Cloudflare carga contra los bloqueos de LaLiga en España: cuando cortar IPs tumba también a medio Internet

El pulso entre LaLiga y Cloudflare por la piratería de retransmisiones deportivas lleva meses escalando, pero el foco ya no está solo en “quién tiene razón” sino en cómo se está aplicando la medida. LaLiga defiende que necesita actuar con contundencia para frenar el streaming ilegal. Cloudflare, por su parte, denuncia que el método elegido —el bloqueo de direcciones IP a través de operadoras— acaba afectando a miles de servicios legítimos y convierte cada partido en una especie de “ruleta” para negocios y usuarios.

El choque no es nuevo, pero sí cada vez más visible. En España, LaLiga cuenta con respaldo judicial para ordenar bloqueos asociados a la distribución de contenido pirata, un marco que ha ido consolidándose tras recursos y resoluciones en tribunales mercantiles. Y el problema técnico (y político) es que, cuando se bloquea por IP en un entorno donde muchas webs comparten infraestructura (CDN, reverse proxies, hosting), el impacto puede salpicar a páginas que no tienen nada que ver con el fútbol.

LaLiga vs Cloudflare: el conflicto de fondo

LaLiga sostiene que una parte relevante de los streams pirata se apoya en infraestructura que dificulta identificar el origen del contenido, y acusa a Cloudflare de no responder de forma efectiva a notificaciones con detalles técnicos. Cloudflare replica que su rol no es alojar contenido, sino ofrecer servicios de seguridad y rendimiento, y que las reclamaciones deberían dirigirse a quien hospeda el material o controla el servicio ilícito. En medio, los usuarios pagan la factura: bloqueos que terminan afectando a webs legítimas y a servicios digitales que, casualmente, comparten red o direcciones IP con objetivos perseguidos.

La cuestión clave es que el bloqueo por IP no es una intervención “quirúrgica”. Es más parecido a cerrar una calle entera porque en un portal concreto hay una actividad ilegal, con el riesgo de dejar sin acceso a comercios, vecinos y servicios que no pintan nada.

El respaldo judicial existe, pero la discusión ya es de proporcionalidad

En 2024 y 2025, la vía judicial ha ido dando cobertura a estas medidas, reforzando el criterio de que el bloqueo es un instrumento legítimo en la lucha contra la piratería audiovisual. Pero el debate real, para la industria tecnológica, es otro: si el remedio es proporcional y si se está aplicando con mecanismos suficientes para evitar daños colaterales.

Ahí es donde la polémica se vuelve más seria: cuando empresas y usuarios reportan cortes y fallos de acceso coincidiendo con franjas de partidos, el bloqueo deja de ser un asunto “entre plataformas” y pasa a ser un problema de calidad de Internet y continuidad de servicio.

¿Por qué el bloqueo por IP es tan problemático en 2025?

El Internet moderno está construido sobre capas compartidas:

  • CDN y servicios de seguridad (como WAF, mitigación DDoS o caching) que agrupan miles de webs.
  • Infraestructura multi-tenant en la que una misma IP puede ser la “puerta de entrada” de múltiples dominios.
  • Rotación y reasignación constante de recursos en proveedores cloud.

Resultado: cuando el bloqueo se ejecuta en capa de red sin suficiente granularidad, se puede “romper” acceso a servicios perfectamente legales. Esto no es teoría: es un efecto reconocido por quienes critican estas medidas cuando se aplican de forma amplia.


Tabla comparativa: enfoques para frenar el streaming ilegal (y sus daños colaterales)

EnfoqueCómo funcionaPrecisiónRiesgo de “sobrebloqueo”VentajasInconvenientes
Bloqueo por IP (capa red)Se bloquea una IP asociada al objetivoMedia-bajaAltoRápido de aplicarPuede tumbar servicios legítimos; difícil de auditar
Bloqueo por dominio/URLSe bloquea un dominio concreto o rutasMediaMedioMás específico que IPFácil de evadir si cambian dominios; depende de implementación
Takedown en origenSe elimina el contenido donde se hospedaAltaBajoAtaca el “núcleo” del problemaRequiere cooperación y tiempo; jurisdicciones complejas
Geobloqueo con página informativaBloqueo limitado a un país con aviso (p. ej., interstitial)Media-altaMedio-bajoMás transparente; facilita reclamacionesNo siempre aplicable; usuarios pueden usar evasión
Bloqueo selectivo por huellas (señales de streaming)Detección técnica del patrón de abusoAlta (si está bien hecho)Bajo-medioReduce daño colateralRequiere inversión técnica; riesgo de falsos positivos

La conclusión para un medio tecnológico es clara: no existe una bala de plata, pero sí enfoques con distintos costes sociales y técnicos. Y, en un país donde la economía digital depende de la disponibilidad, el bloqueo “a martillazos” tiene un coste reputacional y operativo que ya no se puede ignorar.


Qué deberían mirar ahora empresas y administradores

Mientras la disputa sigue, hay un aprendizaje práctico para quienes operan servicios web:

  • Monitorizar incidencias y correlacionarlas con franjas de partidos.
  • Disponer de IP y rutas alternativas (redundancia multi-CDN o multi-proveedor, cuando sea viable).
  • Preparar un plan de comunicación para clientes si hay degradación de servicio.
  • Documentar evidencias técnicas (trazas, tiempos, ASNs) para escalar reclamaciones.

No se trata de “ponerse de un lado”, sino de asumir que el bloqueo por IP, cuando se usa como herramienta recurrente, puede convertirse en un riesgo operativo más.


Preguntas frecuentes

¿Por qué bloquear una IP puede afectar a webs legales?
Porque muchas webs comparten infraestructura (CDN/seguridad/hosting). Una IP puede actuar como “frontal” para cientos o miles de dominios distintos.

¿El bloqueo por IP es legal en España para este caso?
Existen resoluciones judiciales que respaldan el bloqueo de direcciones IP vinculadas a la distribución de contenido pirata, en el marco del conflicto descrito.

¿Qué alternativa suele ser más efectiva a largo plazo?
El takedown en origen y la cooperación técnica con proveedores tienden a reducir daños colaterales, aunque son más lentos y complejos de coordinar.

¿Cómo puede protegerse una pyme si su web “se cae” durante partidos?
Con monitorización, redundancia (si el negocio lo justifica), y documentación técnica para reclamar. En algunos casos, cambiar arquitectura (multi-CDN) puede reducir exposición a bloqueos amplios.

vía: bandaancha, blog.cloudflare y Reporte de Transparencia de Cloudflare

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