La carrera por la independencia tecnológica de China suma un nuevo capítulo con la llegada del primer chip gráfico nacional fabricado con tecnología de 6 nanómetros. La empresa Lìsuàn Technology (砺算科技) ha confirmado que su GPU G100, basada en una arquitectura completamente desarrollada internamente, ha sido encendida con éxito y ya comienza a ofrecer resultados preliminares en pruebas de rendimiento.
G100: arquitectura propia, rumbo a la IA y al renderizado
El chip G100, basado en una arquitectura denominada TureGPU, ha sido diseñado con el objetivo de ofrecer capacidades avanzadas tanto para gráficos como para aceleración de inteligencia artificial. Según la compañía, su rendimiento objetivo se sitúa en torno a la gama RTX 4060 de NVIDIA, aunque por ahora se encuentra en una fase inicial de validación y optimización.
Sin embargo, su primera aparición pública —registrada en GeekBench bajo el nombre 砺算7G100— arroja unas cifras más modestas. Equipado con 32 unidades de cómputo y una frecuencia base de solo 300 MHz, el chip mostró una puntuación de 15.524 puntos en OpenCL, una marca que lo sitúa en niveles comparables con tarjetas gráficas como la GTX 660 Ti de NVIDIA (2012) o la Radeon R9 370 (2015).
¿Una puntuación baja? Sí, pero no definitiva
El resultado ha despertado cierto escepticismo en la comunidad, pero los expertos recuerdan que estamos ante una arquitectura completamente nueva, con una compatibilidad aún limitada en herramientas de benchmarking como GeekBench. Además, la prueba se realizó en una plataforma con un procesador AMD Ryzen 7 8700G, 64 GB de memoria DDR5-4800 y una placa base con chipset B650, sin optimización específica para el nuevo chip gráfico.
También llama la atención la cantidad mínima de memoria dedicada detectada en la prueba: tan solo 256 MB, lo que indica que estamos ante una versión de validación y no un modelo final.
Más que potencia bruta: un hito estratégico
Aunque los primeros resultados pueden parecer decepcionantes frente a las grandes marcas, el valor del G100 radica más en su trascendencia tecnológica y política que en su potencia actual. Se trata del primer intento exitoso de fabricar una GPU de 6 nm con arquitectura 100% local, una meta que forma parte del plan nacional de China para reducir su dependencia de proveedores extranjeros en componentes clave como los chips gráficos.
Con empresas como NVIDIA y AMD sujetas a restricciones de exportación cada vez más estrictas por parte de Estados Unidos, iniciativas como la de Lìsuàn Technology representan un paso necesario en el camino hacia la soberanía tecnológica del país.
Próximos pasos: pulido, validación y despliegue
Lìsuàn Technology ha indicado que el G100 se encuentra aún en fase de ajuste y que su rendimiento se irá mejorando en las próximas semanas. La empresa planea iniciar las primeras entregas a clientes para pruebas piloto a partir del verano, y su objetivo es entrar en el mercado de estaciones de trabajo y servidores de gama media con capacidades de IA.
También está previsto un lanzamiento oficial a finales de julio, donde podrían conocerse versiones más completas, información sobre controladores, benchmarks con software optimizado y los primeros proyectos de integración comercial.
Análisis final: Aunque por ahora el G100 no compite directamente con los gigantes del sector, su desarrollo marca un avance simbólico y estratégico para China. En un contexto de tensiones tecnológicas globales, la existencia de una GPU nacional fabricada en 6 nm y con arquitectura propia puede suponer el inicio de una nueva etapa para la industria de semiconductores del país asiático.
vía: MyDrivers