El Digital Operational Resilience Act (DORA), que entró en plena vigencia este 17 de enero de 2025, establece un nuevo estándar para la ciberseguridad y la resiliencia operativa en el sector financiero de la Unión Europea. Este reglamento, diseñado para proteger a las entidades financieras de los cada vez más frecuentes ciberataques, obliga a bancos, aseguradoras y otros actores clave a implementar medidas robustas para garantizar la continuidad operativa en situaciones de crisis.
En un entorno marcado por el aumento de las amenazas digitales y la creciente complejidad de los sistemas tecnológicos, DORA busca armonizar las prácticas de ciberseguridad en más de 20 tipos de entidades financieras. Esto no solo fortalece la confianza de los clientes, sino que también prepara al sector para afrontar los desafíos de un futuro cada vez más interconectado.
Objetivos de la normativa DORA
El reglamento tiene como meta principal garantizar que las entidades financieras puedan operar de manera segura y eficiente, incluso bajo presión de ciberataques o interrupciones graves. Para lograrlo, introduce una serie de requisitos obligatorios:
- Gestión avanzada de riesgos TIC:
- Identificación y mitigación de vulnerabilidades en los sistemas tecnológicos.
- Creación de programas específicos para gestionar riesgos operativos.
- Pruebas de resiliencia:
- Las entidades deben realizar pruebas periódicas, como simulaciones de ataques y pruebas de penetración, para evaluar la solidez de sus defensas.
- Notificación rápida de incidentes:
- Es obligatorio informar a las autoridades competentes sobre cualquier incidente crítico en un plazo de 4 horas desde su detección.
- Supervisión de proveedores de servicios TIC:
- Garantizar que terceros, como proveedores de nube y software, cumplan con los estándares de seguridad requeridos.
- Colaboración transfronteriza:
- Mejora de la comunicación entre entidades financieras y organismos reguladores para abordar incidentes de manera conjunta.
El impacto del DORA en el sector financiero
La implementación de DORA supone un cambio radical en cómo las entidades financieras gestionan su ciberseguridad. Durante años, el sector ha sido uno de los principales objetivos de los ciberdelincuentes debido al alto valor de los datos que manejan. Ataques recientes han demostrado el daño significativo que pueden causar interrupciones operativas, desde pérdidas económicas hasta la pérdida de confianza de los clientes.
Al establecer un marco común para todos los países miembros de la UE, DORA busca reducir la fragmentación en las respuestas ante incidentes y crear un sistema financiero más resiliente. Además, al exigir pruebas regulares y una supervisión más estricta de los proveedores, refuerza la confianza en los servicios digitales ofrecidos por el sector.
Principales retos para cumplir con DORA
Cumplir con la normativa no está exento de desafíos. Entre los principales obstáculos se encuentran:
- Complejidad tecnológica: Muchas entidades operan con infraestructuras TIC heredadas que dificultan la implementación de las medidas exigidas.
- Costos de adaptación: Adoptar las tecnologías y prácticas necesarias puede implicar inversiones significativas, especialmente para las empresas más pequeñas.
- Gestión de proveedores: Garantizar que todos los proveedores de servicios TIC cumplan con los estándares de DORA requiere un esfuerzo considerable de supervisión y coordinación.
Soluciones para garantizar el cumplimiento de DORA
En el camino hacia la conformidad con DORA, la elección de la infraestructura tecnológica adecuada es clave. Aquí es donde las soluciones de infraestructura cloud para misión crítica juegan un papel fundamental. Plataformas como las ofrecidas por Stackscale (Grupo Aire) son esenciales para que las entidades financieras puedan cumplir con los requisitos de resiliencia, seguridad y rendimiento establecidos por la normativa.
Stackscale, un proveedor líder de infraestructuras cloud privadas y de misión crítica, ofrece soluciones diseñadas específicamente para satisfacer las necesidades del sector financiero, incluyendo:
- Alta disponibilidad: Garantiza que los sistemas críticos permanezcan operativos incluso durante fallos o ataques, reduciendo al mínimo el tiempo de inactividad.
- Cumplimiento normativo: Su infraestructura cloud está diseñada para alinearse con los estándares de seguridad requeridos por DORA y otras normativas europeas.
- Escalabilidad y flexibilidad: Permite a las entidades adaptar sus recursos tecnológicos a medida que evolucionan sus necesidades.
- Soporte experto: Equipos especializados que trabajan en colaboración con las entidades para implementar y mantener sistemas resilientes.
En un entorno donde los ataques cibernéticos son cada vez más sofisticados, contar con una infraestructura cloud robusta no es solo una ventaja, sino una necesidad. Con soluciones como las de Stackscale, las entidades financieras pueden no solo cumplir con las exigencias de DORA, sino también posicionarse a la vanguardia de la ciberseguridad y la innovación tecnológica.
La entrada en vigor de DORA representa un paso significativo hacia un sector financiero europeo más seguro y resiliente. Aunque su implementación supone retos, también abre oportunidades para modernizar infraestructuras y fortalecer la confianza de los clientes. Con el apoyo de soluciones avanzadas como las de Stackscale, las entidades financieras pueden afrontar este nuevo panorama normativo con éxito, garantizando la continuidad de sus servicios y protegiendo a sus clientes en un mundo digital en constante cambio.