Los fabricantes de ordenadores personales se preparan para un 2026 complicado. Según informes del sector, los principales ensambladores de PC están planificando subidas de precio de hasta un 20 % en sus nuevos modelos, arrastrados por una tormenta perfecta: una grave escasez de chips de memoria “convencional” —DRAM y NAND para RAM y SSD— provocada por la fiebre de la inteligencia artificial y los centros de datos.
Mientras los grandes proveedores desvían cada vez más capacidad de producción hacia memorias de alto margen para servidores de IA, el mercado de consumo se queda con menos oferta… y con precios al alza.
La inteligencia artificial se come la memoria del mundo
Los centros de datos dedicados a inteligencia artificial se han convertido en auténticos devoradores de memoria. Cada clúster de entrenamiento o inferencia necesita cantidades masivas de DRAM y, sobre todo, de memorias HBM de última generación, mucho más rentables para los fabricantes que los módulos DDR4 y DDR5 para ordenadores domésticos.
El resultado es un desplazamiento de capacidad: las grandes fundiciones y fabricantes de chips priorizan los pedidos de los gigantes de la nube y de la IA frente a los lotes pensados para portátiles, sobremesa o estaciones de trabajo de oficina. Varios análisis de mercado ya advertían de que once años de precios relativamente estables en SSD y RAM podían haber terminado; algunos hablan incluso de una “apocalipsis de precios” para el almacenamiento si la situación se prolonga.
Señales preocupantes: subida de DDR5 y retirada de Crucial
En las últimas semanas se han acumulado avisos que apuntan hacia un problema estructural, no a un mero bache puntual.
Por un lado, fuentes de la industria citadas por medios financieros anticipan subidas agresivas en DDR5: los precios podrían aumentar entre un 30 % y un 50 % por trimestre a partir de finales de 2025 si la demanda actual se mantiene. En DDR4 ya se han visto incrementos de más del 30 % en algunos modelos debido a la reducción de oferta por parte de los grandes fabricantes.
Por otro, Micron ha anunciado que abandonará su histórica marca Crucial, muy popular entre usuarios avanzados y montadores de PC, para concentrar todos sus recursos en clientes de centros de datos y segmentos “de mayor crecimiento”, claramente vinculados a la IA. La compañía dejará de enviar productos Crucial —módulos de RAM y SSD de consumo— a distribuidores a finales de febrero de 2026.
El mensaje es claro: el consumidor doméstico deja de ser prioritario para algunos grandes proveedores de memoria, justo cuando la demanda de chips se dispara en el lado de los servidores.
Los PC de 2026, más caros por el mismo hardware
En este contexto, las filtraciones del canal apuntan a que los principales fabricantes de PC están revisando al alza sus listas de precios para la generación de 2026. Informes sectoriales hablan de incrementos de hasta un 20 % en el precio final de muchos modelos, especialmente en configuraciones con 32 GB de RAM o más y SSD de alta capacidad.
El problema no es solo el coste de la memoria: también influye la falta de visibilidad sobre el suministro. Algunos OEM habrían recibido advertencias de que la disponibilidad de ciertos chips DDR5 será “intermitente” en 2026, lo que obliga a asegurar stock con meses de antelación y a precios más elevados. Eso se traduce en:
- Portátiles de gama media que podrían pasar de 899 € a 1.050–1.100 € con la misma configuración.
- Sobremesas para gaming o creación de contenido en los que el salto a 64 GB de RAM se convierta en un lujo, no en un extra razonable.
- Menos ofertas agresivas en campañas como “vuelta al cole” o Black Friday, ya que los márgenes estarán bajo presión.
Fabricantes contra las cuerdas y consumidores desconcertados
Los fabricantes de PC se encuentran en una posición incómoda. Por un lado, necesitan mantener precios competitivos frente a rivales que compran memoria en otras regiones o tienen acuerdos preferentes con determinados proveedores. Por otro, no pueden absorber indefinidamente subidas de coste de dos dígitos sin trasladarlas al usuario.
