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El fin del soporte de Windows 10 en 2025: una carrera contra el tiempo para millones de dispositivos

El próximo 14 de octubre de 2025, Microsoft dejará de proporcionar soporte oficial para Windows 10, marcando el fin de una era para un sistema operativo que aún utilizan millones de usuarios. En países como Alemania, 32 millones de dispositivos (65 % del total) todavía dependen de Windows 10, exponiendo a sus usuarios a graves riesgos de seguridad tras el fin de las actualizaciones.

Esta situación pone de manifiesto la necesidad urgente de migrar a sistemas más modernos, como Windows 11, o buscar alternativas como distribuciones de Linux, especialmente para equipos más antiguos.

Una situación más grave que el fin de Windows 7

Según Thorsten Urbanski, experto en ciberseguridad de ESET, el escenario actual es más alarmante que el fin del soporte de Windows 7 en 2020. “Entonces, más del 70 % de los usuarios ya había adoptado Windows 10 antes de que expirara el soporte. Ahora, una mayoría significativa sigue anclada en Windows 10, creando un panorama de alto riesgo para 2025”, explica Urbanski.

El problema principal es que, a partir del 14 de octubre de 2025, las vulnerabilidades descubiertas en Windows 10 ya no serán parcheadas, dejando a los dispositivos expuestos a ataques como el ransomware, el robo de datos y el espionaje. Este riesgo es aún mayor para empresas que operan con sistemas obsoletos, ya que podrían enfrentar sanciones legales por incumplimiento de normativas de protección de datos.

Impacto global y regional

El uso de Windows 10 sigue siendo predominante en muchas regiones, con cifras similares en Austria (63 %) y Suiza (56 %), sumando más de 35 millones de dispositivos en el área DACH (Alemania, Austria, Suiza). A nivel mundial, millones de usuarios y empresas enfrentan un desafío similar, subrayando la necesidad de una transición masiva hacia sistemas más modernos.

Por qué es urgente migrar

El fin del soporte no solo pone en riesgo la seguridad de los usuarios, sino que también tiene un impacto en la productividad y la compatibilidad tecnológica. Algunos de los problemas más comunes incluyen:

  1. Ataques de ransomware y malware: Los sistemas sin soporte son un objetivo prioritario para los ciberdelincuentes, que pueden explotar vulnerabilidades conocidas.
  2. Incompatibilidad con software y hardware modernos: Los sistemas antiguos pueden no ser compatibles con nuevas aplicaciones o dispositivos, afectando el rendimiento y la productividad.
  3. Riesgos legales: Las empresas que operen con sistemas obsoletos pueden violar normativas de protección de datos, enfrentando multas y pérdida de reputación.

Opciones disponibles: Windows 11 o Linux

Microsoft ofrecerá un soporte extendido de pago para Windows 10, pero esta solución será costosa y está pensada principalmente para empresas. La opción más lógica para la mayoría de los usuarios es migrar a Windows 11, que ofrece un mejor rendimiento, mayor seguridad y compatibilidad con tecnologías más recientes.

Para aquellos con equipos más antiguos que no soporten Windows 11, las distribuciones de Linux representan una alternativa viable. Sistemas como Ubuntu, Linux Mint o Fedora son opciones gratuitas, seguras y capaces de extender la vida útil del hardware.

Medidas esenciales para mitigar los riesgos

El equipo de expertos de ESET recomienda adoptar una serie de prácticas de seguridad para proteger los dispositivos durante y después del fin del soporte de Windows 10:

  1. Migrar lo antes posible: Actualizar a Windows 11 o considerar Linux para evitar depender de un sistema operativo sin soporte.
  2. Mantener los sistemas actualizados: Instalar actualizaciones regulares para todos los programas, firmware y hardware.
  3. Implementar software de seguridad robusto: Utilizar soluciones con protección contra exploits y análisis en la nube para detectar amenazas desconocidas.
  4. Realizar copias de seguridad frecuentes: Resguardar datos en dispositivos externos o en la nube para prevenir pérdidas en caso de ataques.
  5. Limitar los permisos de administrador: Operar con cuentas de usuario estándar y restringir el uso de cuentas con privilegios administrativos.
  6. Capacitación en ciberseguridad: Educar a los usuarios y empleados sobre las mejores prácticas para evitar ataques de phishing y otras tácticas comunes.

El desafío de las empresas

Para las organizaciones, el fin del soporte de Windows 10 es un recordatorio de la importancia de mantener actualizadas sus infraestructuras tecnológicas. Además del riesgo de ataques, las empresas pueden enfrentar problemas de compatibilidad, pérdida de productividad y sanciones legales si no cumplen con las normativas vigentes.

Planificar la migración a Windows 11 o a otros sistemas es fundamental para garantizar la continuidad operativa. El soporte extendido puede ser una solución temporal, pero no sustituye una actualización completa.

Conclusión: una oportunidad para mejorar la seguridad digital

El fin del soporte de Windows 10 no solo representa un desafío, sino también una oportunidad para mejorar la seguridad y modernizar las infraestructuras tecnológicas. Actuar ahora permitirá a usuarios y empresas evitar riesgos significativos y aprovechar los beneficios de sistemas operativos más avanzados.

La transición a Windows 11 o Linux debe ser vista como una inversión en ciberseguridad y productividad. En un mundo digital cada vez más interconectado, adoptar un enfoque proactivo no solo es recomendable, sino esencial. 2025 puede marcar el inicio de una nueva etapa en la seguridad digital, siempre que se tomen las decisiones correctas a tiempo.

vía: Noticias seguridad

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