Recibe toda la actualidad del sector tech y cloud en tu email de la mano de RevistaCloud.com.

Suscripción boletín

Los centros de datos en órbita: la próxima frontera del procesamiento digital

Un mercado en ascenso que combina computación de alto rendimiento, energía solar y ambiciones espaciales para redefinir el futuro de la nube.

El mercado global de centros de datos en órbita está a punto de experimentar un crecimiento sin precedentes. Según el último informe publicado por ResearchAndMarkets.com, se estima que alcanzará un valor de 1.770 millones de dólares en 2029, con una proyección que lo llevaría a superar los 39.000 millones de dólares en 2035, impulsado por una tasa de crecimiento anual compuesta del 67,4 %. La computación en el espacio, una vez relegada a la ciencia ficción, se consolida como una alternativa viable —y más sostenible— a los centros de datos terrestres.

¿Qué es un centro de datos en órbita?

Se trata de infraestructuras de procesamiento de datos alojadas en satélites, diseñadas para operar en órbita terrestre baja (LEO) o en el espacio cislunar. Estos centros aprovechan servidores endurecidos contra la radiación, enlaces ópticos intersatélite y energía solar de alta eficiencia para procesar y almacenar información sin depender de infraestructuras terrestres.

Un ecosistema en expansión

Empresas tecnológicas de peso como NVIDIA, IBM y Hewlett Packard Enterprise (HPE) se han unido a agencias espaciales como la NASA y la ESA para desarrollar centros de datos escalables capaces de entrenar modelos de inteligencia artificial, realizar análisis en tiempo real y ofrecer servicios cloud desde el espacio.

Firmas como OrbitsEdge o Axiom Space están desarrollando módulos de datos para satélites y estaciones orbitales. Por ejemplo, Axiom planea lanzar el primer centro de datos orbital comercial como parte de su estación espacial independiente en 2026.

Por su parte, Star Cloud ha recaudado más de 10 millones de dólares para crear centros de entrenamiento de IA en el espacio, usando energía solar continua y previendo capacidades computacionales a escala de gigavatios.

Impulsores del mercado

El auge de aplicaciones basadas en IA, el crecimiento explosivo del tráfico de datos y los objetivos globales de sostenibilidad están generando presión sobre los centros de datos terrestres. En Estados Unidos, el consumo eléctrico de los centros de datos pasará de 17 GW en 2022 a 35 GW en 2030. Esta demanda ha disparado el interés por soluciones alternativas.

Los centros de datos en órbita ofrecen ventajas clave:

  • Energía renovable constante: el acceso continuo a la energía solar permite una operación autónoma y sin emisiones.
  • Reducción de la latencia: los datos pueden procesarse directamente en el espacio, evitando congestiones y acelerando las respuestas.
  • Escalabilidad sin límites físicos: sin restricciones de terreno ni refrigeración terrestre, se abren nuevas posibilidades para la expansión digital.

Obstáculos a superar

El principal desafío sigue siendo el coste. El desarrollo y despliegue de estas infraestructuras implica materiales avanzados, lanzamientos espaciales costosos y sistemas de mantenimiento automatizados. Además, la integración normativa y los riesgos técnicos aún limitan su adopción.

Pese a ello, la evolución de la logística espacial —como el montaje automatizado en órbita y las estaciones de repostaje— está reduciendo estas barreras. Las inversiones públicas y privadas refuerzan esta tendencia: solo Blackstone ha destinado 70.000 millones de dólares a nuevas infraestructuras de datos en 2024.

Aplicaciones y futuro del sector

Además de mejorar la eficiencia y seguridad de los servicios cloud, los centros de datos en órbita tendrán un papel clave en:

  • Observación terrestre y análisis climático.
  • Procesamiento de imágenes satelitales y datos científicos en tiempo real.
  • Comunicaciones ultra rápidas en redes 5G/6G.
  • Exploración planetaria y navegación espacial.
  • Respuesta ante desastres y defensa.

Conclusión

Los centros de datos en órbita representan un cambio de paradigma en la infraestructura digital. Si bien aún enfrentan retos técnicos y económicos, el potencial de combinar sostenibilidad, rendimiento y escalabilidad está atrayendo a los grandes actores tecnológicos, inversores y gobiernos.

Con el respaldo de gigantes como Intel, HPE, NASA y ESA, y el impulso de una economía de datos que no deja de crecer, el espacio ya no es solo el próximo paso para la humanidad, sino también para la computación.

encuentra artículos

newsletter

Recibe toda la actualidad del sector tech y cloud en tu email de la mano de RevistaCloud.com.

Suscripción boletín

LO ÚLTIMO