que la demanda de datos continúa creciendo y las tensiones geopolíticas amenazan la estabilidad de las redes existentes, proyectos como este son esenciales para el futuro de las comunicaciones globales.
Un vistazo al futuro
Meta planea hacer un anuncio oficial sobre el proyecto a principios de 2025, proporcionando detalles sobre la ruta, la capacidad y los objetivos a largo plazo de la infraestructura. Aunque el cable tardará años en estar completamente operativo, su impacto podría redefinir la conectividad global, no solo para Meta, sino también para las regiones involucradas.
vía: TechCrunch