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China responde a Estados Unidos con restricciones a la exportación de componentes clave para semiconductores

En una medida que intensifica la guerra comercial y tecnológica entre las dos mayores economías del mundo, China ha anunciado una prohibición a la exportación de componentes críticos para la fabricación de semiconductores, como el galio, el germanio y el antimonio, así como materiales ultraduros. La decisión llega un día después de que Estados Unidos endureciera sus propias restricciones a las exportaciones de chips y equipos relacionados hacia el país asiático.

Restricciones por motivos de «seguridad nacional»

El Ministerio de Comercio de China justificó las restricciones como un paso necesario para salvaguardar los intereses de seguridad nacional y cumplir con sus compromisos internacionales, incluyendo la no proliferación de tecnologías de uso dual. Además, China ha indicado que impondrá controles más estrictos sobre el grafito, otro material esencial para la producción tecnológica, y limitará su uso en aplicaciones militares estadounidenses o para fines relacionados con el sector defensa.

«Para proteger los intereses de seguridad nacional y cumplir con las obligaciones internacionales, China ha decidido reforzar los controles de exportación de ciertos artículos de uso dual hacia Estados Unidos», señaló el Ministerio de Comercio en un comunicado.

El dominio chino en materiales clave

China juega un papel dominante en la producción global de estos materiales estratégicos. Según estimaciones, el país es responsable del 94 % de la producción mundial de galio y del 83 % de germanio. Ambos son componentes esenciales para tecnologías avanzadas, como fibras ópticas, células solares y, especialmente, la fabricación de semiconductores.

El germanio, en particular, es crucial para el desarrollo de cables de fibra óptica y paneles solares, mientras que el galio se utiliza ampliamente en dispositivos electrónicos y sistemas de comunicación avanzados. La limitación de estos recursos podría afectar significativamente a las cadenas de suministro globales, especialmente en Estados Unidos y otras economías dependientes de estos materiales.

La respuesta de Estados Unidos

Un día antes del anuncio de China, el Departamento de Comercio de Estados Unidos implementó nuevas restricciones diseñadas para dificultar aún más la capacidad de China de producir semiconductores avanzados. Las medidas incluyen controles adicionales sobre 24 tipos de equipos de fabricación de semiconductores y tres herramientas de software para su desarrollo, además de restricciones al uso de memoria de alto ancho de banda (HBM). También se introdujeron nuevas directrices para monitorear el cumplimiento y evitar desvíos.

Asimismo, 140 empresas fueron añadidas a la Lista de Entidades del Departamento de Comercio, lo que impide que las empresas estadounidenses hagan negocios con ellas. Entre las nuevas incorporaciones destacan las firmas chinas Piotech y SiCarrier, especializadas en tecnologías de semiconductores.

En respuesta, la Sociedad de Internet de China instó a las empresas nacionales a reconsiderar su dependencia de los chips estadounidenses, calificando las restricciones de Washington como un obstáculo para el desarrollo saludable y estable de la industria tecnológica del país.

Un conflicto con repercusiones globales

Este intercambio de restricciones subraya la creciente rivalidad tecnológica entre China y Estados Unidos, con el sector de los semiconductores como epicentro. La industria de los chips es fundamental no solo para la informática y la inteligencia artificial, sino también para aplicaciones militares y de seguridad nacional, lo que ha llevado a ambos países a reforzar sus estrategias para controlar este recurso crítico.

El gobierno de Estados Unidos, por su parte, indicó que está evaluando las restricciones chinas y que tomará «las medidas necesarias» en respuesta. Aunque no se han anunciado acciones específicas, es probable que las tensiones continúen escalando, afectando a las cadenas de suministro globales y al desarrollo de tecnologías clave.

Impacto en la economía mundial

Con ambas naciones intensificando sus controles, las implicaciones para el resto del mundo son significativas. Las restricciones podrían llevar a un aumento en los costos de producción de tecnología, retrasos en la innovación y una búsqueda acelerada de alternativas por parte de otros países y empresas. Además, las tensiones entre China y Estados Unidos podrían obligar a otros actores globales a tomar partido o adoptar estrategias independientes para mitigar los riesgos.

Mientras tanto, la industria tecnológica observa con preocupación cómo esta pugna entre dos gigantes amenaza con redefinir las reglas del comercio y la innovación tecnológica a nivel global.

vía: DC

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