Así era conectarse a Internet en España con Fidonet, CompuServe e Infovía (y cuánto costaba)

En la actualidad, la conexión a Internet es algo tan natural como encender la luz. Da igual si se trata de un smartphone con 5G, un portátil conectado a la Wi-Fi o un ordenador con fibra óptica a 1 Gbps: la red siempre está disponible. Sin embargo, hace apenas tres décadas, acceder a Internet en España era un proceso reservado a pocos, caro y lleno de obstáculos técnicos.

Antes de la llegada de Infovía en 1995, la red global era un privilegio al alcance de universidades, grandes empresas y centros de investigación, mientras que los usuarios particulares se conectaban a servicios alternativos como Fidonet o CompuServe, que llegaría a España en los primeros 90.


Fidonet y las primeras redes de usuarios

En los años 80 y principios de los 90, cuando Internet aún no estaba disponible para el gran público, los más inquietos tecnológicamente recurrieron a las BBS (Bulletin Board Systems). Estos tablones electrónicos permitían intercambiar mensajes, software y ficheros a través de conexiones telefónicas punto a punto.

Entre ellas destacó Fidonet, una red internacional fundada en 1984 que conectaba miles de BBS repartidas por todo el mundo. En España, Fidonet se convirtió en un espacio comunitario donde aficionados a la informática podían compartir mensajes y programas. Con un módem y mucho entusiasmo, se podía conectar a otros usuarios, aunque las transferencias eran lentas y costosas.

El precio era uno de los grandes obstáculos: cada conexión se facturaba como una llamada telefónica local, provincial o nacional. Y mientras las locales tenían un coste razonable, si había que llamar a otra provincia, la tarifa se disparaba, convirtiendo cada sesión en un lujo difícil de sostener.


CompuServe: el Internet privado antes de Internet

A principios de los 90 desembarcó en España CompuServe, una plataforma internacional que ofrecía servicios de correo electrónico, foros, bases de datos y noticias. Aunque no era “Internet” en el sentido actual, para muchos usuarios fue su primer contacto con algo parecido a la red global.

El problema: los precios eran muy altos. Había que pagar cuotas mensuales y tarifas adicionales por minuto, en una época en la que el salario medio en España hacía difícil justificar un gasto de ese tipo. Además, toda la interfaz estaba en inglés, lo que limitaba su adopción a perfiles más especializados.


El acceso restringido a universidades y empresas

Mientras tanto, las universidades y grandes compañías ya experimentaban con la Internet académica. A través de redes como RedIRIS (creada en 1988), España estuvo conectada al mundo digital, aunque solo para fines de investigación y desarrollo.

Empresas como bancos, periódicos y multinacionales también empezaron a tener acceso, principalmente para correo electrónico corporativo y acceso a bases de datos internacionales. Pero para los hogares, Internet seguía siendo una quimera.


El nacimiento de Infovía: marcar el 055

Todo cambió en 1995, cuando Telefónica presentó Infovía, una red que permitía conectar a Internet desde cualquier punto de España con un simple módem doméstico. El sistema era revolucionario: bastaba con marcar el número 055 y el usuario quedaba conectado al nodo de acceso.

Por primera vez, no importaba dónde vivieras ni a qué proveedor recurrieras. Infovía era una especie de “Internet nacional” que enlazaba a más de 800 proveedores, que a su vez daban salida a la red global.

La velocidad era de hasta 28.800 bits por segundo, lo que hoy resulta irrisorio, pero en su momento permitió que miles de españoles descubrieran el correo electrónico, los primeros chats, los servicios FTP, Telnet y navegadores como Mosaic o Netscape.


Cuánto costaba conectarse: el precio de una llamada local

Lo verdaderamente innovador de Infovía fue su modelo de facturación. Mientras que antes había que pagar tarifas provinciales o nacionales (mucho más caras), Infovía unificó el coste al de una llamada local:

  • 139 pesetas por hora durante el día (0,84 €)
  • 106 pesetas por hora durante la noche (0,64 €)

Aunque no era barato, sí resultaba infinitamente más asequible que las opciones anteriores, que podían costar cientos de pesetas por hora si la llamada era interprovincial.

