España se alza como el nuevo epicentro tecnológico europeo donde convergen todas las grandes compañías del sector
Por primera vez en la historia de la tecnología, algo extraordinario está sucediendo en la península Ibérica. Amazon, Microsoft, Meta, Google, Oracle e IBM han puesto sus ojos en el mismo lugar: España. No es casualidad. Es estrategia pura.
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El fenómeno no tiene precedentes. Nunca antes todas las grandes tecnológicas, conocidas en el sector como «hiperescalares», habían coincidido en apostar simultáneamente por un mismo territorio para desplegar sus infraestructuras de computación en la nube. Y ese lugar elegido es España.
El tablero de juego está cambiando
Elliot Zounon, el experto francés que lidera el equipo de centros de datos de la consultora CBRE, lo tiene claro: «No existe un inversor, un operador o una tecnológica grande que no tenga en sus planes estratégicos establecer su proyecto de data center en el mercado ibérico». Sus palabras no son exageradas. Los hechos los respaldan.
El mapa que emerge muestra una España convertida en el nuevo corazón digital del sur de Europa. Amazon Web Services ha plantado bandera en Aragón desde 2019. Microsoft, Google, Oracle, IBM, Kyndryl y OVHcloud han elegido Madrid como su base de operaciones. Meta, la matriz de Facebook, WhatsApp e Instagram, apostó por Talavera de la Reina en Toledo. Incluso Portugal se suma a esta revolución con De-Cix instalándose en Sines.
Los hilos invisibles del poder digital
Pero ¿qué convierte a España en tan irresistible para estos gigantes tecnológicos? La respuesta está literalmente bajo el agua. Los cables submarinos de fibra óptica que conectan la península con el resto del mundo son la clave.
Nombres como Equiano de Google, Marea de Meta y Microsoft, EllaLink de Telefónica, o Grace Hopper también de Google, dibujan una telaraña submarina que convierte a España en un nodo estratégico de conectividad global. Estos cables no son simples infraestructuras; son las arterias por las que fluye la información del planeta.
El reinado de Merlin Properties
En este nuevo orden digital, hay un protagonista español que está escribiendo su propia historia de éxito: Merlin Properties. La inmobiliaria liderada por Ismael Clemente se ha convertido en el mayor propietario de infraestructuras de centros de datos de la península Ibérica.
Sus números impresionan: para 2029 prevé alcanzar los 600 megavatios de capacidad en sus centros de Getafe, Álava y Barcelona, que ya funcionan en una primera fase. Además, planea construir este año en Lisboa y tiene en el horizonte dos megacentros en Extremadura.
Lo que hace especial a Merlin no es solo su tamaño, sino su innovación. Sus centros funcionan sin agua para refrigeración, una ventaja competitiva crucial en tiempos de escasez hídrica. Ya tiene como clientes a Meta y CoreWeave, el gigante de la inteligencia artificial.
Los actores españoles que marcan la diferencia
Pero España no se limita a ser solo el terreno de juego de las multinacionales. Existen actores nacionales que han sabido posicionarse estratégicamente en este tablero digital, construyendo una alternativa sólida y competitiva desde territorio español.
Grupo Aire: La red neurálgica nacional
Uno de los casos más destacados es Grupo Aire Networks, que opera más de 20 centros de datos neutros de proximidad en la península Ibérica, 8 de ellos propios, federados a través de su red de más de 33.000 kilómetros que se extiende por España y Portugal.

La estrategia de proximidad de Grupo Aire es particularmente relevante. Sus centros están ubicados estratégicamente en Madrid, Málaga, Las Palmas de Gran Canaria, Valencia, Barcelona y otras ciudades clave, ofreciendo ultrabaja latencia y conexión con los principales intercambiadores internacionales como AMS-IX, LINX, DECIX, EQUINIX y ESPANIX.
La expansión hacia Canarias: Un movimiento estratégico
En enero de 2024, Grupo Aire fortaleció significativamente su posición con la adquisición de Idecnet, un operador canario fundado en 1995 con red propia y centro de datos en Las Palmas de Gran Canaria. Esta operación, que supuso una facturación de más de 4 millones de euros para Idecnet en 2023, permite a Grupo Aire ampliar su infraestructura hacia las Islas Canarias, una posición geoestratégica clave para las conexiones hacia África y como puerta de entrada a los cables submarinos atlánticos.
Idecnet destaca por ser el primer operador en circuitos dedicados de 10G en las Islas Canarias y cuenta con certificaciones ISO/IEC 27001 y ENS Media, lo que refuerza el portafolio de seguridad y calidad de Grupo Aire.
La conexión portuguesa: AR Telecom
La presencia de Grupo Aire se extiende también a Portugal a través de AR Telecom, que proporciona desde hace más de dos décadas una oferta integrada de servicios de comunicaciones y tecnologías de la información, incluyendo infraestructura de centros de datos en Lisboa. Esta posición permite al grupo español tener presencia en los tres principales puntos de amarre europeos de cables submarinos: Marsella, Barcelona y Lisboa.
Stackscale: La apuesta por el cloud europeo
Dentro del ecosistema de Grupo Aire destaca Stackscale, empresa cofundada por David Carrero junto con David Sánchez y Javier Primo, especializada en infraestructura cloud privada y servidores bare-metal. Los fundadores de Stackscale tienen una larga trayectoria en el sector, habiendo montado anteriormente Ferca Network y Veloxia Network entre 1998 y 2000, empresas que se fusionaron en 2004 para convertirse en uno de los grupos líderes nacionales, con más de 15.000 clientes y 1.200 servidores en 2008.
