Memoria y almacenamiento, al límite: la ola de IA vacía el “granero” de DRAM, NAND, SSD y HDD y dispara los precios

La industria de la memoria vive una situación inédita: DRAM, NAND Flash, SSD y discos duros se han quedado simultáneamente en mínimos. Lo que durante meses se temió como un ciclo alcista sostenido ha desembocado en escasez generalizada que ya se nota en contratos y precios de contado, y que amenaza con trasladarse a lineales y presupuestos de hogares y pymes en las próximas semanas.

La confirmación más contundente llega desde Adata, referente mundial en módulos de memoria. Su presidente, Simon Chen, resumió el momento con una imagen gráfica: el “granero” de los fabricantes está prácticamente vacío y los grandes proveedores de nube (CSP) —OpenAI, AWS, Google, Microsoft— han pasado a ser los competidores reales de los ensambladores y distribuidores tradicionales a la hora de asegurarse suministro. Nunca —dice— había visto en 30 años una escasez simultánea de las cuatro familias principales de memoria y almacenamiento.

Qué está ocurriendo: cuatro mercados apretados a la vez

  • DRAM: la demanda asociada a centros de datos para IA —con especial foco en HBM y DDR5 de alta densidad— ha reorientado capacidad de las grandes a las líneas más rentables. Según Adata, Samsung, SK hynix y Micron han parado la producción de DDR4 salvo un remanente mínimo para cumplir contratos existentes. El movimiento es estructural: una vez reconvertida la línea, no habrá marcha atrás.
  • DDR4 vs. DDR5: el desfase entre la base instalada (enorme aún en DDR4) y la inversión de los fabricantes (centrada en HBM/DDR5) estrecha la oferta. Adata prevé que entre el cuarto trimestre y la primera mitad de 2026 los precios de contrato de DDR4 suban entre un 20 % y un 30 %, con alzas mayores en contado. En DDR5 la subida sería más contenida, pero igualmente apreciable.
  • NAND Flash y SSD: la migración de clientes empresariales hacia SSD —ante plazas limitadas en HDDtira de NAND y prolonga la tensión. Aunque hay planes de aumentar capacidad en un 15–30 %, los plazos de instalación y puesta a punto de nuevas líneas superan los 2,5 años.
  • HDD: la prudencia de los grandes del disco duro en toma de pedidos, sumada a inventarios depurados, deja al mercado con colchones muy ajustados.

El diagnóstico de Adata es claro: los CSP firman contratos masivos de servidores de IA por importes milmillonarios y arrastran consigo una demanda explosiva de HBM/DRAM y almacenamiento. El resto de clientes —PC, pymes, integradores locales, incluso parte del canal— reciben menos y más tarde.

Cuándo se notará (y dónde)

Aunque el consumidor aún puede encontrar producto en tienda, ese stock es el que ya estaba en los almacenes. Donde ya escasea es upstream: fabricantes (FAB) y distribuidores con inventarios reducidos a 2–3 semanas —cuando lo habitual eran 2–3 meses—. Adata habla de “vender con moderación y priorizar a los clientes clave”, a la espera de reposiciones.

El traslado a precio está en marcha. Un kit DDR5 de 32 GB que a principios de año rondaba los 85 dólares supera ya los 120 en múltiples mercados. En el canal profesional, los contratos de DDR4/DDR5 apuntan a +20–30 % y el spot va por delante. En SSD la inercia es similar: si HDD se aprieta, NAND se recalienta.

Por qué ahora: el “nuevo ciclo” de la memoria

La memoria era, históricamente, un negocio de ciclos de 3–4 años: épocas de fuerte inversión, sobreoferta, bajada de precios, limpieza de inventarios y posterior recuperación. La IA ha cambiado las reglas. Según Adata, el alza se ha prolongado y desacoplado de ese patrón. El margen está en las líneas de valor (HBM para GPU, DDR5 densa para servidor), y ahí es donde se ancla la capacidad.

No es solo una cuestión de capex: reabrir una línea de DDR4 no es trivial ni tiene sentido económico si la demanda más rentable está en otra parte. Esa es la asimetría: la base instalada fuera de hiperescala necesita componentes “anteriores”, pero el futuro del margen vive en HBM/DDR5 y NAND para cargas de IA.

Consecuencias prácticas: del CPD a la pyme, pasando por el PC gaming

  • Centros de datos “no IA”: plazos más largos y precios más altos para ampliaciones de memoria y almacenamiento. En algunos casos, replanificación de refresh y más reutilización de equipos.
  • Pymes e integradores: dificultades para cumplir presupuestos cerrados; necesidad de revisar configuraciones (por ejemplo, combinaciones de capacidad distintas, mix de SSD TLC/QLC) y plazos.
  • PC de consumo/entusiasta: variabilidad fuerte de precio, especialmente en DDR4 (para plataformas previas) y en SSD de mayor capacidad.
  • Fabricantes de equipos: priorización por parte de proveedores hacia clientes estratégicos; tasas de servicio más ajustadas; posibles recortes en promos.

