La tecnología IoT, junto a otras como el Video Analytics y el Machine Learning, para acrecentar la seguridad física será un factor vital en el avance de este mercado. No lo digo yo, según un informe elaborado por la consultora Grand View Research, el mercado de seguridad física global alcanzará una facturación de 292.400 millones de dólares en 2025 con crecimientos anuales de alrededor de un 9,4% en estos próximos cinco años.
Según Frédéric Salles, CEO de Matooma, «este mercado de gran crecimiento abarca tanto la seguridad a nivel corporativo (empresas, grandes organizaciones) como al gran público (seguridad en el hogar, personas aisladas o mayores que viven solas) y afronta importantes retos en términos de conectividad y de la propia seguridad de estos productos».
Actualmente los dispositivos conectados cumplen en mayor grado las necesidades de seguridad de compañías y personas: alarmas, cámaras de videovigilancia, detectores infrarrojos, desfibriladores cardíacos, dispositivos de teleasistencia, controles de acceso biométricos, sistemas de alertas… Una conectividad estable y una conexión segura de estos dispositivos son dos aspectos fundamentales para garantizar el buen funcionamiento de estos productos.
Cómo aportar mayor fiabilidad a los dispositivos de seguridad
Una conectividad irregular puede generar serios problemas tanto para los particulares como para el medio profesional. El gran público queda expuesto a situaciones como intrusiones no deseadas en el hogar, la imposibilidad de contactar a personal médico en caso de caída de una persona mayor o, si el ascensor deja de funcionar, la imposibilidad de llamar a un centro de televigilancia desde el interior de la cabina.
Además, una conectividad deficiente puede afectar a las empresas de distintas maneras. Por un lado, pueden encontrar dificultades a la hora de geolocalizar a un trabajador aislado en caso de caída o de sufrir algún percance en obras o zonas de riesgo. En caso de incendio de un edificio, podrían ver afectadas las comunicaciones con los bomberos, o con la policía en caso de robo o intrusión.
La tarjeta SIM M2M multioperador de Matooma es una solución de conectividad que ofrece una mayor fiabilidad a los dispositivos de seguridad conectados. Una vez insertada en el dispositivo, la tarjeta permite acceder a todas las redes celulares locales disponibles en un espacio determinado y conectar los objetos a la mejor red en un instante T, sin cargos de roaming. En caso de corte o interrupción de la red, el objeto iniciará automáticamente un nuevo escaneo de las redes disponibles y se conectará a la segunda mejor red disponible. Se consigue así una conexión óptima y una continuidad del servicio cercana al 100%, un elemento indispensable en el sector de la seguridad.
Para My Angel, gracias a la tarjeta SIM multioperador de Matooma integrada en sus dispositivos, los usuarios se benefician de una cobertura GSM fiable en cualquier lugar en el que se encuentren. Así, los dispositivos conectados My Link CLASSIC y My Link PLUS de My Angel se presentan como la solución ideal para socorrer a toda persona en situación de urgencia. “Gracias al GPS integrado en estos dispositivos, es posible geolocalizar la posición de la persona. El dispositivo también puede detectar situaciones anormales (inmovilidad por ejemplo) en un trabajador que se supone que está activo y avisar automáticamente a los servicios de emergencia”, comenta Lionel Brunnengreber, Presidente y Fundador de My Angel.
Una red privada para asegurar las conexiones
Junto a una conectividad constante, el uso de un APN privado puede ofrecer una capa de seguridad adicional a estos dispositivos. Frédéric Salles explica que “en el IoT, la mayoría de los ciberataques se realizan sobre dispositivos asociados a una dirección IP pública, por lo tanto visible en Internet”.
Para evitar estos accesos no deseados a dispositivos como alarmas o cámaras de videovigilancia, Matooma ofrece una solución de red privada, Matoowan, que asegura las conexiones y facilita el acceso a los equipos a través de un APN privado. “Se trata de una subred Internet invisible e inexpugnable utilizada para transmitir los datos de forma segura entre los equipos y los servidores del cliente”, añade Salles.
Tanto para los dispositivos de seguridad utilizados por el gran público como por los integrados en sistemas empresariales, el uso de una red privada es esencial para aportar seguridad a la vez que una operativa más sencilla, al evitar especialmente intrusiones no deseadas que son el origen de los sobreconsumos. También esta solución permite acceder a los dispositivos en tiempo real y poder supervisarlos o realizar operaciones de mantenimiento remoto.
Según Frédéric Salles, «en Matooma resolvemos ambas problemáticas que afectan al sector de la seguridad ya que las tarjetas SIM M2M facilitan una conectividad estable de los dispositivos mientras que la red privada MatooWan asegura los conexiones y aporta mayor seguridad a estos objetos».