El gigante estadounidense de los semiconductores ejecutará miles de despidos a nivel global, afectando especialmente a su corazón productivo en Oregón y poniendo en duda el futuro de su negocio Foundry y sus grandes proyectos industriales.
Intel, uno de los líderes mundiales en fabricación de microchips, afronta una de las mayores reestructuraciones de su historia reciente con el anuncio de la eliminación de entre el 15 % y el 20 % de su plantilla en el área de fábricas (Foundry), una decisión que tendrá efectos devastadores sobre miles de familias y dejará una huella profunda en la industria tecnológica de Estados Unidos.
Recorte masivo en el corazón productivo de Intel
La noticia fue confirmada a través de un correo interno firmado por Naga Chandrasekaran, vicepresidente de manufactura de Intel, y filtrado a varios medios estadounidenses. El plan contempla que la mayoría de los despidos se realicen a lo largo del mes de julio, con especial incidencia en las plantas de Hillsboro (Oregón), consideradas el epicentro de la producción y la I+D de la compañía, donde trabajan cerca de 20.000 personas.
Intel no ha concretado la cifra total de afectados, aunque los analistas estiman que podrían superarse los 10.000 despidos globales, sumados a los 15.000 ya ejecutados durante 2024. La compañía argumenta que estos “dolorosos” recortes son imprescindibles para recuperar la rentabilidad y asegurar la viabilidad de la empresa ante la caída sostenida de ingresos, la competencia feroz en los mercados de PC y centros de datos, y el retraso frente a rivales como TSMC, Samsung y NVIDIA en chips avanzados para inteligencia artificial.
Factores detrás de la decisión
Entre las razones principales para estos recortes se encuentran:
- Estancamiento de ventas en sectores clave, como ordenadores personales y centros de datos.
- Fracaso en el desarrollo y producción de chips avanzados para IA, que actualmente lideran empresas como NVIDIA.
- Complejidad organizativa y exceso de capas directivas, que el nuevo CEO, Lip-Bu Tan, pretende simplificar.
- Incertidumbre regulatoria: la administración Biden otorgó a Intel 7.900 millones de dólares en subvenciones federales, pero parte de estos fondos está en revisión por el nuevo gobierno estadounidense, dificultando la expansión y apertura de nuevas fábricas, como la de Ohio, ahora pospuesta a 2030.
Impacto en Oregón y en el ecosistema tecnológico
La mayor parte del impacto se sentirá en Oregón, donde Intel es el mayor empleador privado, motor de innovación y uno de los pilares de la economía local. El estado había aprobado incentivos por 115 millones de dólares para una expansión que ahora se pone en duda. Si Intel no cumple con los compromisos de contratación y generación de impuestos, los fondos podrían ser reclamados por el estado.
Cambios en la estrategia y futuro de Intel
Intel asegura que los despidos no afectarán solo a operarios de fábrica, sino que también tocarán a ingenieros, técnicos e investigadores de su división Foundry, responsables de innovaciones de vanguardia. La compañía ha descartado planes de bajas voluntarias o prejubilaciones, priorizando recortes selectivos en función de la relevancia estratégica de cada área, el desempeño individual y la reorientación de proyectos.
El nuevo CEO ha señalado la necesidad de agilizar la toma de decisiones, reducir la burocracia y enfocar los recursos en las áreas de mayor potencial futuro, como la fabricación bajo demanda para terceros y la adopción de nuevas tecnologías.
El reto de mantener el talento en tiempos de recortes
Pese a la gravedad de los despidos, la dirección de Intel subraya su apuesta por retener y atraer talento de primer nivel en ingeniería, imprescindible para competir en una industria que avanza a velocidad vertiginosa y en la que la inversión en I+D y la capacidad de ejecución son claves para el liderazgo tecnológico.
La noticia coincide con la delicada situación del mercado de semiconductores y la incertidumbre que rodea a las inversiones industriales a gran escala en EE.UU. La reacción del mercado fue positiva en el corto plazo, con un alza del 3 % en las acciones de Intel, reflejando la aprobación de los inversores ante las medidas de contención de costes, pero el futuro de la compañía y su impacto en la economía tecnológica estadounidense quedan, por ahora, marcados por la incertidumbre y el desafío de reinventarse en un entorno cada vez más competitivo.
vía: oregonlive