La industria de los centros de datos está en plena transformación. Mientras la demanda global de servicios cloud, inteligencia artificial y almacenamiento crece a un ritmo sin precedentes, dos regiones estadounidenses se disputan el trono de la infraestructura digital mundial: Ashburn (Virginia), conocida como “Data Center Alley”, y Dallas–Fort Worth (Texas), el nuevo gigante en ascenso.
¿Qué está impulsando la nueva oleada hyperscale?
La necesidad de centros de datos a gran escala no deja de crecer. Los factores clave en 2025 incluyen:
- IA y modelos de lenguaje: el entrenamiento y despliegue de LLMs y sistemas generativos requiere clústeres de GPUs y enorme capacidad de refrigeración y energía.
- Entrega de contenido global: vídeo, gaming y experiencias inmersivas demandan baja latencia y cobertura geográfica.
- Híbrido y multicloud: las empresas buscan colocation de alta densidad, conectividad directa a la nube y cumplimiento normativo regional.
- Soberanía y cumplimiento: la regulación obliga a mantener datos y operaciones en ubicaciones locales o específicas.
Según las previsiones, en 2026 el mundo superará los 1.300 centros de datos hyperscale. Decidir dónde construir es más estratégico que nunca.
Ashburn, Virginia: el campeón histórico
Ventajas clave:
- Conectividad y red: Hogar del punto de intercambio de Internet MAE-East, Ashburn canaliza más del 70% del tráfico mundial, cuenta con miles de kilómetros de fibra y proximidad a Washington D.C., clave para contratos federales.
- Ecosistema maduro: Más de 3,2 millones de m² de data centers, con campamentos hyperscale de Digital Realty, Equinix, Vantage, AWS, entre otros.
- Energía fiable: Dominion Energy ha sido pilar de estabilidad energética, aunque ya aparecen alertas sobre saturación y cuellos de botella.
Retos 2025:
- Retrasos en permisos eléctricos, limitaciones en la red y escasez de terreno.
- Costes al alza en suelo, mano de obra y electricidad, impulsando desarrollos hacia zonas periféricas (Prince William, Culpeper).
- El auge de la IA y los requisitos energéticos hacen que Ashburn siga siendo un destino premium, pero cada vez menos “fácil” o económico.
Dallas–Fort Worth, Texas: el retador que gana terreno
Ventajas clave:
- Terreno y energía abundantes: El mercado texano permite crear campus de cientos de MW, con suelo disponible y flexibilidad a través de ERCOT, el operador energético texano. Precios energéticos competitivos y creciente adopción de renovables.
- Logística y talento: Ubicación central en EE. UU., excelente conectividad nacional, mano de obra especializada y tradición en sectores cloud, financiero y logístico.
- Entorno pro-empresa: Incentivos fiscales, permisos rápidos y poca regulación han convertido Dallas en destino favorito para inversiones hyperscale.
Retos 2025:
- La resiliencia de la red eléctrica (especialmente en climas extremos) sigue siendo un punto débil.
- El rápido crecimiento pone presión sobre recursos hídricos y métodos de refrigeración sostenible.
- Crecen las voces críticas por el impacto ambiental y el uso de suelo.
Comparativa: Ashburn vs Dallas, datos clave
Métrica | Ashburn | Dallas–Fort Worth |
---|---|---|
Capacidad total (MW) | ~2.500 | ~1.400 (en rápido auge) |
Crecimiento anual | 12% | 21% |
Coste energético | 0,06–0,08 $/kWh | 0,04–0,06 $/kWh |
Disponibilidad de suelo | Muy limitada | Abundante |
Densidad de fibra | Extremadamente alta | En rápido crecimiento |
Hyperscalers clave | AWS, Meta, Google, MS | AWS, Google, Oracle, MS |
Estrategias de despliegue hyperscale en 2025
¿Dónde invierten los gigantes?
- AWS: Sigue ampliando en Ashburn, pero Dallas suma grandes campus modulares y eficientes en agua.
- Google Cloud: Refuerza ambos mercados, priorizando energía renovable en Dallas.
- Microsoft: Despliegue de zonas AI en Ashburn y San Antonio, integrando IA generativa.
- Meta: Grandes nuevas instalaciones en Texas, con diseños para IA y alta densidad.
- Oracle e IBM: Apuestan por Dallas para regiones multicloud para empresas y sector público.
La tendencia es clara: estrategias multi-región. Ashburn se reserva para cargas reguladas y de baja latencia; Dallas crece para IA y escalabilidad.
IA, Edge y sostenibilidad: lo que cambia el juego
- IA: Clústeres GPU exigen más densidad energética y refrigeración líquida; Ashburn adopta direct-to-chip y Dallas desarrolla “zonas IA” listas para despliegues GPU masivos.
- Edge: El auge del edge crea “satélites” regionales. Ashburn expande hacia Baltimore o Richmond; Dallas, hacia Austin y el corredor I-35.
- Sostenibilidad:
- Ashburn busca certificaciones LEED Platinum, pero enfrenta retos de agua y presión sobre la red.
- Dallas se apoya en solar y eólica, experimenta con refrigeración seca, offsets de biodiversidad y baterías.
Regulación, incentivos y el futuro del corredor Ashburn–Dallas
Ambas regiones ofrecen exenciones fiscales, permisos rápidos y ayudas a la infraestructura. Virginia mantiene un entorno regulatorio estable; Texas introduce incentivos ligados a empleo y sostenibilidad.
Factores emergentes:
- Evaluación de leyes de ciberseguridad y localización de datos.
- Requisitos ESG y reporte medioambiental: sostenibilidad como factor decisivo en nuevas instalaciones.
¿Quién gana la batalla en 2025?
Ashburn sigue siendo el estándar de oro para cargas sensibles y acceso a red.
Dallas emerge como la opción preferida para escalar, entrenar IA y experimentar con infraestructuras sostenibles.
La realidad es que los grandes hyperscalers no eligen solo uno: despliegan en ambos para balancear latencia, costes, escalabilidad y resiliencia energética.
El corredor Ashburn–Dallas será la hoja de ruta de la nueva generación de infraestructura digital para IA, cloud y edge en América del Norte.
Las empresas tecnológicas y los inversores deberán entender bien las ventajas de cada mercado, porque el futuro no es “uno u otro”, sino una arquitectura distribuida, resiliente y verde… donde Ashburn y Dallas son los polos del mapa.
vía: datacenters