Ángel Sáenz de Cenzano, director general de LinkedIn España y Portugal, reflexiona sobre el papel de la red profesional en la transformación del trabajo y la urgente reconexión entre formación y mercado laboral
Estar fuera de LinkedIn es, hoy, casi como no existir profesionalmente. Desde su nacimiento en 2003, la red social profesional más grande del mundo ha dejado de ser una simple herramienta para buscar empleo para convertirse en un ecosistema global que conecta a más de 1.000 millones de usuarios (22 millones en España), empresas e instituciones con un propósito común: construir el futuro del trabajo.
Con este marco de fondo, Ángel Sáenz de Cenzano, director general de LinkedIn para España y Portugal, analiza en conversación con Cristina Hebrero (KPMG) los desafíos más urgentes del mercado laboral y cómo desde la plataforma buscan reducir la creciente brecha entre formación y empleabilidad. “Hoy no basta con saber; hay que saber aprender”, afirma.
Competencias técnicas, humanas y la presión del tiempo
Según el último Workplace Learning Report 2025 de LinkedIn, uno de cada dos responsables de formación en empresas duda de que sus equipos tengan las habilidades necesarias para ejecutar la estrategia de negocio. Y no se trata solo de capacidades técnicas como ciberseguridad, análisis de datos o IA generativa: “Nueve de cada diez directivos nos dicen que las soft skills son incluso más valiosas hoy que las habilidades duras”, explica Sáenz de Cenzano.
Comunicación, adaptabilidad, colaboración o pensamiento crítico se han vuelto fundamentales en un entorno donde la inteligencia artificial automatiza lo técnico, pero deja el juicio y la empatía a los humanos. “La carencia no está solo en lo que sabemos, sino en lo rápido que somos capaces de actualizarlo”, subraya.
Atraer talento en tiempos de propósito y flexibilidad
Ya no se trata únicamente de salario. Las personas buscan proyectos con impacto, culturas inclusivas y flexibilidad real, tanto horaria como geográfica. Según los datos de LinkedIn, un 42 % de los empleados se mueve por mejorar su salario, pero un 24 % lo hace porque quiere ascender y un 23 % busca nuevas oportunidades de desarrollo. “La clave está en ofrecer trayectorias dentro de la empresa, no solo un puesto”, señala Sáenz de Cenzano.
La movilidad interna ha crecido un 6 % en el último año. Y las compañías que fomentan ese crecimiento interno, acompañándolo con formación continua, no solo retienen talento: lo desarrollan.
Aprender sin fecha de caducidad
Pese a que el 91 % de los profesionales valora más que nunca el aprendizaje continuo, solo un 36 % de las empresas dispone de programas sólidos de desarrollo de carrera. “La barrera ya no es la inversión, que está aumentando, sino la cultura: hacer espacio para formarse en la agenda laboral y medir su impacto más allá de las horas de pantalla”, remarca.
Y esa urgencia se acelera por la irrupción de la IA. Solo entre diciembre de 2022 y septiembre de 2023, las conversaciones sobre inteligencia artificial en LinkedIn crecieron un 70 %. Para 2030, según datos de la plataforma, se habrán transformado el 70 % de las habilidades actuales en el mundo laboral.
“Es un cambio profundo, pero no catastrófico”, apunta. “Los empleos no desaparecen, evolucionan. Y la clave estará en pasar de un enfoque basado en títulos a uno basado en habilidades”.
Generaciones que aprenden unas de otras
Uno de los grandes desafíos, según Sáenz de Cenzano, es fomentar el intercambio entre talento joven y sénior. “Los perfiles junior aportan fluidez digital, los sénior aportan visión estratégica. Cuando trabajas con equipos multigeneracionales, la innovación emerge de forma natural”, afirma.
Programas como la mentorización inversa, en la que un joven forma a un veterano en nuevas tecnologías a cambio de orientación profesional, están funcionando bien, pero aún queda camino por recorrer.
Un puente entre lo público y lo privado
LinkedIn también apuesta por la colaboración institucional. En la Comunidad de Madrid, por ejemplo, la plataforma ha puesto en marcha junto al gobierno regional un programa de habilidades digitales que ofrece acceso gratuito a más de 24.000 cursos a personas mayores de 20 años. “Hasta 32.000 ciudadanos podrán obtener certificaciones oficiales alineadas con lo que demandan las empresas”, destaca.
Según el informe de Tendencias de KPMG, las organizaciones más exitosas en el futuro serán aquellas capaces de orquestar alianzas efectivas entre actores públicos y privados para acelerar la capacitación y reconversión del talento. Un punto que LinkedIn confirma desde la experiencia.
El mapa del talento se dibuja con datos
Con más de 1.200 millones de perfiles en todo el mundo, LinkedIn también se ha convertido en un observatorio global del empleo. Su herramienta Economic Graph permite ver en tiempo real qué competencias están creciendo, dónde se están destruyendo empleos y qué perfiles están emergiendo. “Compartir estos datos con gobiernos y empresas ayuda a tomar decisiones informadas, no solo suposiciones”, comenta Sáenz de Cenzano.
Junto a Microsoft, han lanzado el programa Skills for Jobs, que ya ha facilitado formación gratuita a más de 80 millones de personas y se ha fijado el objetivo de certificar a 10 millones más antes de que acabe 2025.
Una conclusión clara
“Formamos a los profesionales del futuro para poder cubrir las vacantes que requiere el tejido empresarial”, concluye Sáenz de Cenzano. En un mundo que cambia más deprisa de lo que el sistema educativo puede adaptarse, plataformas como LinkedIn no solo conectan talentos: ayudan a crearlos.
Porque, al final, el futuro del trabajo no se espera. Se construye.