Senadores de ambos partidos instan al CEO de NVIDIA a evitar contactos con entidades vinculadas al ejército chino o sancionadas por Washington
En un nuevo episodio de creciente tensión entre Washington y Pekín, varios senadores de Estados Unidos han enviado una carta al CEO de NVIDIA, Jensen Huang, advirtiéndole sobre su viaje a China. El mensaje es claro: evitar cualquier contacto con empresas o entidades sospechosas de colaborar con los organismos militares o de inteligencia de la República Popular China.
La misiva, firmada por el senador republicano Jim Banks y la senadora demócrata Elizabeth Warren, ha sido revelada por la agencia Reuters. En ella, los legisladores expresan su preocupación por el riesgo de que el viaje de Huang sea interpretado como una legitimación de compañías chinas que podrían estar implicadas en prácticas que el gobierno estadounidense considera hostiles a sus intereses estratégicos.
Un viaje en un momento delicado
Huang, que según los planes anunciados debería encontrarse ya en China, mantiene una agenda que no ha sido detallada públicamente. Sin embargo, las implicaciones del viaje no han pasado desapercibidas para el Congreso estadounidense, especialmente tras las recientes restricciones impuestas por el Departamento de Comercio sobre la exportación de chips avanzados al gigante asiático.
Aunque NVIDIA ha cumplido formalmente con las regulaciones —diseñando versiones limitadas de sus chips de IA, como una variante recortada de la arquitectura Blackwell específica para el mercado chino—, estas restricciones han supuesto ya pérdidas estimadas en más de 15.000 millones de dólares para la compañía.
El temor de Washington es que empresas chinas estén aprovechando resquicios legales o mediante terceros accediendo a tecnología que debería estar controlada por razones de seguridad nacional.
«Nos preocupa que su viaje a la RPC pueda legitimar a empresas que cooperan estrechamente con el ejército chino o que impliquen la discusión de lagunas aprovechables en los controles de exportación estadounidenses», señalan los senadores en la carta.
La posición de NVIDIA
Un portavoz de la tecnológica con sede en Santa Clara ha respondido con un mensaje diplomático pero firme:
“EE. UU. gana cuando su tecnología establece el estándar global. China tiene uno de los mayores cuerpos de desarrolladores de software del mundo. El software de inteligencia artificial debería funcionar mejor en la pila tecnológica estadounidense, animando a las naciones de todo el mundo a elegir América”.
La declaración apunta a una visión de liderazgo global por parte de EE. UU. a través de la competitividad tecnológica, no únicamente mediante restricciones.
La competencia no da tregua
Desde mayo se sabe que NVIDIA prepara una línea económica de chips Blackwell adaptada a las restricciones para seguir operando en el mercado chino, donde competidores como Huawei y startups nacionales están ganando terreno. La presión del mercado es evidente: China representa uno de los mayores mercados de IA del planeta y NVIDIA no quiere perder relevancia allí.
La compañía, actualmente la más valiosa del mundo por capitalización bursátil, enfrenta el dilema de mantener su posición comercial sin entrar en conflicto con la legislación de su país.
La geopolítica de los semiconductores
El trasfondo de esta advertencia es una batalla geoestratégica más amplia en torno al dominio de los semiconductores de alto rendimiento y la inteligencia artificial. Estados Unidos busca frenar el avance de China en tecnologías duales —con aplicaciones tanto civiles como militares— mediante controles de exportación, sanciones y subsidios a su propia industria nacional.
Pero empresas como NVIDIA, que operan en un mercado global, deben equilibrar sus intereses comerciales con las presiones regulatorias y diplomáticas.
Conclusión: chips, diplomacia y poder global
El episodio evidencia la creciente interferencia política en las operaciones internacionales de empresas tecnológicas. La carta dirigida a Jensen Huang es tanto un mensaje a NVIDIA como al resto del sector: hacer negocios con China será observado con lupa.
En un escenario donde los chips de IA son considerados activos estratégicos al nivel de los recursos energéticos, las decisiones empresariales ya no son solo cuestión de balances y cuotas de mercado, sino también de geopolítica, soberanía y hegemonía tecnológica.
vía: Reuters y el chapuzas informatico