Lo que hace unos años habría sonado a ciencia ficción está pasando: Amazon Web Services (AWS) y Google Cloud, dos rivales directos en la nube, han lanzado una solución conjunta para que las aplicaciones puedan moverse entre nubes casi sin fricción. Objetivo: que el próximo gran apagón de Internet no deje a medio planeta sin servicios.
La nueva propuesta combina AWS Interconnect – multicloud con Google Cloud Cross-Cloud Interconnect para ofrecer conexiones privadas, de alta velocidad, con cifrado MACsec y arquitectura redundante entre ambos proveedores.
El detonante: un apagón que costó hasta 650 millones de dólares
Esta alianza no nace de la nada. En octubre de 2025, una caída de AWS dejó fuera de juego durante horas a servicios como ChatGPT, Reddit o Disney+. Se estima que ese incidente supuso pérdidas de entre 500 y 650 millones de dólares para empresas estadounidenses.
Ese episodio ha sido un baño de realidad para todos:
- Un solo proveedor caído puede tumbar medio Internet.
- Muchas arquitecturas “críticas” dependían en la práctica de una única nube.
- El multicloud existía más en las presentaciones de PowerPoint que en la infraestructura real.
La respuesta de AWS y Google ha sido clara: poner el multicloud serio sobre la mesa.
Qué aporta realmente este nuevo “interconnect” multicloud
Hasta ahora, montar conectividad privada y resiliente entre dos nubes solía implicar semanas de:
- Configuración manual de VLANs, routers y BGP
- Coordinación de equipos de redes en ambos lados
- Riesgo de errores humanos y cuellos de botella
Con la nueva solución:
- Las conexiones privadas entre VPCs de AWS y proyectos de Google Cloud se aprovisionan en minutos, de forma gestionada.
- El tráfico viaja por enlaces dedicados, cifrados con MACsec, protegidos frente a escuchas y manipulación.
- La arquitectura incorpora múltiples capas de redundancia, reduciendo el riesgo de caída total ante un fallo de red, software o incluso de instalación física.
Google, además, introduce el concepto de “transport resources”, una capa lógica que abstrae la conectividad física: el usuario ya no se pelea con el cableado virtual, sino con recursos que la nube gestiona y escala automáticamente.
Y en 2026 entra Microsoft Azure en la ecuación
De momento, el primer socio de AWS en este esquema es Google Cloud, pero la propia Amazon ya ha confirmado que Microsoft Azure se sumará en 2026.
Eso abre la puerta a arquitecturas donde:
- El frontend de una tienda online puede vivir en una nube.
- El motor de pagos o antifraude, en otra.
- Y la lógica de IA generativa, en una tercera.
Todo ello unido por una malla de conectividad privada, gestionada y estandarizada. Menos dependencia de un único proveedor y más margen para jugar con precios, latencia o servicios específicos.
Para eCommerce y apps críticas: esto es oro puro
Para quien gestiona eCommerce, SaaS, banca online, gaming o medios, el mensaje de fondo es sencillo:
“No hace falta que tu negocio se caiga solo porque se cae una nube.”
Con esta nueva capa multicloud:
- Puedes diseñar sistemas donde, si falla una región o un proveedor, el tráfico se deriva automáticamente al otro.
- El usuario final sigue comprando, viendo vídeo o chateando… sin enterarse de lo que pasa por debajo.
- Los equipos de infraestructura pueden planificar resiliencia multicloud sin montar un infierno de VPNs, túneles y scripts artesanales.
No es magia: sigue siendo complejo a nivel de arquitectura de aplicación, datos y consistencia. Pero la parte más dura de redes —las tuberías entre nubes— empieza a estar resuelta como servicio gestionado.
Especificación abierta: no solo va de AWS y Google
Quizá el movimiento más interesante no sea técnico, sino estratégico: AWS y Google han publicado una especificación abierta de interoperabilidad de red en GitHub para que otros proveedores puedan implementarla.
Eso significa:
- Posible entrada futura de otros hyperscalers y nubes regionales.
- Menos “jardines vallados” y más estándares de facto para la conectividad multicloud.
- Más presión regulatoria y de mercado para que ningún proveedor bloquee salidas o interconexiones.
En la práctica, es un reconocimiento implícito de que el futuro de la nube será multicloud por necesidad, tanto por resiliencia como por competitividad.
¿Y ahora qué?
Para muchos equipos de infraestructura, este anuncio es una invitación clara a revisar su estrategia:
- Si tu aplicación crítica depende al 100 % de un solo proveedor, es momento de repensarlo.
- Si ya hablabas de multicloud, pero solo a nivel comercial, ahora hay una pieza técnica clave para hacerlo realidad.
- Y si estás en frontend o producto, quizá ha llegado la hora de sentarte con sistemas y preguntar: “¿Qué pasa con nuestra app si mañana se cae nuestra nube principal durante 8 horas?”
Porque con lo que está en juego, confiarlo todo a un único proveedor ya no parece una buena idea. Y que sean AWS y Google quienes se alíen para decirlo lo deja bastante claro.
Fuente: AWS Interconnect API