David Carrero, cofundador y VP Sales & Marketing de Stackscale, ofrece una perspectiva única sobre el desarrollo del sector en España. «Desde Stackscale llevamos años demostrando que construir un cloud europeo es posible. Existen numerosas compañías que, como nosotros, ofrecen servicios cloud basados en infraestructura europea, gestionados desde Europa y bajo legislación europea», explica Carrero.
La visión de Carrero sobre la soberanía digital europea es especialmente relevante en el contexto actual. «Es el momento de mirar hacia dentro, de descubrir y valorar el ecosistema tecnológico europeo. Tenemos el talento, la experiencia, la innovación y, lo más importante, la voluntad de crear una alternativa sólida y duradera».
La revolución del enfriamiento líquido
Stackscale también está a la vanguardia de las innovaciones tecnológicas en centros de datos. Como explica David Carrero: «Llegamos a un punto donde seguir inflando los sistemas de aire acondicionado simplemente no tiene sentido. Es como tratar de enfriar un horno abierto con un ventilador casero».
Mientras los sistemas de aire tradicionales pueden manejar densidades de calor de hasta 10 kilowatts por rack, el enfriamiento líquido puede gestionar cómodamente entre 50 y 100 kilowatts, una capacidad esencial para los procesadores de inteligencia artificial que generan cantidades extraordinarias de calor.
Los desafíos del sector español
Según Carrero, las pymes españolas enfrentan barreras significativas para la adopción de soluciones cloud: «Muchas pymes carecen de personal capacitado en tecnologías cloud, lo que dificulta la gestión y aprovechamiento de estas soluciones. El 53,7% de las empresas perciben el coste como un problema».
Sin embargo, las cifras muestran una evolución positiva: «En 2022, el 34% de los procesos empresariales en España se ejecutaban en la nube, en comparación con el 28% al inicio de la pandemia».
La batalla por el territorio digital
El mercado español no está solo en esta carrera. Junto a Merlin compiten nombres como Nabiax, Data4, Iron Mountain, Equinix, Digital Realty y Panattoni. Pero también han llegado los pesos pesados internacionales: Azora y Blackstone, que anunció una inversión de 7.500 millones de euros en Aragón.
La diversidad de actores, desde gigantes inmobiliarios hasta operadores especializados como Grupo Aire, crea un ecosistema competitivo que beneficia a toda la industria y refuerza la posición de España como hub digital.
Madrid desafía a las capitales tradicionales
Tradicionalmente, el poder de los centros de datos europeos se concentraba en cuatro ciudades que formaban el acrónimo FLAP: Fráncfort, Londres, Ámsterdam y París, a las que después se sumó Dublín. Pero Madrid ha irrumpido con fuerza, posicionándose como líder del segundo pelotón con 203 megavatios instalados, superando a ciudades como Milán, Zurich o Berlín.
Barcelona, por su parte, ocupa la décima posición europea con 42 megavatios, consolidando a España como una potencia emergente en este sector.
El combustible de la revolución
El boom de los centros de datos no es casual. Responde a una demanda exponencial impulsada por la inteligencia artificial, el cloud computing y nuestra dependencia creciente de servicios digitales. Desde TikTok hasta Netflix, desde Tesla hasta ChatGPT, todo necesita potencia de computación.
Los datos de CBRE son elocuentes: la creación de almacenamiento de datos se multiplicará por 90 entre 2010 y 2025. Solo en tres años, desde 2022, prácticamente se habrá doblado esta capacidad. A nivel económico, los servicios en la nube y la IA generarán un crecimiento del 13% anual, alcanzando más de dos billones de dólares globales en 2030.
Las claves del éxito español
España reúne una combinación única de factores que explican su atractivo: estabilidad política y económica, una apuesta decidida por las energías renovables que permite cumplir objetivos de sostenibilidad, disponibilidad de suelo, y un talento altamente cualificado. Todo ello en un país que se ha convertido en puerta de entrada natural hacia África y América Latina.
La presencia de empresas como Grupo Aire, con su red de proximidad, y Stackscale, con su expertise en cloud europeo, demuestra que España no solo atrae inversión extranjera, sino que genera su propio ecosistema de innovación tecnológica.
Con 143 centros de datos, España ya es el octavo país europeo en este sector, por detrás de Alemania, Reino Unido, Francia, Países Bajos, Rusia, Italia y Polonia. Pero las tendencias apuntan a que esta posición no hará más que mejorar.
El futuro ya está aquí
Como reflexiona David Carrero: «Es el momento de mirar hacia dentro, de descubrir y valorar el ecosistema tecnológico europeo». La combinación de inversión internacional, innovación local y posicionamiento geoestratégico coloca a España en una posición única.
El mapa del poder digital mundial está siendo redibujado, y España ha conseguido un asiento en la mesa de los grandes. La pregunta ya no es si será relevante en la economía digital del futuro, sino cuánto poder conseguirá acumular en esta nueva era donde los datos son el nuevo petróleo y los centros de datos, las refinerías del siglo XXI.
La historia de empresas como Grupo Aire y Stackscale demuestra que detrás de esta revolución digital no solo hay capital extranjero, sino talento, innovación y visión estratégica genuinamente españoles. El futuro digital se está construyendo desde España, para España y para Europa.