La tormenta perfecta en el mercado de la memoria ya está golpeando de lleno incluso a las marcas más cuidadosas con su comunidad. Framework, el fabricante de portátiles modulares y reparables, ha dejado de vender módulos de RAM por separado en su tienda online para intentar frenar a los revendedores y proteger el stock destinado a sus propios equipos.
La compañía, conocida por su apuesta por la reparabilidad y el derecho a reparar, ofrece en su Marketplace módulos SO-DIMM que los usuarios pueden montar en sus portátiles, ya sea como ampliación o al configurar las versiones DIY Edition. Pero la situación del mercado de DRAM se ha vuelto tan tensa que Framework se ha visto obligada a tomar una decisión drástica: retirar prácticamente todos los kits de memoria vendidos como producto independiente.
En un mensaje dirigido a su comunidad, la empresa admite que el mercado de la memoria “está en un punto complicado” y que han tenido que deslistar la RAM suelta de su tienda para “adelantarse a los scalpers y preservar inventario para quienes compran portátiles DIY”.
La inteligencia artificial se come la producción de DRAM
El contexto de esta decisión no es exclusivo de Framework. El problema viene de más arriba: la revolución de la inteligencia artificial está absorbiendo la capacidad de producción de memoria a nivel mundial.
En la práctica, solo unas pocas compañías —Samsung, SK Hynix, Micron, entre otras— son capaces de fabricar DRAM en los volúmenes y a los nodos de proceso que demanda la industria. Y una parte enorme de esa producción está yendo a parar a:
- Centros de datos para entrenamiento e inferencia de modelos de IA.
- Clústeres GPU con terabytes de memoria por nodo.
- Grandes proveedores cloud y de infraestructura que compran a largo plazo y a precios muy altos.
Firmas como OpenAI y otros gigantes de la IA están asegurando contratos de suministro masivo de memoria y almacenamiento, dejando a los fabricantes de PC y a los usuarios finales en una posición mucho más débil a la hora de negociar precios.
El resultado es un mercado en el que:
- Los módulos de DDR5 para escritorio y portátil se disparan de precio.
- Los plazos de entrega se alargan.
- Y cualquier punto intermedio de la cadena —como el Marketplace de una marca como Framework— se convierte en objetivo de especuladores que compran barato para revender caro.
De los portátiles modulares… al miedo a los revendedores
En condiciones normales, el modelo de Framework es casi el ejemplo perfecto de cómo debería ser el hardware de consumo:
- Portátiles que se pueden abrir y ampliar fácilmente.
- Módulos de RAM y SSD estándar.
- Tienda oficial con repuestos y ampliaciones para prolongar la vida útil de los equipos.
Pero en un mercado tensionado, esa misma virtud se convierte en una debilidad: si la marca vende RAM de calidad a precio razonable, es cuestión de tiempo que terceros compren todo el stock para revenderlo más caro en otras plataformas.
Para evitarlo, la compañía ha optado por una solución intermedia:
- Mantener módulos de RAM disponibles, pero solo al comprar un portátil DIY o como parte de una configuración completa.
- Retirar la venta de RAM como producto independiente, al menos mientras dure la situación actual.
Es una medida impopular para quienes veían el Marketplace de Framework como un recurso para mejorar portátiles existentes, pero les permite asegurarse de que los futuros compradores de la marca no se queden sin opciones de memoria para sus equipos.
Subidas de precio a la vista
La mala noticia no se queda en el deslistado de productos. Framework también ha avisado de que sus costes de memoria van a subir, y que tarde o temprano eso se traducirá en precios más altos para los módulos que se sigan vendiendo.
No es una decisión aislada:
- Fabricantes como Minisforum ya han incrementado el precio de muchos de sus PCs preensamblados que incluyen RAM y SSD.
- Grandes actores como Lenovo están acaparando memoria para asegurarse stock de cara a los próximos meses.
En paralelo, en el segmento de escritorio ya se ve el desajuste de mercado de forma muy gráfica: hay casos concretos en los que un kit de 64 GB de DDR5 cuesta más que una consola PlayStation 5 completa. Una comparación que hace unos años habría sonado absurda y que hoy sirve de termómetro real de hasta qué punto se ha descontrolado el precio de la memoria.
2026 pinta peor: escasez y precios altos como norma
Analistas y fabricantes coinciden en un mensaje poco optimista: la situación no va a mejorar a corto plazo. Lo más probable es que:
- Durante todo 2026 el mercado de DRAM siga bajo una fuerte presión de demanda ligada a la IA.
- Los precios se mantengan altos o incluso sigan subiendo.
- Los fabricantes pequeños y medianos sufran más para garantizar suministro estable.
Esto afecta a varios perfiles:
- Usuarios avanzados y entusiastas del PC, que quieren ampliar su equipo con más memoria.
- Empresas que dependen de estaciones de trabajo con grandes cantidades de RAM.
- Marcas como Framework, cuya propuesta se basa precisamente en la posibilidad de actualizar el hardware con el tiempo.
En este contexto, las decisiones de racionar stock, limitar ventas sueltas o priorizar ciertos canales ya no son una rareza, sino una estrategia de supervivencia.
Qué puede hacer el usuario ante este panorama
Para el usuario final, el margen de maniobra es limitado, pero hay algunas recomendaciones sensatas:
- Planificar ampliaciones con antelación
Si se sabe que se va a necesitar más memoria en los próximos meses (para virtualización, IA local, edición de vídeo, etc.), puede ser mejor adelantarse a posibles nuevas subidas. - Evitar a los revendedores con sobreprecio
El mercado de segunda mano y algunos marketplaces están llenos de kits inflados de precio. Conviene comparar bien y desconfiar de incrementos injustificados respecto al PVP oficial. - Valorar configuraciones más equilibradas
No siempre tiene sentido saltar directamente a 64 GB o más si el uso real no lo exige. En un contexto de precios disparados, un equipo con 32 GB bien aprovechados puede ser más razonable. - Seguir de cerca las decisiones de los fabricantes
Marcas como Framework comunican con bastante transparencia los cambios de precios y disponibilidad. Estar atento puede marcar la diferencia entre comprar a un precio todavía “razonable” o llegar tarde.
Un síntoma más de la era de la IA
Lo que está ocurriendo con la RAM de Framework no es un caso aislado, sino un síntoma de la reconfiguración profunda del mercado del hardware en plena fiebre de la inteligencia artificial.
Mientras las grandes tecnológicas cierran contratos multimillonarios para alimentar sus clústeres de GPU, el resto del ecosistema —desde fabricantes alternativos hasta usuarios domésticos— se ve obligado a adaptarse a una nueva realidad: la memoria es un recurso estratégico, escaso y cada vez más caro.
Y que incluso una empresa tan centrada en el usuario como Framework tenga que retirar la RAM suelta de su tienda para frenar a los especuladores es, probablemente, una de las señales más claras de ello.