Intel ha salido al paso de las acusaciones lanzadas por la Asociación de CiberseguridadLas soluciones de ciberseguridad son esenciales en la era di... de China (CSAC), que ha pedido una revisión de seguridad de los productos de la compañía estadounidense, alegando que su tecnología compromete la seguridad nacional. Las afirmaciones, publicadas en la cuenta oficial de WeChat de la CSAC, señalaron que los procesadores de Intel, incluyendo los utilizados en tareas de inteligencia artificial, presentan fallos críticos y podrían poner en riesgo las infraestructuras críticas del país asiático.
La CSAC, un grupo con estrechos vínculos con el gobierno chino, señaló que los chips de Intel, como los procesadores Xeon, contienen vulnerabilidades que reflejan una «actitud irresponsable» hacia la seguridad de los clientes. Además, la asociación alegó que los sistemas integrados en estos procesadores podrían tener «puertas traseras» relacionadas con la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos, lo que pondría en peligro la seguridad de la información a nivel global.
La respuesta de Intel
En respuesta a estas acusaciones, Intel afirmó que su prioridad ha sido siempre la seguridad y calidad de sus productos. En un comunicado publicado en su cuenta oficial de WeChat, la filial china de Intel aseguró: «Seguiremos en comunicación con las autoridades pertinentes para aclarar cualquier preocupación y reafirmar nuestro compromiso con la seguridad y la calidad de nuestros productos».
El mercado chino es vital para Intel, ya que el país representa más de una cuarta parte de sus ingresos anuales. Un posible veto o revisión de seguridad podría afectar las ventas de la compañía, particularmente en un momento crítico en el que China enfrenta restricciones para acceder a chips avanzados para aplicaciones de inteligencia artificial debido a sanciones impuestas por Estados Unidos.
Tensiones geopolíticas y tecnológicas
Este enfrentamiento se enmarca en las crecientes tensiones tecnológicas entre China y Estados Unidos, donde las empresas tecnológicas estadounidenses han visto sus exportaciones a China limitadas por restricciones gubernamentales. En 2023, la CAC prohibió el uso de productos de Micron en infraestructuras críticas chinas tras una revisión de seguridad fallida, un movimiento visto como una respuesta a las sanciones estadounidenses que bloquean la venta de semiconductores avanzados a empresas chinas.
Intel ha intentado mantener su presencia en China a pesar de estas tensiones. En julio de 2023, su CEO, Pat Gelsinger, realizó una visita discreta al país en un esfuerzo por consolidar la relación con el mercado chino, coincidiendo con el lanzamiento de una versión de su chip Habana Gaudi 2, diseñado para tareas de IA en China.
Un mercado bajo presión
Con las restricciones en marcha y las acusaciones de la CSAC, el futuro de Intel en China es incierto. La empresa sigue desempeñando un papel crucial en el suministro de tecnología de alto rendimiento para el mercado chino, pero las crecientes fricciones entre ambas potencias podrían influir en su capacidad de continuar operando sin interrupciones.
El desenlace de esta situación podría tener implicaciones más amplias para toda la industria tecnológica global, en un momento en el que la competencia por el liderazgo en el campo de la inteligencia artificial y los semiconductores está en su punto más álgido.
