Google, una de las mayores tecnológicas del mundo, ha manifestado su negativa a cumplir con la futura ley de verificación de datos de la Unión Europea, una medida diseñada para combatir la desinformación en el entorno digital. En una carta dirigida a la Comisión Europea, el gigante estadounidense afirmó que las disposiciones propuestas no son apropiadas ni efectivas para sus servicios, lo que anticipa un conflicto significativo entre Silicon Valley y Bruselas.
Un rechazo rotundo
Kent Walker, presidente de asuntos globales de Google, fue el encargado de expresar la postura de la compañía en un documento al que tuvo acceso Axios. En él, Walker dejó claro que Google no incorporará sistemas de verificación de hechos en su buscador ni en plataformas como YouTube. Además, subrayó que no empleará datos de comprobación para clasificar o eliminar contenido, contraviniendo directamente las demandas de la ley.
El ejecutivo defendió el enfoque actual de Google, que incluye herramientas como las etiquetas para contenidos generados por inteligencia artificial y las notas de contexto en YouTube. Estas medidas, según Walker, demostraron su eficacia en la gestión de información durante las elecciones celebradas en distintas regiones en 2024.
La normativa de la Unión Europea
La ley de verificación de datos forma parte de un paquete más amplio de regulaciones establecido por la Ley de Servicios Digitales (DSA), que busca garantizar mayor transparencia y responsabilidad en las grandes plataformas tecnológicas. Inicialmente planteada como un conjunto de recomendaciones bajo el Código de Prácticas sobre Desinformación en 2018, esta normativa se convertirá en obligatoria para las empresas que operan en territorio europeo.
Entre los principales requisitos de la ley se incluyen:
- Implementar sistemas de verificación de hechos en buscadores y redes sociales.
- Clasificar y eliminar contenido engañoso o falso.
- Informar a los usuarios y autoridades sobre los mecanismos de moderación utilizados.
- Garantizar la transparencia en los algoritmos de clasificación.
La normativa ha sido bien recibida por defensores de la lucha contra la desinformación, pero también ha generado resistencia entre las grandes tecnológicas, que la consideran una carga regulatoria excesiva.
Un pulso entre Bruselas y Silicon Valley
El rechazo de Google se suma a las críticas de otras grandes empresas tecnológicas como Meta y X (antes Twitter), que han optado por implementar sistemas alternativos de moderación, como las Notas de la Comunidad, para esquivar la verificación tradicional de datos. Este rechazo pone de manifiesto la creciente tensión entre las políticas regulatorias de la Unión Europea y las estrategias de las gigantes estadounidenses.
Con el regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, las tecnológicas parecen sentirse respaldadas para desafiar las leyes europeas. Bajo esta nueva dinámica, Google ha dejado claro que priorizará sus propios sistemas de control de contenidos sobre las exigencias de Bruselas.
Consecuencias y futuro
La negativa de Google a cumplir con la ley de verificación de datos plantea un desafío directo a la Unión Europea, que podría imponer sanciones una vez que la normativa entre en vigor. La Comisión Europea ha insistido en que estas medidas son fundamentales para combatir la desinformación y proteger a los ciudadanos europeos, y advirtió que no tolerará incumplimientos.
Mientras tanto, Google ha reafirmado su compromiso con el desarrollo de herramientas propias para moderar contenidos, aunque sin ajustarse a las demandas específicas de la nueva ley. Este desacuerdo plantea una pregunta crucial: ¿hasta qué punto Bruselas está dispuesta a presionar para garantizar que sus normativas se cumplan, incluso frente a empresas de la magnitud de Google?
La disputa entre Google y la Unión Europea será un indicador clave de cómo evoluciona la relación entre las grandes plataformas tecnológicas y los reguladores en un contexto global donde la transparencia y la lucha contra la desinformación son cada vez más urgentes.
vía: Noticias SEO