La familia EPYC impulsa una remontada sin precedentes mientras Intel pierde tracción en plena era de la inteligencia artificial y los centros de datos globales
En una jugada que parecía impensable hace apenas una década, AMD ha conseguido igualar —y en algunos segmentos superar— a Intel en el competitivo mercado de procesadores para servidores. Según los últimos datos de PassMark, la firma dirigida por Lisa Su ha alcanzado un 50 % de cuota de mercado en CPUs para centros de datos, un terreno históricamente dominado por Intel durante más de 30 años.
Esta remontada fulgurante tiene nombre propio: EPYC. La línea de procesadores de alto rendimiento de AMD ha sabido ganarse la confianza de empresas, hyperscalers y proveedores de infraestructura cloud gracias a su rendimiento por vatio, escalabilidad y coste competitivo. Todo ello en un contexto donde la demanda de computación se ha disparado por el auge de la inteligencia artificial generativa, la analítica masiva y los entornos multi-nube.
De la irrelevancia al liderazgo en solo 8 años
En 2017, AMD apenas ocupaba un 2 % del mercado de CPUs para servidores. Fue entonces cuando apostó por llevar su arquitectura Zen al entorno empresarial con los primeros EPYC “Naples”. Desde entonces, generación tras generación, la compañía ha mantenido un ritmo de innovación implacable, con arquitecturas como Milan, Genoa y la reciente Venice, basada en proceso de 2 nanómetros de TSMC.
Según los datos, la cuota de AMD ha pasado del 20 % al 50 % en menos de dos años, algo sin precedentes en el sector. Mientras tanto, Intel ha enfrentado varios desafíos internos: cambios de liderazgo, retrasos en sus nodos de fabricación y una oferta Xeon que no ha logrado mantener el ritmo de la competencia.
El retraso de Intel y la oportunidad para AMD
Intel aún conserva un importante peso en el mercado y mantiene una base de clientes leal, pero su lentitud en adaptarse a nuevas demandas tecnológicas ha generado incertidumbre. El fracaso relativo de su línea Gaudi frente a aceleradores de otras marcas en IA ha intensificado esa sensación de estancamiento. Incluso su actual CEO, Lip-Bu Tan, ha reconocido que la compañía ha perdido liderazgo y ya no figura entre las diez empresas más influyentes en semiconductores.
En este vacío, AMD ha sabido posicionarse con una oferta sólida que combina rendimiento, eficiencia energética y disponibilidad, además de contar con el respaldo tecnológico de TSMC, cuya capacidad de fabricación le permite seguir el ritmo de la demanda.
Una nueva era en los centros de datos
Los analistas apuntan a que la transición hacia arquitecturas heterogéneas, cargas de trabajo de IA y estrategias de soberanía digital han jugado a favor de AMD. Sus EPYC Venice y Verano (basados en Zen 6 y Zen 7) prometen hasta 256 núcleos, memoria DDR5 de hasta 12.800 MT/s, y hasta 128 líneas PCIe 6.0, apuntando directamente al corazón de los centros de datos modernos.
Además, AMD no está sola. Su ecosistema de aceleradores Instinct y las crecientes alianzas con grandes operadores cloud refuerzan su posición como alternativa sólida para arquitecturas HPC, AI y edge computing.
¿Y ahora qué?
La batalla por el liderazgo en el mercado de servidores está lejos de terminar. Intel prepara su arquitectura unificada post-Raptor Lake y busca reestructurar su estrategia con nuevos socios. Pero el momentum está claramente del lado de AMD.
Con medio mercado ya en sus manos y nuevos productos previstos para 2026 y 2027, la pregunta ya no es si AMD puede competir con Intel en servidores. La pregunta ahora es si alguien podrá alcanzar a AMD.
vía: wccftech