Esto animó a miles de familias a conectarse, aunque muchas optaban por hacerlo de madrugada, cuando el precio era más bajo y la línea telefónica quedaba libre.


La experiencia del módem: ruido, cortes y paciencia

Conectarse a Infovía era una mezcla de emoción y frustración. El módem emitía pitidos, chirridos y zumbidos metálicos hasta que, con suerte, la conexión se establecía.

El gran inconveniente: si alguien descolgaba el teléfono, la conexión se cortaba de inmediato. Navegar y hablar eran incompatibles. Esto generó no pocas discusiones familiares en aquellos años.

Además, las webs eran muy básicas: texto en HTML, imágenes en baja calidad y algún GIF animado. Nada de vídeos, música en streaming o redes sociales. Y, sin embargo, para muchos fue una ventana al futuro.


La presentación de Infovía: Bill Gates en Madrid

Telefónica presentó Infovía oficialmente en septiembre de 1995, coincidiendo con la visita de Bill Gates a Madrid para promocionar Windows 95. El objetivo era claro: impulsar el acceso a Internet aprovechando el tirón mediático del nuevo sistema operativo.

El presidente de Telefónica en aquel momento, Cándido Velázquez, lo resumió así: “esta red, producto de la combinación del ordenador y del teléfono, nace para facilitar a los usuarios españoles el acceso a las autopistas de la información”.

Infovía 1997

La apuesta funcionó: en apenas un año ya había 100.000 usuarios residenciales y más de 200 proveedores conectados.


Infovía Plus: la transición a un Internet más rápido

En enero de 1999, Telefónica lanzó Infovía Plus, la evolución natural de la primera red. Ya no se usaba el 055, sino números locales repartidos por toda España. Esto permitía conexiones más estables y reducía la saturación.

La gran novedad fue la velocidad: con los nuevos módems V.90 se alcanzaban 56 kbps, el doble que en Infovía. Además, era posible conectarse por RDSI a 128 kbps o incluso desde un móvil GSM (aunque más lento).

Pero la mayor diferencia fue que Infovía Plus abrió el camino hacia las tarifas planas de Internet, que empezaron a llegar a finales de los 90 con la liberalización de las telecomunicaciones.


Del pitido del módem al clic instantáneo

La llegada de tecnologías como ADSL, la fibra óptica y el 5G ha cambiado por completo la experiencia. Hoy podemos descargar en segundos lo que en 1995 tardaba horas, o ver vídeos en streaming que entonces eran inimaginables.

Sin embargo, Infovía fue el gran punto de inflexión. Antes de ella, Internet era cosa de élites y de usuarios dispuestos a gastar fortunas en CompuServe o en llamadas interprovinciales. Después, se convirtió en un servicio accesible a miles de hogares.


Preguntas frecuentes

1. ¿Qué fue Fidonet y cómo funcionaba?
Fidonet fue una red internacional de BBS que permitía a usuarios particulares intercambiar mensajes y archivos a través del módem. Fue muy popular en España antes de la llegada de Infovía.

2. ¿Qué diferencia había entre CompuServe e Infovía?
CompuServe era un servicio privado y caro que funcionaba por suscripción, mientras que Infovía fue una red nacional impulsada por Telefónica que permitió acceder a Internet pagando solo el coste de una llamada local.

3. ¿Cuánto costaba conectarse a Infovía?
El precio era de 139 pesetas por hora durante el día (0,84 €) y 106 pesetas por la noche (0,64 €). Si la conexión se hacía a través de una llamada interprovincial, el coste podía multiplicarse.

4. ¿Qué mejoras introdujo Infovía Plus?
Infovía Plus, lanzada en 1999, permitió alcanzar velocidades de hasta 56 kbps, ofreció nodos locales repartidos por toda España y abrió la puerta a la llegada de las tarifas planas.

vía: Historia de Infovía, Wikipedia

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