La gigante de las telecomunicaciones AT&T acusa a Broadcom de poner en riesgo la seguridad nacional y servicios públicos esenciales por un conflicto contractual relacionado con VMware.
AT&T ha presentado una demanda contra Broadcom, en la que alega que el fabricante de chips está intentando incumplir los contratos de soporte de software VMware previamente acordados. La demanda, presentada el 29 de agosto en el Tribunal Supremo del Condado de Nueva York, señala que Broadcom está «amenazando con retener servicios de soporte esenciales para el software VMware de licencia perpetua previamente adquirido, a menos que AT&T acceda a comprar cientos de millones de dólares en software y servicios por suscripción, lo cual AT&T no desea adquirir».
Este conflicto surge tras la adquisición de VMware por parte de Broadcom, en noviembre del año pasado, por un monto de 61.000 millones de dólares. Inmediatamente después de la compra, Broadcom modificó drásticamente las líneas de productos de VMware, pasando de 8.000 referencias a solo cuatro paquetes de productos, y transformando las licencias perpetuas en modelos de suscripción.
El gigante de las telecomunicaciones argumenta que, según una enmienda firmada en agosto de 2022, AT&T obtuvo el derecho de renovar los servicios de soporte por hasta dos años adicionales, bajo su única decisión, siempre que lo hiciera antes del fin del término vigente. AT&T afirma haber ejercido esta opción de renovación, al menos por un año más, pero Broadcom se estaría negando a cumplir con esta cláusula.
Servicios esenciales en riesgo
AT&T subraya que el rechazo de Broadcom a prestar los servicios de soporte podría tener «consecuencias desastrosas» para la empresa y, por extensión, para la seguridad pública y servicios gubernamentales. La compañía señala en su denuncia que presta servicios de voz, datos e internet a entidades clave como los servicios de emergencia y el gobierno de los Estados Unidos, incluyendo la Oficina del Presidente. La interrupción del soporte de VMware podría afectar el funcionamiento de aproximadamente 8.600 servidores que proporcionan servicios a millones de clientes.
Además, AT&T advierte que migrar de VMware a otra plataforma tecnológica no sería un proceso rápido ni sencillo. La compañía estima que tardaría años en implementar una solución alternativa, lo que agrava aún más las posibles repercusiones si Broadcom deja de prestar soporte.
Un conflicto de estrategias empresariales
AT&T no cuestiona la capacidad de Broadcom para cambiar el modelo de negocio de VMware de manera prospectiva. Sin embargo, lo que la empresa de telecomunicaciones rechaza es la supuesta intención de Broadcom de aplicar estos cambios de manera retroactiva a contratos ya existentes, los cuales contaban con condiciones de licencia perpetua.
Broadcom, por su parte, ha defendido su posición argumentando que el paso hacia un modelo de suscripción es una práctica estándar en la industria del software y que estos cambios comenzaron antes de la adquisición de VMware. Un portavoz de la empresa ha declarado que Broadcom «discrepa fuertemente» de las acusaciones y confía en que prevalecerán en el proceso legal.
Incremento extremo de precios
En el corazón del conflicto también se encuentra un aumento significativo en los costes asociados a las licencias de VMware. AT&T ha afirmado que Broadcom le propuso un aumento del 1.050 % en los costos de los productos VMware, una cifra que ha sido considerada «extrema» por la empresa de telecomunicaciones. Según un correo electrónico enviado por Susan A. Johnson, vicepresidenta ejecutiva de AT&T, a Hock Tan, CEO de Broadcom, este incremento de precios afecta gravemente la relación estratégica que ambas compañías han mantenido durante más de una década.
Johnson también señaló que AT&T ha comenzado a explorar alternativas para dejar de depender de VMware, aunque reconoce que este proceso sería costoso, con un precio estimado entre 40 y 50 millones de dólares. No obstante, Johnson subraya que el retorno de la inversión sería alto debido a los elevados costos de licencia que Broadcom está imponiendo.
El futuro del conflicto
El Tribunal Supremo de Nueva York ha dado a Broadcom un plazo de 20 días desde la fecha de la demanda para responder a las acusaciones. Mientras tanto, Broadcom ha acordado continuar proporcionando soporte a AT&T hasta el 9 de octubre, y una audiencia preliminar está prevista para el 15 de octubre.
En tanto, el resultado de esta disputa legal podría sentar precedentes sobre cómo las grandes adquisiciones tecnológicas afectan a los acuerdos contractuales preexistentes. Lo que está en juego no solo son los cientos de millones de dólares en juego, sino también la continuidad de servicios cruciales que dependen de la infraestructura tecnológica de AT&T, la cual, por ahora, sigue atada a las soluciones de VMware.
Referencias: Arstechnica y Channel Futures.