La Administración Trump endurece su estrategia tecnológica y ordena a empresas estadounidenses que dejen de vender software de diseño de chips a clientes chinos
En un nuevo capítulo de la creciente guerra tecnológica entre Estados Unidos y China, la administración de Donald Trump ha ordenado a las principales compañías estadounidenses de automatización de diseño electrónico (EDA, por sus siglas en inglés) que suspendan la venta de su software a clientes chinos. Así lo ha revelado el Financial Times, citando fuentes cercanas a la medida.
El Departamento de Comercio de EE.UU., a través de su Oficina de Industria y Seguridad (BIS), envió recientemente cartas a empresas como Synopsys, Cadence Design Systems y Siemens EDA, instruyéndolas para que detuvieran el suministro de su tecnología a China. Estas compañías dominan aproximadamente el 80 % del mercado chino de software EDA, un sector crítico para el diseño y simulación de chips avanzados, esenciales en áreas como inteligencia artificial, supercomputación y defensa.
Una ofensiva estratégica en plena tensión comercial
La decisión forma parte de un esfuerzo más amplio de Washington por frenar el avance tecnológico de Pekín. A principios de 2025, el Gobierno estadounidense ya prohibió a NVIDIA vender sus chips H20 a empresas chinas, marcando la tercera ronda de restricciones desde 2022.
Un portavoz del Departamento de Comercio confirmó al Financial Times que la agencia está revisando las exportaciones consideradas estratégicas para China, y que en algunos casos ha suspendido licencias vigentes o impuesto nuevos requisitos de autorización.
El anuncio llega en un momento especialmente delicado, ya que ambas potencias acaban de acordar una tregua arancelaria de 90 días tras negociaciones en Ginebra. Sin embargo, las nuevas limitaciones exportadoras evidencian lo precario del actual equilibrio diplomático.
Consecuencias inmediatas en Wall Street y el sector tecnológico
El impacto bursátil no se hizo esperar. Las acciones de Synopsys y Cadence cayeron bruscamente tras conocerse la directiva: un descenso del 9,6 % y del 10,7 %, respectivamente. Según los últimos resultados financieros, China representa el 16 % de los ingresos de Synopsys (cerca de 1.000 millones de dólares) y el 12 % de las ventas de Cadence.
Aunque Synopsys declaró durante una llamada de resultados que aún no ha recibido notificación oficial del BIS, su consejero delegado, Sassine Ghazi, reconoció que están preparando el terreno para una disminución de ingresos en el mercado chino a lo largo del año fiscal.
Ni Cadence ni Siemens EDA han emitido comentarios oficiales sobre el asunto.
China acelera su autonomía tecnológica
En paralelo, Pekín intensifica sus esfuerzos por reducir su dependencia de proveedores extranjeros, con importantes inversiones en desarrolladores nacionales de software EDA. Empresas locales como Empyrean Technology, Primarius y Semitronix han visto cómo sus acciones subían más del 10 % tras conocerse las nuevas restricciones de EE.UU., una señal del impulso que puede suponer esta medida para la industria doméstica china.
No obstante, los analistas coinciden en que la transición tecnológica de China llevará años, dado el complejo ecosistema de herramientas y conocimientos acumulados que dominan empresas estadounidenses y alemanas.
Un nuevo equilibrio en el tablero mundial de los semiconductores
La decisión de Trump no solo intensifica la rivalidad tecnológica, sino que redefine el mapa estratégico de la industria de semiconductores. Las empresas estadounidenses afectadas corren el riesgo de perder competitividad y cuota de mercado en el que hoy es el mayor mercado mundial de chips, mientras que las compañías chinas enfrentan el reto de innovar a contrarreloj.
Esta batalla por el control de las tecnologías del futuro promete marcar no solo el pulso de las relaciones entre las dos principales potencias globales, sino también el ritmo de la revolución digital mundial.
vía: techspot
