Los deepfakes, esa tecnología que permite manipular imágenes, vídeos y audios para crear contenido falso pero increíblemente realista, continúan captando la atención global. Un reciente estudio realizado por Kapwing, en colaboración con NeoMam Studios, ha revelado cuáles son los países, estados y ciudades más interesados en este fenómeno. Los resultados, obtenidos a partir de análisis de búsquedas en Google, muestran a Corea del Sur como el país más obsesionado con los deepfakes, con 13.399 búsquedas por cada millón de usuarios de internet.
En comparación, Estados Unidos, una de las naciones pioneras en tecnología, registra 1.701 búsquedas por millón de personas, lo que evidencia una brecha significativa. “Me sorprendió lo bajo que clasificó San Francisco en la lista, dada su influencia en la tecnología moderna. También me pareció sorprendente que Corea del Sur ocupe el primer puesto, con un resultado 10 veces mayor que el de Estados Unidos. No es sólo el primero, está a muchísima distancia del resto”, comentó Eric Lu, cofundador de Kapwing.
Deepfakes: entre el entretenimiento y la preocupación
Los deepfakes han trascendido su uso inicial como herramientas de entretenimiento, utilizadas para hacer decir o hacer cosas graciosas a personajes famosos, para convertirse en una preocupación seria en el ámbito político y de seguridad. Un ejemplo emblemático es el caso del empleado financiero de Hong Kong que transfirió 25 millones de dólares a estafadores tras ser engañado por un deepfake que suplantaba a su director financiero. Este incidente destaca los riesgos asociados a esta tecnología, especialmente en un mundo donde la desinformación y la posverdad son moneda corriente.
El interés en deepfakes por regiones
El estudio de Kapwing no solo analizó el interés a nivel global, sino también dentro de Estados Unidos. Nevada se posicionó como el estado más interesado en deepfakes, con 1.300 búsquedas por millón de habitantes. En el ámbito urbano, Miami lidera la lista, con 1.930 búsquedas por millón de personas, seguida por Atlanta (1.409) y Las Vegas (1.331). Llama la atención que San Francisco, epicentro tecnológico, no figure entre las primeras posiciones, con solo 729 búsquedas por millón de habitantes.
En Europa, República Checa y Suecia lideran el interés, con 11.356 y 10.443 búsquedas respectivamente, mientras que en España el número desciende a 1.405 búsquedas por millón de usuarios. En América Latina, Argentina es el país más interesado, con 713 búsquedas, seguido por Chile (481) y Brasil (386).
La metodología detrás del estudio
Kapwing utilizó datos de búsquedas en Google durante diciembre de 2024, analizando las 100 principales palabras clave relacionadas con deepfakes. Los volúmenes de búsqueda se ajustaron en función de la cuota de mercado de Google en cada país y se calcularon por cada millón de usuarios de internet. Este mismo proceso se repitió para clasificar estados y ciudades dentro de EE. UU.
El doble filo de los deepfakes
La facilidad de acceso a herramientas de inteligencia artificial para crear deepfakes ha democratizado su uso, pero también ha incrementado sus riesgos. “Creo que es la facilidad. Utilizar herramientas de IA para deepfakes es muy fácil y accesible”, señaló Eric Lu.
Esta tecnología se presenta como un arma de doble filo: por un lado, permite avances estéticos y creativos, pero por otro, amenaza los derechos humanos, la seguridad y la confianza en la información. A medida que su popularidad crece, también aumenta la necesidad de regulación y concienciación sobre sus implicaciones.
El estudio de Kapwing no solo refleja el interés global por los deepfakes, sino que también invita a la reflexión sobre cómo la sociedad debe abordar los desafíos que esta tecnología plantea en el siglo XXI.