Algunas estrategias que se barajan en la industria pasan por:
- Ajustar las configuraciones base (ofrecer 8 GB donde antes se ofrecían 16 GB, por ejemplo).
- Promover modelos con menos capacidad de SSD pero más almacenamiento en la nube.
- Potenciar gamas “pro” o “creator” donde el cliente está dispuesto a pagar más por memoria abundante.
Para el usuario final, la situación es confusa. Tras años en los que añadir 16 GB o 32 GB de RAM a un PC apenas encarecía la factura, se empieza a ver el efecto contrario: memorias que cambian de precio casi semana a semana y que, en algunos mercados, se venden prácticamente “a precio de lonja”.
¿Conviene adelantar la compra de un PC?
Los analistas que siguen el mercado de memoria advierten de que la tensión actual podría extenderse, como mínimo, hasta 2027, especialmente si los grandes proveedores de IA mantienen el ritmo de inversión en nuevos centros de datos. Algunos fabricantes de equipos empresariales ya hablan de incrementos acumulados del 30 % en 2024 y otro 20 % adicional en 2026 para determinados componentes de memoria.
Para el usuario doméstico o profesional que necesita renovar equipo, la recomendación prudente es clara: si hay necesidad real de compra y se encuentra un PC con buena configuración de RAM y SSD a un precio razonable, no conviene esperar demasiado pensando que “ya bajará”. Puede ocurrir justo lo contrario.
En cambio, quienes solo pensaban en actualizar por capricho o por una mejora menor (pasar de 32 GB a 64 GB sin que el trabajo lo exija) quizá deberían valorar si ahora es el mejor momento.
Un riesgo añadido para la brecha digital
La subida de precios en ordenadores, portátiles educativos y equipos de gama de entrada llega en un momento delicado, con muchos países intentando reducir la brecha digital y extender el acceso a la tecnología. Si los dispositivos básicos se encarecen, los planes de renovación en escuelas, universidades y hogares con menos recursos pueden ralentizarse.
Al mismo tiempo, la propia IA que provoca el problema se presenta como solución a largo plazo: modelos más eficientes podrían necesitar menos memoria por tarea, aliviar la presión sobre los centros de datos y devolver algo de aire al mercado de consumo. De momento, sin embargo, el efecto visible es el contrario: memoria más cara, menos oferta… y PC de 2026 notablemente más caros.
Preguntas frecuentes sobre la subida de precios de PC por falta de memoria
¿Por qué hay escasez de memoria RAM y SSD en 2025–2026?
Principalmente porque los fabricantes están destinando gran parte de su capacidad a memorias para centros de datos de inteligencia artificial, mucho más rentables que los módulos de consumo. Esto reduce la oferta disponible para PC y dispara los precios de DRAM y NAND.
¿Cuánto pueden subir los precios de los ordenadores en 2026?
Los informes del canal hablan de incrementos de hasta un 20 % en los nuevos modelos, sobre todo en configuraciones con más RAM y SSD. El impacto final dependerá de cada fabricante y de la evolución real del mercado.
¿Tiene sentido adelantar la compra de un PC antes de 2026?
Si la compra es necesaria y se encuentra un equipo con buena memoria a un precio razonable, sí puede ser sensato adelantarla. No hay garantías de que los precios bajen a corto plazo y la tendencia actual apunta justo a lo contrario.
¿Cuándo podría normalizarse el mercado de memoria para consumo?
Algunos analistas hablan de tensiones hasta 2027, pero dependerá de dos factores: cuánto crezca realmente la demanda de memoria para IA y cuánto inviertan los fabricantes en ampliar capacidad específica para consumo. De momento, el escenario base sigue siendo de escasez y precios altos.
Fuentes:
Digitimes Asia; Tom’s Hardware; Reuters / Economic Times Telecom; Tech in Asia; NDTV Profit; análisis de mercado sectorial sobre DRAM y NAND.