El creador de Linux, Linus Torvalds, ha confirmado esta semana la decisión de expulsar a una docena de mantenedores del kernel de Linux asociados con Rusia, en medio de una controversia que ha generado reacciones en la comunidad tecnológica. Esta decisión sigue a un mensaje publicado el 18 de octubre por Greg Kroah-Hartman, uno de los principales desarrolladores del kernel de Linux, en la lista de correo del proyecto.
Kroah-Hartman anunció la eliminación de varios nombres del archivo MAINTAINERS, documento que enumera a los responsables de diversos aspectos del desarrollo del kernel. Su explicación fue breve: «Eliminamos algunas entradas debido a varios requisitos de cumplimiento. Podrán regresar en el futuro si se proporciona la documentación suficiente».
Aunque la explicación fue vaga, el mensaje dejó claro que la decisión no era temporal ni arbitraria. Los nombres eliminados de la lista pertenecían, en su mayoría, a desarrolladores con direcciones de correo asociadas a dominios rusos, en un contexto marcado por las sanciones del gobierno estadounidense contra Rusia, tras la invasión a Ucrania en febrero de 2022.
Reacciones y polémica
La respuesta en la lista de correo no se hizo esperar. Varios miembros de la comunidad pidieron más detalles y explicaciones, aludiendo a la importancia de los mantenedores rusos en el desarrollo de controladores de Linux, algunos de los cuales permiten la interoperabilidad con hardware de importantes fabricantes como Acer y Cirrus Logic.
Torvalds, conocido por su estilo directo, respondió a las críticas atribuyéndolas a «trolls rusos», y defendió la decisión de no revertir el cambio. En su mensaje, Torvalds hizo hincapié en que las razones para la eliminación de los mantenedores iban más allá de las regulaciones estadounidenses, y mencionó las sanciones impuestas a Rusia como una realidad ineludible.
«Si no has oído hablar de las sanciones a Rusia, deberías leer las noticias algún día», comentó Torvalds, agregando que no respaldaría, bajo ningún concepto, la agresión rusa.
El código sigue en su lugar
A pesar de la expulsión de estos mantenedores, el código que desarrollaron y los controladores que supervisaban permanecerán en el kernel de Linux. Torvalds aseguró que la eliminación de sus nombres no afectará el funcionamiento de las contribuciones ya realizadas, aunque la comunidad tendrá que asumir el mantenimiento de esos componentes en el futuro.
La Fundación Linux, con sede en Estados Unidos, no ha emitido ningún comentario oficial sobre el asunto, lo que deja muchas preguntas abiertas sobre cómo se gestionarán las futuras contribuciones desde países sancionados, y si otros proyectos de código abierto seguirán un camino similar al del kernel de Linux.
Conclusión: ¿Debería el software libre dejar a un lado los problemas políticos?
Este episodio marca un nuevo hito en la intersección entre la tecnología y la política global. La eliminación de mantenedores rusos del kernel de Linux refleja las complicaciones que surgen cuando las sanciones políticas impactan en comunidades tecnológicas internacionales. Aunque los detalles específicos sobre «los requisitos de cumplimiento» no han sido completamente aclarados, la decisión subraya la influencia que tienen las tensiones geopolíticas en el desarrollo de software global, y cómo incluso en una comunidad tan diversa y abierta como la de Linux, las implicaciones políticas no pueden ser ignoradas.
Referencias: The Register y Listas de Linux.