El efecto dominó: cuando el HDD aprieta, el SSD se encarece

La escasez en HDD —por prudencia de pedidos y inventarios depurados— impulsa a muchos clientes a acelerar migraciones a SSD, pero eso retroalimenta la tensión en NAND. Aunque varios fabricantes han anunciado expansiones de 15–30 %, la realidad industrial (equipos, sala blanca, ramp-up, rendimiento) hace que el alivio no llegue a corto plazo. Entre tanto, algunos compradores aseguran cupos trimestrales o anuales, lo que rigidiza aún más la disponibilidad para el canal abierto.

El punto de no retorno para DDR4

El caso de DDR4 es paradigmático. Con líneas paradas o reducidas al mínimo, la oferta solo atenderá contratos heredados. Adata habla de escasez estructural y de “primar” clientes críticos. Para quienes mantienen infraestructuras o PC que dependen de DDR4, el mensaje es inequívoco: blindar ahora capacidad y repuestos puede evitar costes y paradas mayores dentro de unos meses.

¿Qué pueden hacer las empresas?

1) Auditoría de inventario y necesidades reales (90 días / 12 meses).
Mapear consumos, plazos de renovación, picos estacionales y SLA internos. En CPD, evaluar consolidación de cargas y despliegues diferidos.

2) Estrategias de compra más largas.
Donde sea posible, contratos a varios trimestres para asegurar cupo y precio. En pymes, trabajar con distribuidores que ofrezcan backorder y asignación.

3) Flexibilidad técnica.
Explorar mix de capacidad/frecuencias en DRAM, perfiles RDIMM/LRDIMM según plataforma, y en almacenamiento combinar SSD TLC/QML con políticas de datos (tiering, cold storage en HDD cuando haya).

4) Eficiencia de software.
Optimizar memoria en aplicaciones, compresión, paginación, deduplicación en hipervisores y gestión de cachés. La eficiencia puede liberar GB que hoy son oro.

5) Planes de contingencia.
Para sistemas críticos, stock de seguridad y rotación de módulos; para oficinas, reutilización planificada (p. ej., mover DDR5 nueva a equipos clave y reciclar módulos a puestos menos críticos).

Y los consumidores, ¿qué pueden hacer?

  • Adelantar compras si hay necesidad real (ampliar RAM, SSD de gran capacidad) y comparar precios históricos: hay tiendas con stock legacy a condiciones mejores, de momento.
  • Valorar la transición de plataforma: si la máquina es DDR4, una ampliación mínima ahora puede tener más retorno que esperar a un hipotético ajuste que no llegará en el corto plazo.
  • Gestión de almacenamiento: depurar datos, usar externos para backup y fraccionar upgrades (p. ej., SSD de sistema ahora; almacenamiento masivo más adelante).

Un mercado que ya no funciona como antes

Para Adata, la nueva normalidad es que los CSPno cancelan” y compiten con una escala cien veces mayor que los clientes tradicionales: así se prioriza capacidad y precio. La consecuencia es una reconfiguración del precio relativo de la memoria y el almacenamiento, con una fase alcista que se alarga más allá de lo habitual. En paralelo, el canal se vuelve más selectivo: “vender con moderación” y “apoyar a clientes principales” son instrucciones que revelan hasta qué punto la escasez se gestiona a mano.

¿Cuándo podría normalizarse?

Aun con expansiones del 15–30 % en marcha, los tiempos de puesta en producción de nuevas líneas y los cambios de mix de producto hacen pensar en plazos largos: no habrá respiro inmediato. El ajuste dependerá de tres factores:

  1. Ritmo real de despliegue de centros de datos de IA y GPU de nueva generación.
  2. Capacidad de HBM/DRAM para servidor y su arrastre sobre DDR5 “convencional”.
  3. Estrategias de inventario de los grandes fabricantes y de los CSP.

Mientras tanto, el mercado retail resistirá con lo que hay en almacenes. Pero si la demanda de hiperescala no afloja, la tensión bajará por la cadena hasta las estanterías.


Preguntas frecuentes

¿Por qué escasean a la vez DRAM, NAND, SSD y HDD?
Porque la demanda de IA ha arrastrado capacidad hacia HBM y DDR5 de alto margen, dejando DDR4 en mínimos. La prudencia en pedidos de HDD empuja a muchos clientes a SSD, que a su vez tiran de NAND. Con inventarios bajos y plazos de expansión de >2,5 años, las cuatro familias quedan tensionadas a la vez.

¿Subirán más los precios de DDR4 y DDR5?
Según Adata, los contratos DDR4/DDR5 ya reflejan +20–30 % entre finales de 2025 y primer semestre de 2026, con spot aún más alto. En DDR4 la escasez es estructural por la parada de líneas; en DDR5 el alza es más moderada, pero real.

¿Tiene sentido comprar ahora RAM o SSD?
Si hay necesidad real (equipo de trabajo, servidor, ampliación urgente), : el riesgo de más subidas y falta puntual de stock es alto. Si es una compra discrecional, conviene comparar y valorar el cambio de plataforma para no invertir en componentes con oferta menguante (caso de DDR4).

¿Cuándo se normalizará el suministro?
Aunque hay planes de +15–30 % de capacidad, el ramp-up industrial tarda más de 2,5 años. La normalización dependerá de cómo evolucione la demanda de centros de datos de IA y de la priorización de los fabricantes entre HBM/DDR5 y el resto de líneas. A corto plazo, no se espera alivio significativo.

vía: ctee y elchapuzasinformatico

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