Fujitsu ha sido seleccionada para diseñar el sucesor del emblemático superordenador Fugaku, conocido provisionalmente como FugakuNEXT, en un ambicioso proyecto que promete situar a Japón de nuevo en la vanguardia mundial del supercómputo y la inteligencia artificial.
El nuevo sistema será alojado junto al actual Fugaku en el instituto de investigación RIKEN y contará con hardware de computación de última generación. El diseño básico está previsto que concluya en febrero de 2026 y marcará el inicio de una nueva era en la computación de alto rendimiento japonesa.
Un salto tecnológico: CPUs Fujitsu-MONAKA-X y tecnología 2nm
La piedra angular de FugakuNEXT serán las futuras CPUs Fujitsu-MONAKA-X, una evolución de la arquitectura Fujitsu-MONAKA en la que la compañía lleva años trabajando con el objetivo de maximizar la eficiencia energética y la integración con aceleradores como GPUs o NPUs. Estas nuevas CPUs, basadas en tecnología de 2 nanómetros, integrarán microarquitecturas optimizadas para empaquetado 3D y operación a voltajes ultrabajos.
La hoja de ruta tecnológica de Fujitsu incluye la combinación de procesadores Arm con GPUs AMD Instinct, así como la incorporación de aceleradores específicos para IA y procesamiento neuronal (NPUs), alineándose con la tendencia global hacia sistemas híbridos para cargas de trabajo científicas y de inteligencia artificial.
¿El primer superordenador zettascale del mundo?
El Ministerio de Educación, Cultura, Deportes, Ciencia y Tecnología de Japón (MEXT) ya adelantó en 2024 que el objetivo es alcanzar la barrera zettascale, al menos en términos de rendimiento en IA (FP8). Si bien la unidad FP8 es estándar para inteligencia artificial, el rendimiento en FP64 (doble precisión) sigue siendo el referente en computación científica. Aun así, los planes apuntan a que cada nodo de FugakuNEXT podría ofrecer varios cientos de teraflops en FP64, permitiendo alcanzar rendimiento exascale real y aspirar de nuevo al primer puesto mundial en la lista Top500.
De Fugaku a FugakuNEXT: de la ciencia a la IA
El actual Fugaku, basado en procesadores Arm, fue desplegado en 2020 y logró el primer puesto mundial con 442 petaflops (FP64). Hoy ocupa la séptima posición, tras los gigantes exascale estadounidenses, europeos y la nube de Microsoft Azure. La próxima generación no solo heredará la capacidad de acelerar aplicaciones científicas, sino que integrará capacidades avanzadas de IA para dar respuesta al auge de modelos generativos y necesidades empresariales de análisis masivo de datos.
Según Vivek Mahajan, CTO de Fujitsu, «la experiencia de Fugaku y las tecnologías de Fujitsu-MONAKA y MONAKA-X permitirán construir una infraestructura capaz de responder de manera dinámica a las necesidades cambiantes de la industria y la sociedad, canalizando el talento japonés hacia la próxima generación de procesadores de IA y supercomputación».
Soberanía tecnológica y ecosistema nacional
El anuncio subraya el compromiso de Japón con la soberanía tecnológica en semiconductores avanzados, computación de alto rendimiento y procesamiento de inteligencia artificial, un área estratégica en la actual carrera mundial. La inversión pública-privada y la colaboración con empresas líderes como AMD refuerzan la posición nipona, que busca reducir su dependencia de tecnologías extranjeras y liderar la transición hacia infraestructuras digitales energéticamente eficientes y adaptadas a los retos del siglo XXI.
El futuro del supercómputo global pasa por Japón
Aunque la definición de «zettascale» aplicada a la IA no es directamente comparable con la potencia tradicional de los superordenadores científicos, el avance de FugakuNEXT y el desarrollo de las CPUs Fujitsu-MONAKA-X sitúan de nuevo a Japón en la élite mundial de la computación. Si se cumplen los objetivos, el país podría volver a albergar el superordenador más potente del mundo, impulsando tanto la investigación científica como la innovación empresarial y el despliegue de inteligencia artificial a escala nacional.
vía: datacenterdynamics